Los barones del PP rompen el cerco de Montero y dejan a García-Page como un títere

María Jesús Montero cumplió con el guión a la perfección en el pasado Consejo de Política Fiscal y Financiera. La vicepresidenta cuarta, ministra de Hacienda y de la Función Pública convirtió el trámite en una ratonera para el PP, un laberinto donde el debate sobre la financiación de los servicios públicos se quedó en el cajón.

Montero llegaba a la reunión con algunos deberes hechos, como asistir acompañada de un verificador catalán, que no era otro que el vicesecretario de Economía y Hacienda de la Generalitat, Josep Maria Vilarrúbia, ante la sonada ausencia de su superiora, Natàlia Mas, y del titular del País Vasco, Pedro María Azpiazu.

Montero llegó con el reparto del déficit bajo el brazo, mientras hablaba de miles de millones de euros como si el dinero público no fuera de nadie, pero al que Hacienda tiene derecho. Las obscenas cantidades se sucedían en el primer CPFF del año, pese a la obligación de celebrar al menos dos reuniones en los doce meses. Esta reunión, la primera en año y medio, muestra el grado de incumplimiento al que somete el Gobierno a las instituciones.

LOS AGRAVIOS DEL PSOE

Y es que, al contrario de los pactos entre el PSOE con ERC, PNV, BNG, CC, Bildu y Junts, a quienes se les ha concedido un estatus entre iguales a la hora de hablar con el Gobierno, los acuerdos del CPFF afectan directamente a los ciudadanos, pero no se ha abordado sus problemas reales. De hecho, Junts y ERC exigen una mesa de negociación bilateral, de tú a tú con el Ejecutivo, para negociar con el Ejecutivo.

Montero ha negado la mayor, pero también se negaron en su día los indultos y la amnistía. Y es que, la palabra de este Ejecutivo tiene un nulo valor tras los permanentes cambios de opinión. También negaron que hubiera reuniones con Junts cuando se estaban produciendo desde marzo de este mismo año, cuatro meses antes de las generales. A pesar de ello, la ministra de Hacienda afirma que no habrá ninguna mesa bilateral para discutir sobre la financiación autonómica.

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María Jesús Montero, vicepresidenta cuarta y ministra de Hacienda y Función Pública

No obstante, las afirmaciones se convierten en desmentidos por la vía de los hechos. Junts, liderado por el prófugo Carles Puigdemont, ha exigido su mesa; mientras ERC ha insistido en la suya. Montero, por su parte, se dedicó a arrojar cifras con eslóganes majestuosos. «Los mayores recursos de la historia» y la «mayor financiación», entre otras perlas. Las cifras no se quedaron atrás. El Estado pagará 154.467,33 millones de euros a las CC AA, como si recibieran un regalo llovido del cielo, pese a ser el dinero de los propios contribuyentes. En total, un 14,86% más que en 2022. Todo, a costa de la fagocitación de los bolsillos de trabajadores y empresas.

HACIENDA EVITA DEFLACTAR EL IRPF

Y es que, Hacienda ha elevado su nivel de ingresos a niveles récords tras esquivar la deflactación del IRPF al nivel de la inflación, es decir, elevar los tramos del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas con la inflación para evitar que las subidas de salario se vean afectadas por la confiscación fiscal. La ministra andaluza se niega en rotundo a aceptar esta medida, pese a que numerosas CC AA la han implementado para aliviar el aumento disparado de los precios, con Madrid a la cabeza.

La vicepresidenta cuarta y una de las negociadoras del PSOE en sus acuerdos con ERC y Junts se llenó la boca al hablar de multilateralidad, pese a que los propios pactos firmados por los del puño y la rosa rompen todo puente de consenso y genera una desigualdad sin precedentes entre territorios.

Esta regla no era objeto de debate, por más que insista Montero

El PSOE tiene claro que la negociación con los republicanos de Oriol Junqueras está blindada este mismo año, con una quita de deuda de 15.000 millones de euros. El resto, que aguante su vela para 2024. Será el próximo mes de enero cuando se abra de nuevo el debate sobre la deuda, donde el Gobierno es un campeón dentro de la UE.

EL PP DESCONFÍA DE MONTERO

De esta forma, emplaza a las CC AA a negociar sus propias quitas en reuniones bilaterales, como se ha hecho con los independentistas, para tratar de disfrazar el agravio, pero sin aclarar cómo se hará. No habrá magia esta vez. El PP no se cree ni a Montero ni mucho menos sus promesas, al tiempo que tumba los argumentos como un cuchillo caliente derrite la mantequilla. Y es que, Montero pregonó a los cuatro vientos que se impondrá un objetivo de déficit del 3%, de los cuales las CC AA asumirán el 0,1% del total. «Esta regla no era objeto de debate, por más que insista Montero». Así lo aseguran fuentes presentes en la reunión a puerta cerrada a MONCLOA.

El reproche de las CC AA ‘populares’ no se quedó ahí. Ni una palabra sobre el próximo sistema de financiación autonómica, nada de cómo se va a cubrir el gasto de los servicios, ni un gesto, ni una pista. Esta falta de transparencia fue lo más criticado por las catorce CC AA del PP, claramente decepcionadas con las declaraciones de Montero.

LA SOLEDAD DEL GOBIERNO EN EL CPFF

A la hora de votar, «la ministra solo tuvo dos apoyos». Los de Castilla-La Mancha y Asturias únicamente. Navarra se abstuvo, mientras País Vasco y Cataluña se ausentaron. El Ejecutivo sacó adelante el apoyo ya que necesita tan sólo un apoyo de una sola CC AA para provocar el desempate al tener el 50% del peso total.

Las palabras de Montero causaron un profundo malestar a la hora de explicar la bilateralidad en las filas ‘populares’, pero también ponen en un brete al Ejecutivo de Emiliano García-Page, azote del PSOE contra el independentismo y contrario a los pactos sellados con ERC y Junts. El castellanomanchego se calló y aceptó, con su voto afirmativo, que el sistema de financiación se rompiera en mil pedazos.

GARCÍA-PAGE, DE CRITICAR LOS PACTOS CON ERC Y JUNTS A AVALARLOS

Menos mal que venía a ser un muro de contención para impedirlo, que iba a poner toda la carne en el asador para evitar precisamente que Cataluña tuviera un trato privilegiado, pero a la hora de la verdad calló, asintió y voto favorablemente. Quién ha visto y quién ve ahora a García-Page enfundado en su papel de dócil mascota del Gobierno, un nuevo títere, como lo fue José Bono, su antecesor en el PSOE manchego, de José Luis Rodríguez Zapatero.

A pesar de la trampa de Montero, que podrá asumir un déficit del 2,9% y que dejará a las CC AA tan solo un 0,1% a pesar de tener el 35% del gasto total de España, el PP empleará su mano para cumplirlo, pero peleará aún más de cara a las denominadas quitas deuda. Y es que, la estrategia del Gobierno pasa por provocar los recortes en la mayoría de las CC AA, con un holgado control ‘popular’ al controlar 14 de ellas.