El Hierro ya no puede hacerse cargo de tantos migrantes que llegan a sus costas. Ni mayores ni menores. En solo un par de semanas han llegado en cayucos más de 5.000 personas. En los centros de acogida hasta tienen que utilizar los garajes de los coches para ubicarlos porque las instalaciones preparadas para esta labor están totalmente desbordadas
Cada día que pasa se cuentan por más de cientos los migrantes que llegan en cayuco porque la Isla del Hierro es la más cercana en la vía marítima que utilizan los que intentan escapar desde Senegal o Mauritana. El propio presidente del Cabildo de El Hierro, Alpidio Armas, describe la situación como desesperada «El Hierro no puede más con el drama de la inmigración», al tiempo que define la situación de «sobrepasada y superada», mientras sus quejas y peticiones de ayuda desde hace más de un mes parecen caer en saco roto.
Los llamamientos a la desesperada se topan contra la pared de la inexistencia de soluciones efectivas, ya que se siguen sin aumentar los escasos recursos, mientras las personas que forman el dispositivo de acogida se encuentran al borde de la extenuación. Armas explica que llega un momento que por más voluntad que se ponga no puede evitarse desfallecer.
CADA DÍA LLEGAN MÁS CAYUCOS CON MÁS MIGRANTES
Lo ocurrido esta última semana es una muestra más de que las oleadas de migrantes que llegan van en aumento, cada vez más numerosos y más desesperados. Esta semana El Hierro recibió en un solo día, es su récord, 688 personas, un volumen que gran magnitud si se tiene en cuenta que los habitantes apenas si supera los 10.000 residentes. Este mismo viernes la primera embarcación llegó con 148 migrantes. Como siempre, tras prestarles asistencia sanitaria en el muelle se cuentan el número y los menores, en este caso 20. El jueves llegaron seis cayucos con algo más de 400 personas.
Ya no hay instalación, ni fija ni temporal, que pueda acoger ni a una sola persona. Su única ‘salvación’ son las derivaciones que diariamente se hacen hacia Tenerife. Hacia la isla tinerfeña se deriva la mitad de los migrantes que llegan, pero solo la mitad. Si se siguen sin dar otras alternativas llegará un momento en que ni se puedan mover de donde llegan y, no hay más sitio.
Se traslada la mitad de los migrantes mayores de edad. Pero los menores se quedan en la isla y ya hay contados 243 menores extranjeros no acompañados. A principios de mes, según datos del Ministerio de Interior, había 64.
Sus argumentos y demanda de ayuda se basan en estos números. Desde la isla se pide a la Consejería de Bienestar Social del Gobierno de Canarias «que se aplique la misma demanda que le hace al Gobierno de España, la agilización en las derivaciones en este caso de los menores no acompañados, a los cuales se les está dando atención en unas condiciones muy mejorables, y desatendiendo otras como la integración y la escolarización por excederse el límite de lo realmente admisible y compatible con las proporciones de esta isla».
La respuesta de las autoridades de la comunidad, el mismo día en que llegaron más de 400 migrantes decidió trasladar a 320, pertenecientes a alguno de los centros de acogida temporal de El Hierro, con destino a Tenerife. El problema que en dos días habían llegado 847 personas en cinco cayucos.
EL HIERRO PIDE AUXILIO CON MEDIDAS URGENTES Y EXTRAORDINARIAS
Por la vía normal ya no se puede dar respuesta. La autoridad de la isla pide auxilio con medidas «urgentes y extraordinarias» para dar respuesta a un drama humanitario que crece día a día, sin vérsele un final, y para el cual «no se atisban soluciones definitivas sino continuos parches», sin tener en cuenta que la presión migratoria afecta primeramente a un dispositivo insuficiente y agotado, y también a los servicios básicos de la ciudadanía, que también se encuentran al límite, como es el caso del personal sanitario.
El Cabildo de El Hierro asegura que no se dan soluciones definitivas sino «continuos parches»
Incluso la administración de la isla está «prácticamente paralizada y en exclusiva para solucionar con buena voluntad el fenómeno migratorio», una competencia que no es de la corporación insular y que asumen por «compromiso social», según describe el responsable del Cabildo.
Por lo que respecta al Gobierno Central en funciones, a principios de semana el Consejo de Ministros autorizó, a propuesta del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, un refuerzo de personal de las Fuerzas de Seguridad en la comunidad canaria, tras reunirse con la Autoridad de Coordinación frente a la Inmigración celebrada en Las Palmas de Gran Canaria.
De esta forma, se autorizó la incorporación de dos nuevos aviones de la Guardia Civil a partir del pasado martes para realizar labores de vigilancia marítima en la ruta atlántica para reforzar el dispositivo de gestión migratoria en el archipiélago.
Tampoco desde el ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migración, José Luis Escrivá, que se desplazó este mismo jueves a la isla hay una solución rápida. se comprometió a dotar el sistema de ayudas de atención con 50 millones de euros. Tras reconocer el problema que existe en la isla, también recalcó que en estos momentos existen muchos más efectivos que en 2020, y que se sigue cumpliendo el compromiso de que haya menos de 6.000 migrantes en todas las islas. También aseguró que el sistema de acogida diseñado está demostrando su validez por su «flexibilidad y capacidad de aumentar plazas si es necesario».
LA SOLUCIÓN DEL GOBIERNO ES INTENSIFICAR LA VIGILANCIA MARÍTIMA PARA EVITAR LA LLEGADA ILEGAL DE MIGRANTES
Asimismo, un CN-235 se desplegará en Dakar (Senegal) para patrullar durante los próximos 45 días las costas de Senegal y Mauritania, y un Beechcraft Super King Air 350i se unirá a las tareas de patrulla desde Canarias. Estas dotaciones se han aprobado después del viaje realizado por el propio MarlasKa a Mauritania, estando previsto otro a Senegal. El ministro español intenta aumentar la cooperación con los países de origen y tránsito de la migración por considerar que es «el mejor camino» para frenar la inmigración ilegal.
Pese a las urgencias que exigen desde El Hierro, el ministro responde que «no existen recetas mágicas ni atajos, sino un trabajo constante y sostenido en el tiempo», que España lleva realizando desde hace cinco años y que ha evitado en lo que llevamos de año que hayan llegado a Canarias 12.000 migrantes.
Marlaska explica que «no existen recetas mágicas ni atajos, sino un trabajo constante y sostenido en el tiempo»
Según Marlaska, la cooperación «no es una entelequia» sino que supone «menos presión para las islas, menos vidas truncadas y significada combatir sobre el terreno, con equipos sobre el terreno, con equipos conjuntos de Policía Nacional, Guardia Civil, policías locales, a las mafias que trafican con personas, lucrándose de la desesperación».
Pese a la lentitud en las soluciones que denuncia el presidente del Cabildo de El Hierro, el ministro asegura que la coordinación y colaboración que se está desplegando «está permitiendo responder con celeridad y eficacia» al incremento de llegas irregulares a Canarias, y en particular a la isla de El Hierro.
En Interior recalcan que las nuevas dotaciones aprobadas esta semana se suman al refuerzo de efectivos realizado a principios del mes de septiembre en El Hierro, que incrementó la dotación de la Guardia Civil en la isla en un 18%. También se han incorporado a la isla de forma permanente una decena de agentes de la Policía Nacional, especialistas en Extranjería y Fronteras y en Científica, para tramitar los procedimientos iniciales de reseña de los migrantes.
Asimismo, agentes de los Grupos de Reserva y Seguridad de la Guardia Civil se han desplazado a El Hierro para colaborar en los procedimientos de derivación hacia otras islas, traslados en los que han participado la patrullera de la Guardia Civil Río Segura y su tripulación.
Grande-Marlaska ha destacado también en la reunión en Canarias el incremento de las plantillas de Policía Nacional y Guardia Civil en Canarias como uno de los elementos que han ayudado a hacer frente al fenómeno migratorio. Las plantillas han aumentado en el archipiélago un 11,8% desde 2018, superando por primera vez los 7. 930 efectivos, contrarrestando así la pérdida de más de 630 agentes que se había producido entre 2011 y 2018.
