El miércoles pasado, durante la sesión del Consejo de Ministros, se formalizó el nombramiento de Isabel García como la nueva directora del Instituto de la Mujer. Esta decisión fue propuesta por la ministra de Igualdad, Ana Redondo. Hasta este momento, García ha desempeñado roles significativos en distintos ámbitos, incluyendo su labor como diputada de Igualdad, Juventud y Deportes en la Diputación de Valencia en el año 2015. El Ministerio de Igualdad ha defendido este nombramiento y hace oídos sordos a las críticas.
Además, ocupó el cargo de concejala de Igualdad y Comercio en el Ayuntamiento de Xirivella hasta julio de 2019, así como el puesto de asesora en el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible entre 2019 y 2022 durante el mandato de José Luis Ábalos.
Este nombramiento supone un cambio importante en la dirección del Instituto de la Mujer, ya que Isabel García sucede a Ana Varela, quien fue designada en su momento por la exministra de Igualdad, Irene Montero. La transición marca una clara modificación en la orientación de las políticas de igualdad bajo la gestión de Ana Redondo, desvinculándose de las directrices marcadas por Montero durante su mandato. Este cambio de rumbo en el Instituto de las Mujeres refleja la nueva dirección que la ministra de Igualdad busca imprimir a sus políticas en este ámbito.
ISABEL GARCÍA SE ENFRENTA A SU NUEVO CARGO CON MUCHAS POLÉMICAS A SUS ESPALDAS
La reciente designación de Isabel García para un nuevo cargo ha desencadenado una serie de controversias y críticas en el ámbito político, marcadas por opiniones tránsfobas y posturas críticas que realizó la propia García hacia la exministra Irene Montero y la Ley Trans.
Las tensiones se intensifican debido a las declaraciones públicas de García, quien ha expresado su oposición a la Ley Trans, la cual reconocía la autodeterminación de género. La oposición a esta legislación se ha manifestado en comentarios tránsfobos y críticas de diversa índole. En este contexto, algunos críticos han comparado la situación con la controversia en torno a la «ley del sí es sí».
Sin embargo, las críticas hacia Isabel García no se limitan solo a opositores externos, sino que incluso compañeros de su propio partido han expresado su apoyo tanto a Irene Montero como a las leyes que ha promulgado. Este distanciamiento interno revela la polarización existente en torno a las políticas de género y derechos LGTBI.
El señalamiento directo de García hacia figuras prominentes del PSOE, como el Secretario de Políticas LGTBI, Víctor Gutiérrez, y la diputada y Secretaria de Políticas de Igualdad, Andrea Fernández, ha añadido un componente de tensión adicional dentro del partido.
E incluso en las redes sociales, Isabel García, actual directora del Instituto de las Mujeres, ha utilizado hashtags asociados a grupos contrarios a la inclusión de personas trans, como #StopDelirioTrans, adoptando en ocasiones posturas asociadas a la extrema derecha. Sus comentarios en redes sociales han abordado la teoría queer, a la que ha acusado de perpetuar el heteropatriarcado y de borrar a las mujeres del ámbito político.
La nueva designación de Isabel García se presenta, así, como un punto de fricción dentro y fuera de su partido, destacando las profundas divergencias en torno a las políticas de género y derechos LGTBI que marcarán su desempeño en el nuevo cargo.
LOS COLECTIVOS TRANS EN CONTRA DEL NOMBRAMIENTO DE ISABEL GARCÍA
Desde la Federación Plataforma Trans y Euforia Familias Trans-Aliadas han solicitado a la ministra de Igualad, Ana Redondo, el cese y cambio de dirección del Instituto de las Mujeres. Es decir, piden a la ministra que «revoque» el nombramiento Isabel García, y que, en su lugar, «ponga al frente a una mujer que defienda a todas las mujeres, también a las trans», según ha informado Europa Press.
En relación con el nombramiento de Isabel García como nueva directora del Instituto de las Mujeres, diversos colectivos han alzado la voz, denunciando sus posturas, que consideran «abiertamente transfóbicas y antiderechos trans». Según informa Europa Press, durante la tramitación de la Ley Trans, García habría mantenido discursos que han sido calificados como transfóbicos por estos grupos.
Estos colectivos argumentan que los recortes de derechos trans realizados por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y la derogación de aspectos fundamentales de las leyes trans y LGTBI de la región, comparten marcos ideológicos con las posiciones defendidas por García. En este contexto, expresaron su preocupación por la posible influencia de estas ideologías en las políticas que se implementarán bajo la dirección de García en el Instituto de las Mujeres.
Durante el proceso de la Ley Trans, los denunciantes sostienen que García defendió bulos y vejaciones provenientes de sectores contrarios a dicha ley, contribuyendo así al aumento de los delitos de odio hacia el colectivo trans. Mar Cambrollé, presidenta de la Plataforma Trans, ha instado al Gobierno a ser coherente y no poner al frente de instituciones a personas con declaraciones transfóbicas y anti derechos trans.
En este contexto, Cambrollé ha destacado la necesidad de que España dé ejemplo frente al aumento de la ultraderecha en Europa y Latinoamérica, señalando que el nombramiento de García no contribuye a combatirla, ya que considera que comparte los mismos marcos ideológicos.
Por su parte, Natalia Aventín, presidenta de Euforia Familias Trans-Aliadas, ha expresado su decepción ante este nombramiento, describiendo a García como «extremadamente agresiva» con las madres del colectivo y señalando que sus manifestaciones públicas han sido contrarias a los derechos constitucionales de las personas trans.
SUMAR Y PODEMOS DEJAN ATRÁS SUS DIFERENCIAS Y SE UNEN CONTRA ISABEL RODRÍGUEZ
Podemos y Sumar han unido sus voces, dejando atrás sus conflictos políticos, el pasado jueves para instar al Ministerio de Igualdad, liderado por Ana Redondo, a detener el nombramiento de Isabel García como nueva directora del Instituto de la Mujer. Este nombramiento, aprobado durante el último Consejo de Ministros del año, ha sido calificado como «vergonzoso» y «lamentable» por los colectivos trans, quienes argumentan que García ha expresado discursos abiertamente transfóbicos durante la tramitación de la Ley Trans propuesta por Irene Montero.
Hay algo más incómodo que el feminismo: la transfobia. Y pedir silencio cómplice
Irene Montero, exministra de Igualdad
La portavoz de Sumar en temas de feminismo, igualdad y derechos y libertades LGTBI, Elizabeth Duval, fue una de las primeras en reaccionar. A través de un mensaje en sus redes sociales, calificó el nombramiento como «vergonzoso» y lamentó que el Instituto de la Mujer esté dirigido por alguien que «sostiene la conspiración del borrado de las mujeres y critica la dictadura queer».
En la misma línea, Sumar expresó su descontento, describiendo el nombramiento de Isabel García como «inaceptable». La formación de Yolanda Díaz destacó que el Instituto de la Mujer no debería estar a cargo de alguien que menosprecia e insulta a las mujeres y a las personas LGTBI. Ambas declaraciones reflejan la preocupación y rechazo de Podemos y Sumar ante la designación de Isabel García para dirigir el Instituto de la Mujer, enfatizando la necesidad de que la titularidad de esta institución esté en manos de alguien comprometido con la igualdad y libre de discursos que atenten contra los derechos de las mujeres y las personas LGTBI.
IRENE MONTERO CARGA CONTRA IGUALDAD UN MES DESPUÉS DE ABANDONAR SU CARGO
Como era de esperar, la exministra de Igualdad, Irene Montero, también se pronunció sobre el nombramiento de Isabel García al frente del Instituto de la Mujer. Montero volvió a manifestar su desacuerdo con la decisión de su sucesora y, por tanto, con la del Gobierno de Pedro Sánchez.
A través, de sus redes sociales, la candidata de Podemos de cara a las próximas elecciones europeas de junio, comentó lo siguiente.: «Defender los derechos trans y LGTBI es una obligación democrática. Más para un Gobierno que tiene la obligación de cumplir y hacer cumplir los Derechos Humanos. No olvidéis que somos más», empezó diciendo. Para después añadir un dardo directo contra Isabel García. «Hay algo más incómodo que el feminismo: la transfobia. Y pedir silencio cómplice».
