La presidenta de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), Cristina Herrero, se ha cansado. Asegura que cada vez llega a su institución menos gasto público que analizar, al tiempo que aprovecha para pedir más independencia para poder realizar adecuadamente su trabajo.
La AIReF acaba de finalizar la tercera fase del denominado ‘Spending Review’, el análisis del gasto público, llegando a la conclusión de que en este periodo sólo se han podido revisar 18.000 millones de euros de gasto público. Casi la mitad que en la segunda fase, en que el análisis abarcó los 33.000 millones de euros y muy lejos de los más de 50.000 millones que se incluyeron en la primera fase del estudio. Es decir, que el Ejecutivo ha recortado cerca del 65% el gasto público que la AIReF tiene que analizar.
La razón principal de este recorte en los análisis se debe a que el Gobierno ha dejado de enviar los gastos destinados a Sanidad y a Educación. Además de que, según Herrero, las políticas públicas no se diseñan con la intención de ser evaluadas y muchas de ellas «no tienen un objetivo concreto». Y por si fuera poco, la información que llega a la AIReF para su análisis es a menudo de «escasa calidad y difícil acceso», lo que aún dificulta más su trabajo.
EL GOBIERNO HA DEJADO DE ENVIAR A LA AIReF LOS GASTOS DE SANIDAD Y EDUCACIÓN
El Gobierno cuando se creó la AIReF, el 14 de noviembre de 2013, tuvo que aprobar una Ley Orgánica para adaptar los órganos supervisores de las cuentas públicas, tal como exigía la Unión Europea. Por tanto, en la Ley Orgánica se especificaba que la AIReF es una Autoridad Administrativa Independiente (AAI) con personalidad jurídica propia y plena capacidad pública y privada, que ejerce sus funciones con autonomía e independencia respecto de las Administraciones Públicas.
Pues bien, Cristina Herrero considera que el Gobierno está imposibilitando su trabajo, ya que el Ejecutivo debe asumir el compromiso de llevar a cabo una revisión del gasto público, lo cierto es que sólo permite hacer esas revisiones una vez realizado el gasto.
Además, la presidenta de la AIReF lamenta que el Ejecutivo incluya en las leyes que va aprobando encargos para su supervisión, pero sin consultarles tan siquiera sobre la posibilidad de realizar evaluaciones sobre la idoneidad o no de realizar ese determinado gasto público, o estimar qué partida sería necesaria.
LA AIReF SE QUEJA DE NO RECIBIR PLANES BÁSICOS SOBRE LA EVOLUCIÓN ECONÓMICA
Por si fuera poco, los ‘encargos’ del Gobierno se soliciten con plazos tan ajustados que no le permiten decidir qué evaluar ni a qué dedicar los recursos que esos estudios realmente necesitan.
De esta forma, y ante la poco importancia que parece darle el Ejecutivo, Cristina Herrero considera que la AIReF no puede analizar determinados ámbitos que considera que son necesarios para conocer la marcha más ampliamente sobre el gasto público. Este sería el caso del sector sanitario, la atención primaria o el sector educativo.
Un ejemplo claro de cómo actúa el Gobierno es la decisión del departamento que dirige María Jesús Montero de aprobar el plan de Revisión del Gasto para el periodo 2022-2026 sin contar con la opinión de la Autoridad fiscal.
Pese a las reiteradas peticiones de Herrero, lo cierto es que hasta el momento el Gobierno no ha respondido a ninguna. Sin embargo, cuando al Gobierno le ha interesado le ha pedido realizar análisis como realizar el seguimiento del precio de los carburantes en plena escalada de los precios, pese al pago de 20 céntimos al litro de gasolina o diésel..
LA SOLUCIÓN QUE PIDE LA AIReF AL GOBIERNO
Ante la falta de soluciones, desde la AIReF se pide un cambio en la Ley Orgánica para poder garantizar su financiación, y reclama que se pueda convertir la evaluación en una función permanente con el fin de mejorar el proceso de encargo del Ejecutivo.
Asimismo, Herrero considera básico que la AIReF pueda proponer las materias a analizar, porque según dijo «España está yendo hacia una deriva en materia de evaluación».
Además, Herrero ha señalado que las políticas públicas no se diseñan con la intención de ser evaluadas y muchas de ellas no tienen un objetivo concreto. También ha criticado que la información disponible es a menudo de escasa calidad y difícil acceso, lo que deja menos margen de actuación.
UNA DE LAS BRONCAS MÁS SONADAS ENTRE LA AIReF Y ESCRIVÁ, SU ANTIGUO PRESIDENTE
En junio de este año fue sonado el conflicto entre la AIReF y el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migración, José Luis Escrivá. Casualmente, Escrivá fue el primer presidente de la AIReF y al que sustituyó la propia Cristina Herrero. El enfado de la presidenta fue tal que hasta llegó a recriminar a Escrivá que nadie debe dar el salto del organismo al Gobierno, como hizo el ministro de Seguridad Social.
La disputa entre Escrivá y Herrero tuvo su origen en el análisis que la AIReF había realizado sobre sobre el ingreso mínimo vital (IMV), en el que se afirmaba que esta prestación se estaba estancando, a lo que añadía que más de la mitad de los hogares que cumplía los requisitos para solicitarla ni siquiera lo hacía.
Escrivá se sintió sorprendido por las críticas de Herrero y la contestó tenía una «visión muy estrecha de lo que es la independencia».
