Mónica García y Ada Colau se ven en el Ministerio de Sanidad y Vivienda, respectivamente. Así lo deslizan y alardean en sus círculos más cercanos, pese a que piden prudencia y respeto a las decisiones del presidente del Gobierno en funciones en público.
Mónica García, diputada por la Asamblea de Madrid, y Ada Colau, concejal en la oposición en el Ayuntamiento de Barcelona, tenían la orden de guardar con cierto celo sus nombramientos por exigencias de Yolanda Díaz, líder de Sumar, vicepresidenta tercera y ministra de Trabajo en funciones, en las negociaciones con el PSOE.
Díaz ha pedido nuevas carteras y un mayor peso en el Ejecutivo para evitar incómodos encasillamientos y eliminar a la adversaria más potente de Unidas Podemos, Irene Montero. No obstante, la discreción no va con ninguna de ellas y tanto en público como en privado dejan la puerta abierta a dar el salto al Consejo de Ministros, con acceso al Falcon y de un moderno coche oficial en la puerta. Ni Mónica García ni Ada Colau desmienten la posibilidad de ser ministras, pero en privado ya preparan las maletas para mudarse a las plantas más nobles de la capital. Todo un sueño, del que podrían despertar más pronto que tarde si Sánchez dispusiera de otros planes para Sumar.
La maniobra a tres bandas pasa por recoger dos Ministerios importantes y sociales, además de Trabajo e Igualdad, intocables para la líder de la coalición de partidos. Los nuevos nombramientos de Sánchez son una petición expresa, sin ambigüedades, según apuntan las fuentes consultadas. Es decir, Yolanda Díaz no sólo no ha pedido los Ministerios y nuevas responsabilidades en el Gobierno, sino que, además, «ha puesto en la lista nombres y apellidos». Todo a cambio de los 31 votos de Sumar en el Congreso de los Diputados.
EXIGENCIA DE YOLANDA DÍAZ CUANDO SÁNCHEZ AÚN NO ERA CANDIDATO
No obstante, en el PSOE no ven con buenos ojos estas peticiones y menos que se alardee de las mismas, aunque sea en privado. «La decisión es única y exclusiva del presidente del Gobierno y aún no se dan las condiciones para poder afrontar la investidura con garantías», han sostenido fuentes socialistas. En este sentido, creen que Yolanda Díaz, Mónica García y Ada Colau están «vendiendo la piel del oso antes de tiempo».
Los movimientos de Yolanda Díaz no están gustando ni en el fondo ni en las formas en el seno del PSOE. Díaz ha emplazado a Sánchez a aupar a sus dos adalides antes incluso de que el Rey Felipe VI designara al jefe del Ejecutivo en funciones para la investidura, pero en Sumar tienen mucha prisa para evitar una nueva contienda electoral y buscan dejarlo todo atado, aunque sea de forma prematura. De hecho, todos los esfuerzos se centran ahora en arrancar el apoyo del prófugo Carles Puigdemont con una ley de amnistía.
MÓNICA GARCÍA Y ADA COLAU VENDEN LA PIEL DEL OSO ANTES DE TIEMPO
Tanto Mónica García como Ada Colau tendrían serios problemas a la hora de ser ministras. La líder de Más Madrid en la Comunidad tiene que responder por su chalet en Cercedilla, ubicado en una zona reservada para la construcción de un hospital. La médica y madre, además, estaría consensuando su relevo al frente de la oposición en la Asamblea y llevarse a los más próximos de su círculo, como Pablo Padilla, el médico de atención primaria y un ‘bestseller’ en el ámbito de confianza de los ‘morados’ de Manuela Carmena.
MÓNICA GARCÍA BUSCA UN SITIO BAJO EL COBIJO DE DÍAZ
Mónica García, no obstante, sopesa rescatar a Rita Maestre para su Ministerio de Sanidad. La relación entre ambas pasa por una época excelente y las risas entre ambas muestran una gran complicidad laboral, como se pudo comprobar en la campaña de las elecciones municipales del pasado 28 de mayo. No obstante, este trabajo conjunto no tuvo los resultados esperados. El amargo sabor de la derrota y el escozor por la mayoría absoluta de José Luis Martínez-Almeida, alcalde de Madrid, han dejado a Maestre sin margen de maniobra en la oposición.
Alejada ahora de las polémicas de antaño, la ex de Podemos busca ahora su acomodo en plantas nobles e incluso suena como secretaria de Estado, en sustitución de Silvia Calzón; mientras Padilla estaría en la nueva Secretaría de Salud Digital, cargo que ostenta ahora Juan Fernando Múñoz.
En Barcelona, la salida de Ada Colau del Ayuntamiento es más que un hecho, por más que reitere su intención de mantenerse a las órdenes de quienes la votaron. El Ministerio de Vivienda, Transportes y Agenda Urbana sería su sitio ‘natural’, pero con permiso del PSC, que exige su cuota en el Gobierno toda vez que sus resultados han dado la opción a Pedro Sánchez para revalidar la Presidencia de España.
EL PSC DESPOJADO DE VIVIENDA POR COLAU
De esta forma, Raquel Sánchez, muy criticada por el ala independentista por los graves fallos en Cercanías, tendría que buscar una nueva ubicación. Colau cobraría su particular venganza con los socialistas catalanes, más cuando tendría un mayor poder a la hora de poder cortar los retrasos y demoras a la hora de implementar las zonas de bajas emisiones, como han hecho los Ayuntamientos de Gijón y Badalona.
Asimismo, su proximidad con el ala más radical de Junts y ERC haría rebajar las exigencias al Gobierno por parte de las formaciones independentistas, pero al mismo tiempo laminando sin prisa pero sin pausa el trabajo realizado desde la Transición para asentar la Democracia. Y es que, Colau es abiertamente favorable a un referéndum de autodeterminación.
Con ella en Vivienda, la situación de los fondos de inversión y la búsqueda de dinero fresco será una traba de muy difícil superación, tal y como se ha comprobado en Barcelona, relegada a la oposición y con un Jaume Collboni dispuesto a revertir el plan urbanístico que los socialistas aprobaron en tiempos de la exalcaldesa. Su círculo más cercano se prepara ahora para trabajar en el Consistorio sin su voz más potente, como ocurre en Madrid.
No obstante, hay quien ve este salto como el que dio Inés Arrimadas en Ciudadanos, un salto para abandonar Barcelona, ciudad a la que ella dio la espalda y los barceloneses respondieron con la misma moneda en las urnas, encumbrando a Xavier Trias, otrora el máximo adversario de Colau. No obstante, el que fuera el ‘archienemigo’ de Colau no gobierna debido a la falta de apoyos por una nueva traición de ERC y el apoyo de los ‘populares’ a Collboni, dos movimientos que dejaron la miel en los labios al elegido por Puigdemont para reconquistar Barcelona.
JORDI MARTÍ Y JANET SANZ, POSIBLES ACOMPAÑANTES DE COLAU
Colau premiará a su enviado en estas negociaciones con Puigdemont por la amnistía, el letrado Jaume Asens, como también podría encumbrar a su mano derecha, Gerardo Pisarelo, con un puesto dentro del Gobierno de España, a pesar de querer quitar la bandera del país en un acto durante la Mercé de hace unos años.
Por su parte, Jordi Martí quedaría al frente del grupo municipal en el Ayuntamiento de Barcelona, una carga de trabajo extra para el también diputado provincial, mientras que Janet Sanz buscaría también sus opciones para dar el salto a la capital. Ambos, Sanz y Martí han sido los artífices del urbanismo táctico de Barcelona, con la colocación de bloques de hormigón en la calzada y el recorte de carriles, convirtiendo a la Ciudad Condal en una ratonera perfecta, más cuando las obras prosiguen, mientras se acumulan las sentencias judiciales en su contra. Si Colau va a Vivienda más de un inversor se lo va a pensar dos veces a la hora de dejar su dinero con estos antecedentes.
