Isabel Díaz Ayuso y Carlos Mazón se han reunido estos días para unificar su estrategia contra la política territorial de Pedro Sánchez y la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. Todo da a entender que quieren reeditar el ‘eje’ Madrid-Valencia que en su día practicaron Esperanza Aguirre y Francisco Camps para ejercer más fuerza en esa oposición y, de paso, que Mazón pueda reducir la elevada deuda que tiene contraída con el Estado, según ha explicado la propia Ayuso, heredada de todos los gastos de Ximo Puig y el Botánic.
Ambos presidentes autonómicos del PP se han puesto de acuerdo para presentar un frente común. Madrid y Valencia no solo van a estar unidos por la alta velocidad sino por una alianza estratégica, que dejará huella no sólo en la política de oposición al Gobierno sino a la propia gestión del PP.
Ayuso y Mazón tienen muchas cosas en común. Los dos son presidentes de una comunidad autónoma, dos de las más importantes del país, los dos son ‘barones’ destacados del PP y, por si fuera poco, están unidos por intereses similares en materia de infraestructuras (además del AVE, Madrid está muy interesa para la salida y llegada de sus mercancías a través del puerto de Valencia), así como el interés de la comunidad madrileña por rentabilizar también la existencia del Corredor Mediterráneo. Por buscar alguna diferencia, Ayuso gobierna con mayoría absoluta, tras desligarse de Vox en la anterior legislatura, y Mazón cogobierna con Vox.
MAZÓN ES DE LOS POCOS PRESIDENTES DEL PP QUE QUIERE LA QUITA DE DEUDA DE MONTERO
Mazón ha sido de los pocos presidentes autonómicos del PP que se ha pronunciado abiertamente en contra de las consignas dadas desde Génova para que no se acepte la condonación del 20% de la deuda contraída con el Estado ofrecida por María Jesús Montero, fruto de sus acuerdos con Junts y ERC. Pero también de las consignas de Vox, con quien gobierna, que le ha exigido que no admite la condonación de la deuda ofrecida por Pedro Sánchez. La deuda de valencia es la segunda mayor, por detrás de Cataluña, y por delante de Andalucía. Del total de deuda que ascienda a 57.246 millones en el segundo trimestre de 2023, 48.344 millones pertenecen a la deuda contraída con el Estado.
Feijóo ha aconsejado que no le hagan el juego a Montero celebrando reuniones bilaterales con la ministra de Hacienda. Pero para Mazón es más urgente recortar esa deuda, sobre todo con la inyección prometida por la vicepresidenta cuarta de 154.467 millones de euros a repartir entre todas las comunidades en 2024. Ayuso y Mazón comparten el mismo criterio poblacional para ese reparto. Este mismo criterio de reparto en función de la población de la comunidad es el que defenderán en la reforma que pretende hacer Montero de la política fiscal autonómica.
Pero Mazón no se ha quedado solo con pedir la necesaria quita de la deuda. Isabel Díaz Ayuso le ha mostrado su apoyo (Madrid no tiene deuda porque optó por no entrar en el FLA -Fondo de Liquidez Autonómica-) para que solicite la condonación de ese 20% de la deuda. Ayuso ha explicado que la deuda que tiene Mazón ha sido de heredada.
Esta conexión entre ambos presidentes se produjo en una cumbre empresarial Comunidad Valenciana-Comunidad de Madrid en la que estaba previsto detectar los puntos comunes en materia de logística e infraestructuras, con la ampliación del Puerto de Valencia de fondo, que el Gobierno de Sánchez sigue sin aprobar. En este sentido, la presidenta madrileña aseguró que «el puerto de Valencia es el puerto de Madrid», y aprovechó para relatar todas las comunicaciones que comparten ambas autonomías incluida la radial del Corredor Mediterráneo.
AYUSO Y MAZÓN ASEGURAN QUE «NO CONSEGUIRÁN DIVIDIRNOS»
Mazón recogió el guante que le había dejado Ayuso para rechazar una a una todas las críticas que había vertido el anterior presidente valenciano, Ximo Puig, sobre Madrid. El actual presidente de la Comunidad de Valencia aseguró que ante Ayuso que «no vemos a Madrid como un competidor desleal, con ojos de dumping social», a lo que agregó que «en España no se viene a llorar, se compite». A Ayuso le faltó tiempo para asegurar que «somos dos autonomías que queremos ir juntas de la mayo y trabajar por España», una afirmación que cerró con rotundidad asegurando que «no conseguirán dividirnos».
Esta unidad renacida entre Madrid y Valencia recuerda al eje que dibujó el expresidente Aznar teniendo entonces como protagonistas a Esperanza Aguirre y Francisco Camps cuando José Luis Rodríguez Zapatero ocupaba la Moncloa. Se le llamó el ‘eje de la prosperidad’ y aspiraba a ser una alternativa al ‘eje mediterráneo’. Pero los escándalos de corrupción que surgieron en ambas comunidades dieron al traste con esa estrategia.
La vuelta a ese antiguo ‘eje’ parece más bien dirigido por el propio Aznar desde FAES que desde la Génova de Feijóo. En la familia del PP saben que Aznar todavía tiene muchos hilos de influencia sobre el partido y que Ayuso podría ser su candidata favorita, incluso por encima de Feijóo. Pero también esa unión Ayuso-Mazón puede escenificar la correlación de fuerzas dentro del propio partido y sus barones, donde Juanma Bonilla (Andalucía) parece quedar arrinconado en el norte y Alfonso Puerta (Galicia) al norte. El resto de los barones del PP, con sus gobiernos de coalición con Vox, también tienen que demostrar todavía su peso, ya que muchos acaban de aparecer en la cúpula popular tras las elecciones del 28M, como la extremeña María Guardiola.
