Leonardo Marcos ha conseguido superar el hastío que produjo María Gámez en la Guardia Civil. Desde que fue nombrado como director general de este Cuerpo, el político es conocido entre los uniformados por su ausencia en los plenos con las asociaciones, por las palabras en las que afirmaba que él había venido «aquí a mandar y no a dialogar» y por provocar que los representantes de este Cuerpo se marcharan del último pleno ordinario.
Marcos llegó a la Guardia Civil tras la dimisión de María Gámez como directora por la imputación de su marido en un caso de corrupción. Así, desde abril de 2023, ha sido el encargado de dirigir a estos uniformados, pero no ha asistido a ninguno de los tres plenos ordinarios celebrados con los representantes de las asociaciones de la Guardia Civil.
De hecho, como informó Moncloa.com, su ausencia y sus formas durante una llamada telefónica en su última ‘mesa sindical’ hicieron que las siete asociaciones –AUGC, IGC, AEGC,JUCIL, Unión de Oficiales, APC y ASESGC– decidieran, por primera vez, levantarse y abandonar la reunión.
Como consecuencia de este hartazgo y de esta marcha, el pasado 25 de octubre los colectivos solicitaron de manera conjunta la celebración de un Pleno Extraordinario. Sin embargo, a falta de un día de cumplir el mes y habiendo finalizado el plazo para que la Dirección General de la Guardia Civil confirmara la convocatoria, Marcos solo les ha citado para un «grupo de trabajo», tal y como confirman fuentes de AUGC a Moncloa.com
UN «PROBLEMA DE ACTITUD» CON LA GUARDIA CIVIL
Marcos está poniendo al límite a la Guardia Civil. Según la Asociación Unificada de Guardias Civiles, consideran «suficientemente grave» el hecho de que haya finalizado el plazo para convocar el Pleno Extraordinario sin que Leonardo Marcos haya dado una respuesta.
La AUGC informa de que «con posterioridad a la caducidad del plazo establecido» el dirigente «remite una carta convocando a los máximos representantes de las AA.PP. a una reunión de trabajo para el martes 28 (de noviembre) a las 11:00 horas».
Sin embargo, las asociaciones no conocen el objetivo de la cita. Aseguran a Moncloa.com que no tienen conocimientos de la Orden del Día, ni saben si esta reunión corresponde con el Pleno Ordinario del mes: «no sabemos lo que nos vamos a encontrar». Así, la AUGC ha confirmado a este diario que «sí asistirán» pero que «van a exigir que convoque el Pleno Extraordinario» solicitado, o volverán a marcharse las siete asociaciones de manera conjunta.
«El problema es la actitud» de Leonardo Marcos, confirman fuentes de la AUGC a Moncloa.com: «no quiere vías de diálogo y no nos trata como a representantes. Tiene una actitud muy mala, nada dialogante y con aspavientos». Desde este medio nos hemos puesto en contacto con la Dirección General de la Guardia Civil para preguntar por este asunto, recibiendo de respuesta: «no entramos a valorar lo que digan las asociaciones».
LA GUARDIA CIVIL AVISA: «IREMOS A JUICIO»
No sería la primera vez que la Guardia Civil utiliza la vía judicial para solicitar un Pleno Extraordinario. Ya en 2018, con María Gámez aún en el cargo, los representantes de las asociaciones llevaron a la Audiencia Nacional la misma situación, donde la Justicia dio la razón a los colectivos, declarando «nula de pleno derecho, la no convocatoria de un pleno extraordinario solicitado por las asociaciones». Así lo confirman en el comunicado que han emitido estos grupos de trabajadores.
Por eso, estos representantes tienen claro que no dudarán en volver a usar la vía judicial, en el caso de que Leonardo Marcos no cumpla con sus expectativas: «queremos que asista alguien con potestad», aseguran desde la AUGC.
Según la normativa, quien debe asistir a los plenos es el ministro de Interior, en este caso Fernando Grande-Marlaska. Sin embargo, este puede delegar en el director general de la Guardia Civil quien, a su vez, se ha ausentado de los tres últimos plenos enviando a un funcionario «sin responsabilidades». Por eso, solicitan que se cumplan las funciones del Consejo, destinado a «trasladar mejoras para que se lleven a cabo».
«GÁMEZ AL MENOS ESCUCHABA»
La Guardia Civil no estaba contenta con María Gámez, pero «al menos escuchaba». Desde la AUGC, consideran que la anterior directora general «no hizo nada» además de la integración de la mujer dentro del Cuerpo, algo que «no terminó de consolidar». Sin embargo, admiten que, en comparación con la Dirección actual, «Leonardo Marcos hace buena» a Gámez, ya que ella «al menos tenía buenas formas y escuchaba, aunque luego no lo llevaba a cabo».
Las asociaciones consideran que es necesaria una restructuración completa de la Guardia Civil: «este Gobierno tiene que optar por llevar a la Guardia Civil al siglo XXI y modernizarla. Para ello, son necesarios mecanismos útiles» como un correcto funcionamiento del Consejo y una correcta comunicación entre los diferentes representantes.
