El truco para calentar el coche rápidamente en las mañanas frías

Se acerca la temporada de frío con sus temperaturas bajo cero y heladas, donde vemos a los conductores abrigados y con guantes para enfrentar los primeros kilómetros del día. Aunque esta escena es recurrente, podemos contrarrestarla (o evitarla) con algunos trucos sencillos. Al igual que resulta incómodo conducir con los mandos del coche calientes, volante ardiente y la palanca de cambios como un hierro al rojo vivo, tampoco es agradable manejar un automóvil temblando y con las manos heladas. Es crucial aclimatar el habitáculo lo más rápido posible en estos días de frío.

Durante invierno y verano, contar con una plaza de garaje es un privilegio que no todos disfrutan. Por ello, muchos conductores se enfrentan cada mañana al hielo y la nieve que cubren el interior de sus vehículos, además del parabrisas, por supuesto. Lo primero que se debe hacer es liberar las lunas y la carrocería del hielo para circular con seguridad. Aunque no se recomienda dejar el coche parado con el motor encendido durante varios minutos, puede resultar útil ponerlo en marcha unos 30 segundos antes de emprender la marcha.

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ENCENDER EL COCHE Y ESPERAR UNOS SEGUNDOS

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Para que la calefacción funcione, el líquido refrigerante del motor pasa por un intercambiador de calor que afecta al aire frío exterior antes de introducirlo al interior ya caliente. Por lo tanto, es recomendable esperar un poco antes de encender la calefacción. Una vez en funcionamiento, es óptimo dirigir el aire caliente hacia los pies y apuntar al cristal (también activar la luneta térmica). Esta práctica evita el empañamiento de los cristales, y dado que el aire caliente tiende a ascender, calentará el habitáculo de manera más eficiente.