Oughourlian, preso entre el control de Sánchez a Prisa y el botín de Vivendi

Joseph Oughourlian nada en una bañera de aceite y agua, dos elementos irreconciliables, pero necesarios para sus negocios. Por un lado, necesita la aprobación del presidente del Gobierno para tener controlada la información publicable, así como las editoriales que maneja Prisa, mientras que necesita imperiosamente financiación para mantener a raya los costes y el principal de la deuda, que supera los 866 millones, de los que 801 se deben a entidades financieras.

Oughourlian busca financiación, un bálsamo de aceite para sus números rojos y poder enderezar de nuevo el rumbo. Hasta ahora, tan sólo Vivendi y Mediaset han dado muestras de su disposición para encauzar la situación financiera del principal altavoz mediático del PSOE. No obstante, se ha encontrado el muro del Gobierno de Pedro Sánchez, quien se niega a entregar los micrófonos y las plumas de la Ser y El País, respectivamente.

El presidente del Gobierno en funciones ha bloqueado cualquier intento de los grupos francés e italiano para hacerse con el control de una empresa convertida en un fiasco bursátil. Desde la entrada del empresario galo, Prisa ha caído más de un 60% en Bolsa; mientras que las pérdidas alcanzan el 99% desde sus máximos históricos. El tiempo apremia en Prisa, más cuando se acercan vencimientos importantes en 2026 y 2027.

OUGHOURLIAN NO EVITA LA CAÍDA EN PICADO DE PRISA

Según la propia empresa, el grupo mediático afronta su actividad en un entorno de incertidumbre y compleja «casi constantes» que dificultan la previsibilidad del «comportamiento a futuro de los negocios», especialmente a medio y largo plazo. Las explicaciones apuntan a la pandemia del Covid-19 y la invasión de Rusia a Ucrania, pero la realidad es la enorme competencia y la pugna por la publicidad, un pastel que se reparte ahora entre plataformas digitales y medios tradicionales.

La llegada de un socio inversor deberá pasar sí o sí por La Moncloa. Sin el beneplácito del presidente del Gobierno en funciones no hay nada que rascar ni nada que ofrecer. Vivendi y Mediaset han mostrado ciertas intenciones, pero sin materializarse oficialmente. Desde el grupo italiano se ha apostado por un acercamiento al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, y un cambio importante de imagen, especialmente en Telecinco.

La guerra entre Vivendi y Amber Capital, capitaneado por el propio Oughourlian, es la gran lucha en este momento

Vivendi, por su parte, también cuenta con una calurosa bienvenida por parte de los ‘populares’, que cercenarían de esta forma uno de los pocos medios fieles al PSOE. No obstante, esta situación ha cambiado completamente tras el resultado electoral del pasado 23 de julio, donde Pedro Sánchez salió perdedor, pero con opciones de conseguir el apoyo de Junts si finalmente materializa la amnistía.

LOS CAMBIOS DE OUGHOURLIAN, AL CALOR DE LA MONCLOA

La línea de Prisa es fundamental para Pedro Sánchez, más cuando sólo tiene la Mesa del Consejo de Ministros para explicar sus medidas y replicar a la oposición. El resto del poder, a excepción de Castilla-La Mancha, Navarra, Cataluña, País Vasco y Asturias, se lo reparte el PP con mayoría absoluta o con Vox. De hecho, el propio Oughourlian realizó un acercamiento serio a Feijóo tras el resultado electoral del 28 de mayo, donde el PP arrasó y tiñó de azul el mapa municipal y autonómico. No obstante, con las elecciones de julio, el presidente de Prisa volvió al redil de Sánchez.

No obstante, los grupos mediáticos interesados en Prisa no son del agrado de Pedro Sánchez, pero la búsqueda de encontrar un inversor no se detiene y desde hace meses se ha activado la operación. Entre los accionistas de Prisa también se encuentran Banco Santander, que alcanza el 4,145%, así como los Polanco, a través de Rucandio, con el 7,611%, pero también se encuentra el magnate Carlos Slim y una apuesta por Prisa le podría dar alas a su América Móvil. La participación del mexicano se realiza a través de Control Empresarial de Capitales, con el 7,015%.

Oughourlian, presidente de Prisa, trata de ganarse el favor de Pedro Sánchez
Oughourlian, presidente de Prisa, trata de ganarse el favor de Pedro Sánchez

La guerra por el poder en este conglomerado ha sido una constante, desde la salida de Juan Luis Cebrián, quien despotricó de Sánchez; a los bloqueos a accionistas con más de un 5%, como le ocurrió a Lázaro Roberto Alcántara, consejero delegado de la aerolínea de bajo coste Viva Aerobús y quien ha perdido cientos de millones con su inversión. Su participación ha caído por debajo del 5%, hasta el 4,805%.

PRETENDIENTES PARA PRISA Y PERMISO DE SÁNCHEZ

La guerra entre Vivendi y Amber Capital, capitaneado por el propio Oughourlian, es la gran lucha en este momento. Por un lado, la deuda y la financiación aprietan, por el otro Sánchez manda y alejarse del presidente del Gobierno en funciones no parece ser la mejor decisión cuando está en juego una legislatura.

No obstante, para Prisa es más imperioso encontrar inversores para su deuda, más cuando sus accionistas están soportando importantes pérdidas desde hace casi 15 años. La paciencia de los inversores se agota y las constantes subidas de tipos de interés no ayudan en nada. Prisa está abonando por su deuda cerca de un 11% -euríbor más un 8%- y en cada negociación suben aún más los intereses debido a esa acción del Banco Central Europeo (BCE), que ha priorizado enfriar la economía a base de frenar el crecimiento mientras los precios continúan en niveles altos.

VIVENDI PUGNA CON OUGHOURLIAN POR LA DEUDA

Cabe señalar que los principales beneficiados de las últimas emisiones de deuda convertible, a 0,35 euros por acción, fueron precisamente Amber Capital y Vivendi. En total se colocaron 130 millones de euros y por ahora el precio de las acciones se sitúa tan sólo un céntimo por encima, a cierre de este lunes.

Con esta nueva inversión, Vivendi podría alcanzar umbrales superiores a los fijados por la ley de opas y control de empresas estratégicas. De esta manera, en cinco años, Vivendi alcanzaría una parte importante en caso de que realizar la deuda en acciones. Todo ello, con permiso de la posible opa de Mediaset o bien el control de Banco Santander, que lidera el pool bancario. Sea como fuere, con Pedro Sánchez en el poder, el control de Prisa será del PSOE, al menos si consigue la investidura. En caso contrario, la situación podría cambiar por completo.