El PNV se disfraza de Bildu y pide a Sánchez la independencia

Andoni Ortuzar, el presidente del Partido Nacionalista Vasco (PNV), como el resto de los socios con los que pretende Pedro Sánchez pactar su investidura, sigue aumentando el precio del acuerdo. En el PNV hay miedo. Su apoyo en la pasada legislatura a Pedro Sánchez le ha pasado factura en las urnas el pasado 23J, al perder más de 100.000 votos. Pero su traición a Feijóo en su investidura está sembrando el descontento entre sus bases. Que EH Bildu les esté ganando terreno tiene mucho que ver. Si Sánchez se niega a hablar con Ortuzar de la nación vasca ya veremos qué decide el PNV para la investidura.

El PNV, conservador por definición, representante en otro tiempo de la burguesía industrial vasca y del empresariado, a base de pactar con unos y otros, (PSOE o PP da igual) con tal de lograr transferencia tras transferencia, está agotando las transacciones con las que negociar. Y Ortuzar se ha tenido que subir al carro de exigir hablar de la nación vasca en sus negociaciones, algo que hasta hace unas semanas debatir durante la legislatura sobre el «reto territorial».

Con unas elecciones autonómicas en menos de seis meses y gobernando con el apoyo del PSV, el partido socialista vasco, los aires de independentismo que han traído las negociaciones con los nacionalistas catalanes parecen obligar a Ortuzar a subirse al carro en el que EH Bildu se ha subido, en silencio y guardando en apariencia que no ha pedido nada a cambio de su apoyo.

ORTUZAR CADA VEZ TIENE MÁS ‘ENEMIGOS’ ELECTORALES, A BILDU SE SUMA AHORA EL PP

Ortuzar y Urkullu son conscientes de que están perdiendo el apoyo del empresariado vasco
Ortuzar y Urkullu son conscientes de que están perdiendo el apoyo del empresariado vasco

Pero ahora no es solo EH Bildu su enemigo electoral. También el PP está presionando a su electorado. No apoyar a Feijóo como presidente del Gobierno tampoco ha gustado a sus bases empresariales. El reciente congreso de la Empresa Familiar celebrado en Bilbao ha puesto de manifiesto que los empresarios prefieren a Feijóo antes que a un Urkullu que, encima, les habló en euzkera.

El nacionalismo vasco, con la última exigencia de Ortuzar, se ha tenido que incluir en la agenda negociadora del candidato a la investidura. Lo que pedía antes ETA con atentados y muerte ahora se debate en los despachos y por teléfono. El Estado vasco, con las heridas a medio cicatrizar por mucho que desde Bildu se den por cerradas, sin pedir perdón por nadie ni nada, vuelve a entrar en la política española. Las relaciones del País Vasco con el Estado siguen siendo un asunto complicado. Pero Ortuzar quiere recuperarlo para la primera línea política.

Cree que ahora toca. «Es el momento de hablar de la nación vasca», pese a que las relaciones con el Estado, en comparación con el resto de las comunidades, sea mucho más avanzado, con su propio régimen especial, el concierto económico, pactado cuando se aprobó la Constitución. El PNV, hasta el lavado de cara de EH Bildu, ha jugado un papel fundamental en el País Vasco. Durante décadas y décadas ha estado gobernando y pactando con propios y extraños ideológicos con tal de mejorar su autogobierno, o lo que es lo mismo, la autonomía vasca frente al Estado, al margen de los atentados terroristas hasta que ETA decidió dejar las armas.

ORTUZAR AHORA QUIERE IR A POR TODAS Y REVISAR EN PROFUNDIDAD LA RELACIÓN DE EUSKADI CON EL ESTADO

Las nuevas negociaciones con el posible futuro Gobierno han alentado a Ortuzar a pedir mucho más. Los independentistas catalanes le han dado alas para cambiar su discurso e ir a por todas. Ya no son solo transferencias, algunas de gran calado como romper la caja única de la Seguridad Social para que Euskadi gestione las pensiones y cotizaciones de los vascos, sino de avanzar en la relación de Euskadi con el Estado.

En el País Vasco el interés por la identidad vasca va en aumento

Desde que EH Bildu ha irrumpido en el panorama político, en el País Vasco el interés por la identidad vasca va en aumento. Las bases de Otegi lo están esparciendo y se han subido al carro del nacionalismo que está resurgiendo en toda Europa y hasta en el mundo. La mayoría de los países democráticos tienen sus propios movimientos independentistas y nacionalistas. Cuestiones como la autodeterminación o el reconocimientos de naciones dentro de países van en aumento y forman parte del debate político. Quebec o Escocia serían un ejemplo. Ortuzar no ha hecho más que subirse al carro de este debate sobre la soberanía de los pueblos y su identidad.

La nueva apuesta de Ortuzar ha tenido buena acogida por parte del Gobierno vasco (PNV-PSV), con Íñigo Urkullu como presidente y nuevo defensor de abordar la cuestión de la nación vasca. Ya no lo oculta, y lo que antes era dejar para los cuatro años de legislatura el reto de la territorialidad, un mes después es «avanzar en el autogobierno», proponiendo un debate constructivo en el que la propia sociedad vasca reflexione sobre su futuro político. ¿Es esta una invitación a un referéndum?

SÁNCHEZ, DISPUESTO A HABLAR DEL AUTOGOBIERNO VASCO MIENTRAS SE MANTENGA LA UNIDAD DE ESPAÑA

Sánchez está dispuesto a reformar el estatuto vasco, pero no apoyará la independencia
Sánchez está dispuesto a reformar el estatuto vasco, pero no apoyará la independencia

Ante esta nueva propuesta, Pedro Sánchez ha reconocido que está dispuesto a dialogar sobre el autogobierno vasco, mientras entiende que en la Constitución se recogen formulas para la reforma de los estatutos de autonomía. Pero esta puerta queda entreabierta cuando el presidente del Gobierno en funciones matiza que la unidad de España es un principio irrenunciable.

Sánchez reconoce que la Constitución permite la reforma de los estatutos de autonomía, pero la unidad de España es irrenunciable

Ni que decir tiene que otras formaciones políticas del País Vasco como el PP o Ciudadanos han manifestado su rechazo a una nación vasca, recordando que la Constitución establece la unidad indisoluble de la nación española o de cualquier debate sobre la independencia del País Vasco. Por ello, aseguran en ambos partidos, la independencia estaría fuera de lugar, o lo que es lo mismo está fuera de lo que dice la Carta Magna.

También a la sociedad vasca le gusta este debate. Asociaciones de toda índole y temática quieren participar en el debate. Algunas ya lo han expresado en manifestaciones en contra de la independencia del País Vasco, y otras a favor.

Pero Ortuzar también ha abierto el deseo escondido sobre el debate entorno a los estatus políticos de otras regiones españolas, ante los vientos independentistas catalanes, cuyos dirigentes también apoyan el mayor autogobierno en Euskadi. Lo que el dirigente vasco aún tiene que aclarar es si reclama un avance en el autogobierno vasco o la independencia. Pedro Sánchez lleva repitiendo hasta la saciedad a los independentistas catalanes que lo que se pacte debe enmarcarse dentro de los límites que marca la Constitución. Para los vascos será igual. De lo que decida Ortuzar dependerán muchos votos de los vascos en las próximas elecciones autonómicas.