Pedro Sánchez legitimará a Carles Puigdemont con un encuentro fuera de España. El anuncio de Jordi Turull, primer secretario de Junts, deja clara la única opción que tiene el PSOE para mantener al presidente del Gobierno en La Moncloa.
Pedro Sánchez trata de esquivar la luz y taquígrafos, como ha hecho Santos Cerdán, número 3 del PSOE, cuando se reunió con Míriam Nogueras, portavoz de Junts en el Congreso, y el mediador y diplomático salvadoreño Francisco Galindo en la helvética ciudad de Ginebra. El jefe del Ejecutivo, empeñado en el control de la Justicia a través del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), no ha desmentido la afirmación de Turull, pero sí ha afirmado que se reunirá con Pere Aragonès, presidente de la Generalitat, la próxima semana.
Es antidemocráticamente opaco
Sánchez cumple así el guion establecido por los separatistas, que buscan una negociación de tú a tú con el presidente del Gobierno. Aragonès lo tiene más fácil que Puigdemont, pero las amenazas al más puro estilo de ‘El Padrino’ calan hondo entre los socialistas. Y es que, el prófugo de Waterloo tiene muy clara la línea a seguir: apretar y apretar hasta obtener el efecto deseado, aunque el camino sea el erróneo.
LA NULA CREDIBILIDAD DE PEDRO SÁNCHEZ
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no ha desmentido la reunión con el fugado Carles Puigdemont. «Pues mire, yo veo mi agenda y en mi agenda lo que tengo es una reunión con el presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, me parece que es el día 21, como consecuencia de la visita que vamos a hacer a la inauguración del supercomputador en Barcelona», ha afirmado Sánchez este jueves desde Bruselas.
Sánchez, desplazado a Bruselas, no se ha reunido con Puigdemont a pesar de haber compartido techo este miércoles, aunque ambos se han escuchado atentamente. El presidente del Gobierno ha negado dos veces reunirse con el prófugo de Junts, pero también negó los indultos y la amnistía antes de las elecciones del 23-J. Asimismo, el PSOE y gran parte del Gobierno también han rechazado negociar con Bildu y Junts en el pasado, y Santos Cerdán fue el primero en abrir la lata de los denominados «cambios de opinión».
Sánchez ha insistido en la transparencia de su agenda, pero nadie en la oposición se fía de su palabra ni tampoco de sus acciones. «Mi agenda es pública, es absolutamente transparente. Lo que tengo es una reunión con el president de la Generalitat, el 21 de diciembre», ha afirmado esbozando una enorme sonrisa.
SÁNCHEZ, MÁS MIGAS CON PUIGDEMONT QUE CON FEIJÓO
Turull no sólo ha dado a conocer que habrá encuentro en las próximas semanas, una cita que obligatoriamente se producirá fuera de España ante la imposibilidad del prófugo de pisar el país debido a la orden de detención activa. Además, también ha desgranado los motivos por los cuales se produce el encuentro. El objetivo es «resolver el conflicto político», ha destacado.
Ninguno de los dos quiso reunirse en Estrasburgo, pero coincidieron en el debate del Parlamento Europeo. Un «acercamiento insuficiente», apuntan desde Junts. Y es que, Puigdemont dejó clara su exigencia de reunirse con el máximo mandatario político de España o en su defecto con Félix Bolaños, cuya imagen y prestigio están por los suelos tras atacar de forma indecente a los ocho vocales conservadores del CGPJ.
De hecho, la fractura institucional con la judicatura y la fiscalía es máximo. Casi todas las asociaciones han criticado la falta de apoyo del Gobierno a la hora de cortar los ataques de Junts y ERC desde la Tribuna de oradores del Congreso. De hecho, la presidenta de la Cámara Baja no ha borrado una sola coma del ataque de Nogueras.
PEDRO SÁNCHEZ SE REÚNE CON EL PRÓFUGO DE LA JUSTICIA E INVESTIGADO POR TERRORISMO
El encuentro busca «normalizar unas relaciones entre los dos presidentes», ha señalado Junts. Un cara a cara al mismo nivel, con la diferencia de Puigdemont está investigado por terrorismo y se le identifica como el líder de Tsunami Democràtic, la plataforma que pudo provocar un desastre humanitario si hubiera logrado el bloqueo del aeropuerto de El Prat durante las protestas tras la sentencia del Supremo en el juicio del ‘procés’.
Con este encuentro, Pedro Sánchez eleva el nivel de la humillación ya que representa a todos los españoles, no solo a la mitad, como está haciendo desde La Moncloa. Hasta ahora, los encuentros desde marzo entre PSOE y Junts se han hecho con verificador y entre partidos. Así las cosas, Sánchez no solo legitimará al prófugo sino que cumplirá con una de sus principales exigencias.
Para esta cita, las posibles ubicaciones pasan por Francia, Bélgica y Suiza. En concreto, Perpiñán, Waterloo y Ginebra podrían ser los escenarios posibles, pero Sánchez podría escoger un cuarto y desconocido para evitar la llegada de cámaras incómodas, como ocurrió con Cerdán y Nogueras hace pocas semanas en la ciudad suiza.
CARRIZOSA LANZA DURAS CRÍTICAS CONTRA SÁNCHEZ POR LEGITIMAR A PUIGDEMONT
La reunión se hará efectiva antes de aprobarse definitivamente la amnistía. El calendario es amplio en este sentido, ya que hasta marzo o abril como muy pronto el texto habría pasado por todos los trámites, aunque se esperará después el informe de la Comisión Europea y la llegada de posibles recursos y cuestiones de inconstitucionalidad.
Las críticas a esta reunión no se han hecho esperar. «Puigdemont representa la Cataluña más ultranacionalista, supremacista y antidemocrática», ha asegurado Carlos Carrizosa, presidente de Cs en Cataluña, en declaraciones a MONCLOA. «Nos parece lamentable la reunión entre Puigdemont y Sánchez, quien no ha negado categóricamente que se vaya a producir esta cita», ha señalado.
«La reunión se va a producir y nos parece una vergüenza que se reúna con un prófugo de la Justicia y que es un señalado golpista», ha apuntado. «Es antidemocráticamente opaco», ha aseverado. En este sentido, ha recordado que aún puede saltar la sorpresa, como ha ocurrido entre el PSOE y Bildu en Navarra, con la entrega de cinco Ayuntamientos a los herederos de ETA, incluyendo el de Pamplona, para que Sánchez se mantenga en el poder.
EL PP CARGA CONTRA EL PSOE Y SÁNCHEZ
Por su parte, la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, ha reaccionado este jueves a la anunciada reunión entre Pedro Sánchez y Carles Puigdemont asegurando que esa entrevista sería una «anomalía democrática» y otra muestra de la «degeneración» a la que el presidente del Gobierno está «llevando» a España.
Gamarra ha recalcado que ese encuentro evidenciaría que Sánchez está dispuesto a «humillarse todavía más» ante el expresidente catalán, escuchando cómo «le da órdenes un prófugo de la Justicia que al final ha convertido al presidente del Gobierno en una marioneta que él maneja a su antojo».
