ERC evita sudar la camiseta e inflama a las bases: «Junts nos saca ventaja»

ERC reconoce las limitaciones en su negociación con el PSOE, al menos indirectamente. La entrada triunfal de Carles Puigdemont está cada vez más cerca y los republicanos de Oriol Junqueras ven desvanecerse sus opciones para mantener la hegemonía.

Tanto el líder de ERC como Gabriel Rufián aseguraron a los suyos que «los votos de ERC hay que ganárselos a pulso. «Los votos de Esquerra se sudan. Hay que sudar la camiseta», afirmó Gabriel Rufián, portavoz de Esquerra en el Congreso de los Diputados. No obstante, el alma y núcleo duro republicana choca con el ala más moderada de ERC, la de Pere Aragonès, que ha pasado de exigir el referéndum como línea roja para aceptar el sí a Pedro Sánchez a aplazarlo después de la investidura.

Con las dos posturas enfrentadas y en una cruenta batalla fratricida que tendrá lugar este sábado en unas primarias donde Junqueras se enfrentará a las bases y pondrá en juego su liderazgo por primera vez dado que es la primera vez que se presentan varias candidaturas tras el batacazo en las elecciones municipales y generales de los pasados meses de mayo y julio, respectivamente.

ERC ante su única oportunidad para arrancar un acuerdo

En esta negociación, las dos caras de ERC son cada vez más visibles. Por un lado, Junqueras y Rufián meten cada vez más presión al PSOE de Pedro Sánchez y exigen un referéndum antes de la investidura. «Es su única oportunidad para arrancar un acuerdo», sostienen desde el ala republicana.

JUNQUERAS Y ERC SE LA JUEGAN EL SÁBADO

No obstante y ante el temor a una repetición electoral, la izquierda independentista catalana no tiene tampoco más salidas a la hora de admitir su estatus en la negociación, por más que Rufián advierta de que venderá muy cara la investidura de Pedro Sánchez. En este sentido, las fuentes señalan que no hay una posición de dominio. «La alternativa a un no en la negociación es peor que dar el sí. ERC está muy tocada, sin rumbo claro y vista como una traidora en el ámbito civil y político», han considerado.

De esta forma, ERC no tiene más remedio que apoyar la investidura, incluso si sus bases se negaran. «Habrá consulta a la militancia por los pactos, pero dependerá también del resultado de las primarias, especialmente en Barcelona», han sostenido. Este sábado, los republicanos decidirán entre la concejala Eva Baró, la escogida por Oriol Junqueras, o Patricia Gomà, la candidata de la militancia. En caso de salir escogida la segunda, la secretaria general de Educación podría romper en dos a Esquerra, hundiendo la estrategia del indultado exvicepresidente de la Generalitat.

Pere Aragonès, presidente de la Generalitat, criticado por tierra, mar y aire
Pere Aragonès, presidente de la Generalitat, criticado por tierra, mar y aire

Si la estrategia de Junqueras quedara descartada este 21 de octubre la situación de las negociaciones podría cambiar radicalmente, con un no rotundo a la negociación con el PSOE y la exigencia de un referéndum. Gomà es una independentista pura, sin subterfugios ni atajos, reniega de los cantos de sirena ni de promesas inconcretas. Con este perfil se alzó con la federación de Barcelona en 2012 y ahora se muestra más combativa para exigir una vuelta de tuerca más en las negociaciones con los socialistas.

LA GUERRA INTERNA EN ERC SE RECRUDECE

La candidata no oficialista tratará de hacerse un hueco, pero se encuentra frente a todo el aparato continuista. La entrada de Gomà obligará a recular a Junqueras, que no puede controlar las dos almas dentro de ERC, como tampoco puede con Aragonès a la hora de condicionar el discurso y el relato.

El presidente de la Generalitat sale ahora del tiesto y afirma que la fórmula del referéndum se decidirá a posteriori, después de la votación en la sesión de investidura de Pedro Sánchez. De esta forma, da a entender que será un «sí» al PSOE, según deslizan las mismas fuentes. «Se está adelantando a un escenario muy incierto», apuntan las mismas fuentes. «ERC debe atar el referéndum sí o sí y dejarse de fórmulas imaginativas y comparativas», advierten las mismas fuentes. «Junts nos está cogiendo a pie cambiado; nos sacan ventaja», han alertado.

ERC jugaba con una gran ventaja antes de que a Carles Puigdemont le tocara El Gordo de Navidad el pasado 23 de julio. Sus siete diputados eran y son cruciales para la investidura de Pedro Sánchez y esta vez no dará su brazo a torcer antes de tiempo. El prófugo residente en Waterloo no dispone del control de los micrófonos institucionales, como tampoco el de la Generalitat ni menos de las televisiones públicas catalanas, como TV3. Pero tiene los diputados necesarios para relegar a ERC a un segundo e incluso tercer plano.

ARAGONÈS Y ERC, SUPERADOS POR JUNTS

De ahí la importancia ahora por la lucha interna de poder en el seno de los republicano de Junqueras, a quien no ayudan las palabras de Aragonès. El presidente de la Generalitat busca ahora un consenso en la mesa de partidos, una tabla donde el PSC buscaba los consensos siempre y cuando estuvieran dentro del marco legal. Los socialistas catalanes de Salvador Illa, por su parte, se oponen taxativamente a realizar una consulta.

La fórmula de Aragonès pasa por «un referéndum a la escocesa, en que la ciudadanía se pueda pronunciar con un ‘sí’ o un ‘no’ sobre la independencia, y a partir de aquí se empiece el camino que lleve a su implementación», ha señalado. Sobre la mesa todo vale y el papel todo lo aguanta, pero la premisa del PSOE es más nítida aún: «Ni referéndum ni consulta no vinculante». En Junts, sin embargo, la visión es muy diferente. Los de Puigdemont no buscan el referéndum como un medido puesto que tienen la «vía unilateral», como ya hicieron en 2017.

Para Aragonès, la alternativa pasa por una consulta acordada, con todos los pasos bien definidos para realizar la consulta que rompería por completo la Constitución ya que es el Estado el único con potestad para cuestionar sobre la cuestión, pero al mismo se rompería la unidad de España al ponerla en duda. De nuevo, se utilizan recursos para elaborar informes jurídicos para celebrar dicha propuesta, una tarea encargada al Institut d’Estudis d’Autogovern (IEA). Se trata de otro grupo de expertos que analizarán la propuesta, aunque la Constitución es muy clara al respecto.