La guerra en el PSOE contrasta con la unidad del PP frente a la amnistía

La guerra civil ha estallado en el PSOE. El felipismo ha renacido frente al actual líder socialista, Pedro Sánchez, enrocado en un relato sobre la amnistía -aún sin despejar- que le lleve a salvar su investidura. Pero las voces con cada vez más altas y fuertes porque lo que está en juego es la Democracia y sobrepasar la línea roja que supone que en España quien la hace no la paga.

La guerra interna socialista ha ido creciendo como una bola de nieve, mientras Pedro Sánchez ha permanecido aislado y silencioso (argumentan que por el Covid) sin dar respuesta al aluvión de críticas y peticiones de rectificación por parte de la vieja guardia del PSOE, con Felipe González a la cabeza.

En Moncloa, ahora, no quieren oír ni mencionar la palabra amnistía ante la polvareda que se ha montado, e incluso hasta han empezado a barajar la posibilidad de ir a unas nuevas elecciones generales a finales de año.

Felipe González y Pedro Sánchez en la celebración del 40 aniversario de la primera victoria del PSOE de 1982
Lejos de la guerra abierta, González y Sánchez celebraban hace casi un año el 40 aniversario de la primera victoria del PSOE

El felipismo parece haber renacido para frenar un posible acuerdo de Sánchez y Puigdemont. Todos conocen la condición: amnistía. Y por este paso la vieja guardia no pasa. Felipe González, Alfonso Guerra, Joaquín Almunia, Ramón Jáuregui o Nicolás Redondo, Jordi Sevilla o Javier Lambán o Emiliano García Page ya han puesto el grito en el cielo.

Pero no son los únicos, también algunos de la generación socialista intermedia como Carmen Calvo, José Luis Ábalos, Maritxell Batet, Patxi López o Adriana Lastra y Tomás Gómez o Juan Lobato. De momento, la única acción que se ha tomado desde el aparato del partido es expulsar a Nicolás Redondo Terreros del PSOE por su «reiterado menosprecio» y críticas al PSOE.

En Moncloa y Ferraz ha ido aumentando la preocupación. No sólo los partidos de la oposición han plantado cara a una posible propuesta sobre amnistía, sino que entre sus propias filas tampoco ven factible que se pague un precio tan alto por gobernar. Esta es la razón por la que desde Moncloa han dado la orden a todos de que no hablen de amnistía.

Las nuevas tesis socialistas, en la negociación pendiente con Carles Puigdemont, responderán más bien a la consigna de que dentro del marco de la Constitución todo español tiene cabida, un argumento aplicable a Puigdemont y los 4.000 imputados por la declaración de independencia. En todo caso, ahora mismo mencionar la palabra amnistía es como nombrar la soga en casa del ahorcado. Tal vez el «derecho de gracia» que recoge la Constitución y que fue apuntado por la exministra Carmen Calvo, u otro término similar, pueda convertirse en una tabla de salvación.

LA GUERRA TAMBIÉN SE EXTIENDE AL USO DE LAS LENGUAS COOFICIALES

La amnistía es la línea roja, pero la vieja guardia del PSOE tampoco acepta la última iniciativa socialista de que se pueda hablar en el Congreso en catalán, gallego o euskera desde el próximo martes. Este jueves entregaron a la presidenta del Congreso, Francina Armengol un manifiesto contra las lenguas cooficiales en el Congreso.

El manifiesto está firmado por más de 20 antiguos, ministros, diputados y senadores socialistas, algunos de los cuales ocuparon carteras ministeriales o fueron altos cargos en los gobiernos de Felipe González.

Así, encontramos la firma de Virgilio Zapatero, exministro de Relaciones con las Cortes y Secretaría del Gobierno; los exdiputados Pedro Bofill y Alejandro Cercas; Juan José Laborda y Javier Rojo, expresidentes del Senado; Javier Saénz de Cosculluela, exministro de Obras Públicas; los exsenadores José Rodríguez de la Borbolla, Elena Flores,  Alfonso Garrido, Antonio Ojeda, José Carracao y Tomás Gómez; los exdiputados Nicolás Redondo, Francisco Vázquez, exdiputado (también exalcalde de La Coruña), Luis Berenguer, Ciriaco de Vicente, Javier Paniagua y Salvador Moreda.

Su conclusión no es otra que la «verdadera intención de sus promotores es negar la condición del castellano como lengua común de los españoles»

En el manifiesto explican su «gran estupor y mayor consternación» por la «trágala inaceptable» de que la mitad de la Cámara imponga una reforma de tal calado. Y recalcan que se incumple la Constitución al romperse las reglas propias de cualquier sistema democrático y no adecuarse a la realidad lingüística.

«Los que firmamos este escrito hemos tenido el alto honor de representar al pueblo español en las Cortes Generales a lo largo de los cuarenta y seis años de nuestra democracia y de sus catorce legislaturas», explican para recordar a continuación que «España es una comunidad lingüística con una lengua común (el castellano o español) y con una variedad de lenguas habladas en unas determinadas partes de esa comunidad».

«Esta y no otra es la incontestable realidad lingüística de España», agregan más adelante para añadir que «a esta realidad lingüística responde certeramente el modelo establecido por nuestra Constitución». 

FEIJÓO SELLA CON AZNAR Y RAJOY LA UNIDAD DEL PP

Mientras los tambores de guerra suben de decibelios en la familia socialista, el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, que a principios de semana había mostrado algunos titubeos, tirando del bastón de mando el expresidente José María Aznar, en el campus de la FAES han reunificado criterios para hablar al unísono al apelar que se debe dar la batalla contra la amnistía.

El expresidente del Gobierno, José María Aznar; el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo; y el expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy
El expresidente del Gobierno, José María Aznar; el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo; y el expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy

El líder del PP y candidato a la Presidencia del Gobierno, Alberto Núñez Feijóo, ha invitado a los expresidentes José María Aznar y Mariano Rajoy al acto del PP contra la amnistía y por la igualdad de los españoles. El acto se celebrará el próximo 24 de septiembre, en el que fijará las líneas del discurso de investidura que pronunciará dos días después en el Congreso, según han informado fuentes del PP. El acto tendrá lugar en la Avenida Felipe II por «aforo y accesibilidad».

Esta vez Feijóo ha logrado además mostrar la unidad de su partido, sin fisuras de ningún tipo. Y acallando las voces y malestar interno de quienes pensaban que el líder del PP no estaba actuando de la forma que requería la situación dejando, incluso, a Aznar que tomara la iniciativa apelando a la movilización.

Al mismo tiempo, el líder del PP ha conseguido tomar la delantera al partido que dirige Santiago Abascal, al asegurar que todo el que quiera puede participar en esta convocatoria. Un ‘participar’ que descarta que se vaya a producir una foto como la de Colón.