Los ronquidos son esos molestos ruidos nocturnos que pueden convertirse en una verdadera pesadilla para quienes comparten la cama con alguien que ronca durante la noche. Sin embargo, antes de entrar en desesperación, es importante saber que existen medidas sencillas que pueden ayudar a sobrellevar este problema y recuperar la paz en el dormitorio.
Uno de los consejos más efectivos es animar a tu pareja a realizar cambios en su estilo de vida. Los ronquidos suelen estar relacionados con hábitos que se pueden modificar. Algunas sugerencias incluyen evitar el consumo de alcohol antes de acostarse, mantener un peso saludable y dormir de lado en lugar de boca arriba.
Es esencial prestar atención a posibles señales de alerta, como despertarse sin aliento o sentir fatiga durante el día, ya que podrían indicar un trastorno más serio, como la apnea del sueño. Si esto ocurre, es crucial buscar la ayuda de un especialista, ya que la apnea del sueño puede tener graves consecuencias para la salud, como la hipertensión.
7¿Por qué se producen los ronquidos? Entendiendo la ciencia del sueño

Los ronquidos son ruidos molestos que a menudo perturban el sueño, pero ¿por qué ocurren? Durante el sueño, nuestros músculos se relajan, incluyendo los de la garganta y el cuello. Cuando esta relajación es excesiva, puede alterar el flujo de aire a través de las vías respiratorias, causando vibraciones y, por lo tanto, ronquidos. La posición al dormir también desempeña un papel crucial; acostarse boca arriba aumenta la probabilidad de roncar.
El peso es otro factor relevante. El exceso de peso puede ejercer presión en las vías respiratorias, contribuyendo a los ronquidos, independientemente de la posición al dormir. En personas delgadas, las causas pueden variar, desde una campanilla larga hasta patologías en el paladar, la lengua o la laringe.
Además, existe una diferencia de género, con una mayor incidencia de ronquidos en hombres, aunque las mujeres posmenopáusicas también pueden verse afectadas. Comprender las causas de los ronquidos es esencial para abordar este problema y mejorar la calidad del sueño, que afecta al 40% de los adultos y hasta al 10% de los niños.