Las elecciones en Argentina dieron la sorpresa. Como en muchos países democráticos las encuestas volvieron a fallar y el candidato ultranacionalista y excéntrico, rompedor con todos los órdenes establecidos, quedó en segundo lugar pese al triunfo que le otorgaban las encuestas. El vencedor Sergio Massa, con el 36,5% de los votos, actual ministro de Economía, que tiene en su haber la inflación más alta, en el 138,3%, un 40% de tasa de pobreza y una crisis económica repleta de escándalos, se ha hecho con el mayor número de votos, 6,7 puntos por encima de Javier Milei, que captó el 29,9% de los votos.

La primera vuelta de las elecciones a la presidencia dejó en tercer lugar a Patricia Bullrich, la conservadora Juntos por el Cambio, con el 23,8% de los votos, quien ya ha dicho que no cederá sus votos a Massa. Los argentinos aun tienen que asimilar la campaña entre el miedo lleno de cantos de ruptura contra todo el orden establecido de Milei y del reparto de fondos de Massa.

Abascal muestra su apoyo a Milei en su lucha por abrir «ese tan deseado capítulo de libertad y prosperidad en Argentina»

Pese a su derrota, el líder de Vox, Santiago Abascal no ha tardado en felicitar a Milei: «Enhorabuena querido por la gesta histórica de ayer. Nunca se hizo tanto en tan poco tiempo. Tienes todo nuevos afecto y apoyo en esta lucha para abrir ese tan deseado capítulo de libertad y prosperidad en Argentina», le transmitía a través de su red social de X.

Desde Sumar se han decantado por felicitar al peronista Massa. Díaz, Belarra y Montero lo han felicitado y confían en que repita victoria en la segunda vuelta y sea investido. La vicepresidenta, Yolanda Díaz, considera que los argentinos han ganado al miedo de Milei. «Ojalá el 19 de noviembre los argentinos y argentinas sigan escogiendo el camino de la democracia y la justicia social. Toda la suerte», ha expresado la también ministra de Trabajo en funciones y líder de Sumar en la red social X. En términos similares se han manifestado Ione Belarra e Irene Montero, esta última recordando que «a la extrema derecha se le para con más derechos».

UN PERONISMO RESUCITADO Y SORPRENDIDO DOBLEGA AL KIRCHNERISMO

El peronismo ha resucitado y sorprendido. La capital, Buenos Aires, vuelve a ser peronista, feudo hasta ahora de los Kirchner, olvidando todos los escándalos de corrupción. La lectura de lo ocurrido en el resto del país muestra para los años venideros una Argentina dividida, con un congreso sin mayorías.

Un Massa eufórico anunciaba «una nueva etapa institucional en la política argentina. Voy a convocar a un gobierno de unidad nacional». Los cuatro años de travesía del peronismo parecen haber llegado a buen puerto. «Sé que muchos de los que nos votaron son los que peor la están pasando. Sepan que no les voy a fallar», se ha comprometido. No mencionó ni a Cristina Kirchrner ni al actual presidente del país, del que es parte de su gabinete, Alberto Fernández.

Por su parte, Milei aun no ha arrojado la toalla pese a su convencimiento que ganaría en la primera vuelta. Su objetivo sigue todavía más vigente, acabar con el kirchnerismo, y aventuró que «si todos los que queremos un cambio y no estamos juntos, nos hundimos». Al menos una parte de su objetivo lo ha logrado, tras la tercera posición de Bullrich y sacar a Jorge Macri de toda opción. No obstante, a Macri todavía le deja la opción de una «tabula rasa» para los que se sumen a los votos contra Massa en la segunda vuelta del 19 de noviembre. Sobre lo que prometa a Bullrich aun no está claro porque todavía quedan muy recientes sus improperios de campaña electoral contra ella, a quien, entre otras muchas cosas, llamó “montonera tirabombas”.

Miley llamó «montonera tirabombas» a Bullrich y ahora necesita sus votos para ganar a Massa en la segunda vuelta

Y Bullrich, la gran perdedora de la primera vuelta, se refugió en «los valores de nuestra causa». Es la derrota de quienes en 2015 nacieron para derrotar a los Kirchners. Bullrich, eso sí, coincidió con Milei en su rechazo a Massa, porque «nunca vamos a ser cómplices de las mafias que destruyeron este país». Ni quiso felicitar a Massa por la victoria.

Massa, ansioso por que llegue la segunda vuelta para repetir su triunfo, tras la euforia inicial ha comenzado a tender puentes al resto de partidos derrotados e hizo un llamamiento al voto de los radicales, del campo, de la industria. “¡La grieta se terminó!” proclamó, reproduciendo el mismo grito de victoria que hacía cuatro años había dado Alberto Fernández al llegar a la presidencia.

ARGENTINA, EL PAÍS SUMIDO EN UNA CRISIS DE DÉCADAS Y DÉCADAS

Argentina casi es sinónimo de depreciación de la moneda y de inflación. Hace décadas que desapareció la equivalencia entre el peso argentino y el dólar estadounidense. A este 23 de octubre, con la resaca aun de la noche electoral, un peso argentino no vale ni un céntimo de dólar. Y para agregar aun más presión a la olla, la inflación acabó septiembre pasado al 138,3% en tasa interanual, un 12,7% más que en agosto. Para intentar corregir la situación el Banco Central optó por devaluar un 22% el peso.

Un peso argentino no vale ni un céntimo de dólar

No es de extrañar que Javier Milei hubiera tocado la fibra sensible de los argentinos. El candidato había prometido todo el oro, quitar a los políticos la máquina de imprimir billetes, y no le importaba no tener los dólares necesarios para absorber todos los dólares en circulación por el país.

Sus peculiaridades se hacían evidentes cuando afirmaba que «el peso no puede valer ni como excremento porque esa basura no sirve ni para abono». Su solución muy sencilla: adoptar el dólar como moneda oficial y «destruir literalmente el Banco Central». Sería algo así como decimos en España, ‘muerto el perro, se acabó la rabia’.

LA DOLARICACIÓN PROPUESTA POR MILEI RESULTA IMPOSIBLE YA QUE SE NECESITARÍAN 35.000 MILLONES DE DÓLARES

Lo que parecía olvidar Milei es que las reservas de dólares que tiene Argentina están en negativo, y que no hay ni un solo economista que apoye sus propuestas incendiarias, ni cuentas públicas que puedan mantenerse. En este sentido, el servicio de estudios del BBVA recuerda que las reservas internacionales netas de pasivos en moneda extranjera se encuentran en negativo desde principios de año.

La tormenta perfecta se fraguó este mismo año con las directrices económicas del hoy ya presidenciable Massa. El bajo nivel de reservas, unido a una elevada emisión monetaria para dar liquidez a la economía del país han dado lugar a las presiones cambiarias e inflacionistas.

La dolarización de Argentina necesitaría 35.000 millones de dólares o devaluar el peso argentio hasta los 5.500 dólares

Los votos parecen haber alejado a Milei de la presidencia, pero también le estaban separando de la realidad argentina la cantidad de dinero que necesitaría para ‘dolarizar el país’. Un estudio del banco británico Barklays calcula que para aumentar las reservas de dólares Argentina necesitaría 35.000 millones de dólares, y el país no tiene liquidez ni para afrontar sus pagos más urgentes. Ni podría encontrar inversores osados que se atrevieran a aventurarse a un proyecto tan falto de credibilidad.

Pero aún más, en ese proceso de dolarización, sin las reservas en dólares necesarias, la otra opción sería devaluar el peso argentino hasta los 5.500 dólares, lo que se traduciría en conflicto político y social, porque los argentinos conocen de primera mano que estas devaluaciones están llevando a los ciudadanos a la pobreza total.

LOS RETOS A LOS QUE SE DEBE ENFRENTAR EL FUTURO PRESIDENTE ARGENTINO

Lo de menos para Argentina sería pagar su deuda externa, sino contar con recursos para pagar su deuda pública. Los economistas descartan una nueva depreciación del peso, porque significaría elevar aún más la inflación. El futuro presidente argentino deberá centrar su política económica en reducir el gasto público, si quiere evitar mayores desequilibrios macroeconómicos.

Desde el BBVA Research prevén una recesión de la economía argentina este mismo año y en 2024, con caídas del PIB de entre el 3,5% y el 2,5%