domingo, 4 mayo 2025

Dabiz Muñoz rinde tributo a su padre con una receta de pasta que despierta nostalgia y sencillez

Dabiz Muñoz, aclamado como el mejor chef del mundo por segundo año consecutivo, va más allá de las lujosas cocinas de sus restaurantes para deleitar nuestros sentidos en el ámbito más íntimo de su vida: su hogar. A través de sus redes sociales, este apasionado chef comparte momentos culinarios que revelan su amor por la cocina y, a su vez, nos sumergen en la entrañable conexión familiar que lo impulsa, tal es el caso de la receta de la la pasta ‘a la madrileña‘.

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Entre las arriesgadas creaciones que protagonizan sus domingos culinarios al aire libre, emerge una receta que trasciende la exquisitez para adentrarse en la nostalgia y la sencillez: la pasta ‘a la madrileña’. Este plato no solo testimonia la destreza culinaria de Dabiz Muñoz, sino que también teje un emotivo homenaje a su padre. Acompáñanos en este viaje a través de los sabores que moldearon la infancia de Muñoz, revelando los secretos detrás de una receta que fusiona maestría y cálidos recuerdos.

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Continuación de la elaboración: Un éxtasis de sabores

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En el siguiente movimiento de esta danza culinaria, otra cazuela se convierte en el escenario de una explosión de sabores. Un generoso chorro de aceite acoge el chicharrón picado, que danza en el fuego máximo hasta adquirir un dorado perfecto. En un giro de elegancia, se incorporan tomates cherry cortados en cuatro, añadiendo un toque fresco y jugoso a la composición. Es entonces cuando la reducción de la salsa de tomate entra en escena, mezclándose con maestría en la sinfonía de sabores que se está gestando.

La pasta, que ha estado esperando pacientemente su momento, es rescatada con destreza y se une directamente a la salsa, liberando su esencia al dente. Un poco del agua de cocción se añade al conjunto, seguido de un toque más de pimienta molida. La magia culinaria alcanza su punto álgido con la incorporación de dados de mantequilla, que se funden en la mezcla, y la lluvia de queso parmesano rallado, que se despliega para ligar la salsa con una textura sedosa y tentadora. Para coronar este festín, la albahaca picada se agrega, creando un último acorde que promete hacer de cada bocado una experiencia inolvidable.

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