Jácome, el mercenario de la política gallega

Jácome, como llaman al ourensano Gonzalo Pérez Jácome, tiene fama de excéntrico y de ejercer la política con cierto grado de locura desde que tiene el bastón de mando de alcalde de la ciudad de Ourense. Pero sus excentricidades han quedado acalladas por todos los cambios que ha introducido en la ciudad para mejorar la vida de los ciudadanos. Es de los pocos que puede presumir de haberle ganado la partida al PP en su feudo gallego, sobre todo, a la todo poderosa familia Baltar, que durante más de tres décadas tenía el control total de la provincia y garantizada la mayoría absoluta al PP.

Tras lograr dos alcaldías seguidas, pese a que el PP obtuvo más votos en la primera y ya en la segunda le adelantó al obtener el 33,8% de los votos, el líder de Democracia Ourensana ha decidido dar el salto del cabildo a toda la comunidad. Acaba de anunciar que su partido se presentará para obtener la presidencia de la Xunta de Galicia. Un órdago por todo lo alto de alguien que fue capaz de acabar con uno de las familias de caciques más arraigadas de la cultura política gallega, los Baltar. La misma que no fue de capaz de quitar de en medio el propio Alberto Núñez Feijóo cuando lo intentó siendo presidente por mayoría absoluta de la Xunta gallega en 2010.

Es uno de los pocos políticos gallegos que puede presumir de haber ganado la partida al PP de GaliciA

Jácome, como le ocurrió en Ourense, está dispuesto a cambiar las preferencias de los gallegos en las urnas e intentar que el candidato que obtenga más votos, aunque insuficientes, le necesite, si logra obtener representación parlamentaria. El alcalde de Ourense asegura que está dispuesto a “pactar con el diablo” con tal de obtener mejoras para su ciudad. Ya en las municipales de 2019, siendo el tercer candidato más votado, por detrás de PP y PSOE logró pactar con Baltar y se convirtió en alcalde. El PP lo prefirió antes de que fuera el PSOE el que gobernara, y le cedió la alcaldía a cambio de la Diputación provincial. Cuatro años más tarde ha ocurrido algo parecido, mientras Jácome sigue con sus proyectos de poner escaleras mecánicas en las calles más empinadas de su ciudad.

Tras acabar con el ‘reinado’ de la dinastía de los Baltar, que controló la provincia de Ourense durante más de tres décadas, el edil gallego ha ganado aun mas confianza para optar a ser la llave de la gobernabilidad de la Xunta de Galicia. A cambio, lo único que pide es una «discriminación positiva para Ourense». Su única opción es que ningún partido obtenga mayoría absoluta, aunque desbancar la mayoría absoluta del PP, ya sin Alberto Núñez Feijóo, parece todavía muy lejana, con su sucesor Alfonso Rueda.

LA IDEOLOGÍA DE DEMOCRACIA OURENSANA ES LA DE UN PARTIDO «ATRAPALOTODO»

Jácome consiguió en 2019 la alcaldía de Ourense pese a ser la tercara fuerza más votada
Jácome consiguió en 2019 la alcaldía de Ourense pese a ser la tercara fuerza más votada

Jácome, que creó Democracia Ourensana al mismo tiempo que inauguró su propio canal de televisión, no quiere cambiar su talante provocativo y transgresor. Si el PP vota en contra de algunas de sus propuestas en el ayuntamiento ourensano, les avisa «arrieros somos» con el desparpajo de un político que no se siente adscrito a ninguna ideología. Si se busca en Wikipedia cuál es la ideología de Democracia Ourensana nos topamos con el mismo talante de su presidente: personalismo, localismo, liberalismo económico, populismo, constitucionalismo, liberalismo clásico. Y aún va más alla cuando explica su «posición: partido atrapaloto».

Su partido se identifica con el personalismo, localismo, liberalismo económico, populismo, constitucionalismo y liberalismo clásico

En sus cálculos no descarta que BNG y PSdeG —con el apoyo de la coalición de Sumar– puedan hacer tambalear la mayoría absoluta del PP. El problema sería tener que negociar con Jácome porque nunca se sabe por dónde puede salir. Algo más le conocen en el PP gallego con el que tuvo que negociar en 2019 y en 2023. En la primera ocasión, uno de los puntos del acuerdo fue su compromiso de no presentarse a las elecciones autonómicas. En 2023, tras asegurarse la Diputación provincial, el PP incluso intentó pactar con PSOE y BNG con tal de que Jácome no repitiera como alcalde, pero no lo consiguió, pese a ‘recolocar’ a José Manuel Baltar en el Senado. Jácome había conseguido 10 concejales, el PP, 7; PSOE, 6 y BNG, 4. Jácome, eso sí, había regalado a cada habitante empadronado en la ciudad 100 euros. Así logró ser el más votado.

A principios de octubre incluso informó a Alfonso Rueda de sus intenciones. También le explicó cuál sería su precio a cambio del apoyo de sus diputados: «provocar una lluvida de inversiones en Ourense». Este optimismo choca con las encuestas internas de algunos partidos que le reconocen que podía obtener entre 1 o 2 representantes en el Parlamento gallego.

LOS BALTAR, UNA FAMILIA QUE GANÓ EL PULSO A FEIJÓO PERO QUE NO PUDO CON JÁCOME

Jácome le ganó la partida al candidato de Núñez Feijóo en el ayuntamiento de Ourense
Jácome le ganó la partida al candidato de Núñez Feijóo en el ayuntamiento de Ourense

El empresario Jácome, dueño de una tienda de fotografía heredada de sus padres, tiene a gala haber alejado de Ourense a los Baltar. Una ‘proeza’ que no pudo conseguir ni el propio Núñez Feijóo y eso que lo intentó con ahínco en 2010, cuando intentó que José Manuel Baltar (padre) abandonara la presidencia del PP ourensano. Presentó otro candidato para que Baltar padre no consiguiera que su hijo heredara su cargo y continuar con su política rural y enfrentada al partido.

Manuel Fraga, Mariano Rajoy y Alberto Núñez Feijóo fracasaron en su intento de acabar con la saga de los Baltar en ourense; Jácome lo consiguió

Tampoco pudieron con Baltar padre las numerosas denuncias perdidas por enchufes masivos de compromisarios y familiares en la Diputación en los meses anteriores a la elección del nuevo líder del PP de Ourense. El candidato de Feijóo y Rajoy no pudo con aquellos enchufes. Pese a todo, el llamado ‘cacique bueno’ (Baltar padre) fue condenado por prevaricación continuada e inhabilitado para ejercer cualquier cargo o empleo público. Cuando llegó esta sentencia, su hijo ya había logrado presidir el PP y la Diputación de Ourense. Los Baltar habían conseguido perpetuarse pese a la oposición del PP gallego y nacional. En Galicia se conoció aquella disputa como la ‘guerra entre los birretes (españolistas y urbanitas) y las boinas (rurales y galleguistas)’.

Jácome logró doblegar a los Baltar. Un radar de circulación que detectó a José Manuel Baltar circulando a 215 kilómetros por hora en la provincia de Zamora le sacó definitivamente de Galicia para colocarlo en el Senado. Así se ponía fin el feudo de los Baltar en Ourense, siendo el padre el que comenzó la estirpe heredera de los Centristas de Galicia, surgidos de la vieja UCD, de perfil galleguista e implantados solo en Ourense. En 1991 Baltar padre ya era presidente de la Diputación cuando los Centristas se unieron al PP.

Manuel Fraga vivió en sus propias carnes como se las gastan los Baltar. En las elecciones de 2004, a falta de los cinco diputados de Ourense capitaneados por José Manuel Baltar, vio peligrar su mayoría absoluta, cuando José Manuel Baltar decidió encerrarse en un piso de Santiago de Compostela con la intención de no salir a votar por unos cambios que Fraga quería introducir dentro del partido. Fraga, con el que nadie se atrevía a llevarle la contrario, tuvo que ceder ante Baltar para lograr su mayoría.