El Impuesto de Sociedades muestra el frenazo económico de Calviño

El Impuesto de Sociedades está poniendo en evidencia que la economía española no marcha tan viento en popa como presume Nadia Calviño. La vicepresidenta primera y ministra de Economía no puede negar la evidencia: está cayendo la recaudación del Impuesto de Sociedades, el termómetro más fiel que indica la marcha de la economía, porque si cae la recaudación eso significa que las empresas ingresan menos y, con ello, Hacienda recauda menos. Y la siguiente consecuencia, si las empresas ingresan significa que la economía está frenando su crecimiento.

Lo dicen los números de la recaudación tributaria. A 30 de octubre, el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) es el único que sigue aumentando su recaudación. Esto es, las rentas de trabajo y las pensiones, con sus subiddas del presente ejercicio, son las que están salvando, una vez más, los ingresos de Hacienda. Más de 88.545 millones así lo corroboran, un 9,6% más que en octubre de 2022. También es cierto que mucho tiene que ver que no se ha deflactado la tarifa por lo que la recaudación ha subido 4.000 millones, mientras la inflación está provocando una pérdida de poder adquisitivo en los salarios.

Sin embargo, en la recaudación sobre las empresas, los números cambian. La Agencia Tributaria ha recaudado en los nueve primeros meses del año 190.064 millones, lo que supone un 4,5% más que hace un año. El problema es que si se compara este crecimiento con el 18,1% de aumento registrado entre enero y septiembre de 2022, el resultado es que sí, la economía crece y por eso se recauda un 4,5% más, pero muy lejos del 18,1% del mismo periodo del año anterior.

TAMBIÉN EL BCE RECONOCE QUE LAS ECONOMÍAS EUROPEAS HAN FRENADO SU CRECIMIENTO POR ELEVADO PRECIO DEL DINERO

El Impuesto de Sociedades muestra el frenazo económico de Calviño
El Impuesto de Sociedades muestra el frenazo económico de Calviño

Si se observa la evolución a lo largo del año, se puede comprobar que la marcha de las empresas ha sido desigual. La propia presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha tenido que reconocer este mismo mes que su política de subida de tipos ya está afectando de lleno a la marcha de las economías europeas. La lucha por bajar la inflación con la subida permanente durante un año del precio del dinero ha frenado las economías de toda Europa, algunas incluso han entrado en recesión, como Alemania. Y España no es una excepción. También está frenando su crecimiento.

Se puede observar desde principios de año. Algunos sectores se han visto afectados de lleno por la guerra en Ucrania. No sólo por el encarecimiento de los combustibles sino por la falta de algunos elementos básicos de la producción, como los chips. Por eso en el primer semestre se producía un debilitamiento de los beneficios empresariales. Los datos de la Contabilidad Nacional (del INE) confirmaban que los beneficios de las empresas en el primer trimestre habian caído en el primer trimestre un 3,6% y en el segundo su crecimiento fue un inaprecible 0,07%.

La alarma de este descenso se produce al observarse los datos de 2022 con los de 2023. En 2022 el Impuesto sobre Sociedades fue el que más creció entre los grandes tributos, al registrar una recaudación de 32.176 millones, una cifra que solo fue superada entre 2005 y 2007. En 2023 muestra una caída acumulada del 48,5%. La justificación que dan en la Agencia Tributaria es por las devoluciones que se han tenido realizar, correspondientes sobre todo a 2021, abonadas a principios de año. En concreto, 9.100 millones de euros frente a los 4.925 millones que Hacienda devolvió entre enero y junio de 2022.

EL NUEVO GOBIERNO SE HA COMPROMETIDO A SUBIR EL IMPUESTO DE SOCIEDADES PARA RECAUDAR 10.000 MILLONES

Calviño tendrá que encajar la subida del Impuesto de Sociedades en sus previsiones económicas
Calviño tendrá que encajar la subida del Impuesto de Sociedades en sus previsiones económicas

Otro factor preocupante de los datos difundidos por Hacienda es el incremento de los gastos, que ascienden a 193.796 millones. Las mayores partidas se dirigen a las transferencias entre administraciones públicas, las dotaciones que se hacen al Ministerio de Seguridad Social, principalmente por la cifra destinada a la financiación de la prestación contributiva por nacimiento y del cuidado del menor-, el crecimiento de consumos intermedios, el gasto en subvenciones, el dinero destinado a la cooperación internacional y la formación bruta de capital. O el reciente préstamo de 10.000 millones a la Seguridad Social para poder abonar las pensiones.

No hace falta decirlo, pero sí recordar que las cuentas del Estado necesitan un ajuste de la balanza de ingresos y gastos en los próximos años. Y todo sin poder elevar la presión fiscal, ya de por sí muy por encima de la media europea (del 38% en el caso de las empresas). Habrá que ver cómo influye la vuelta a las reglas fiscales de la UE, que con la pandemia dejó las manos libres a los países miembro.

Nadia Calviño sabe que en 2024, si repite en el Ministerio de Economía porque no se ha ido al BEI, tendrá que volver al objetivo de déficit del 3% (este año acabará en el 4,1%, según las previsiones) y bajar la deuda pública al 60% (ahora está en el 110%). A ello podría contribuir reducir el gasto público superfluo. En favor de España todavía se encuentran los ingresos que recibirá de los fondos de recuperación de la UE, que se prolongarán hasta 2026.

El nuevo Gobierno tendrá que ver cómo llegan los fondos europeos a las empresas para que empiecen a recuperar sus ingresos. Aunque los acuerdos de legislatura con Sumar ya han adelantado que habrá una subida del Impuesto de Sociedades, al fijar el tipo mínimo en el 15%, lo que supondrá unos ingresos de 10.000 millones más por este tributo. Aunque primero habrá que ver si los ingresos de las empresas vuelven a aumentar.