La subida de impuestos del PSOE y Sumar se activa en 2024. Los trabajadores autónomos y las familias verán esquilmados sus ingresos y bolsillos un año más, a excepción del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).
Los pactos para tratar de aprobar los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2024, así como los recortes impuestos por Bruselas para reducir el déficit al 3% y la deuda al 60%, hacen su efecto a la hora de tener que arrimar más el hombro ante la nefasta gestión económica de la situación, con una Agencia Tributaria a pleno rendimiento y un Tesoro que emite deuda a razón de 200 millones de euros diarios.
María Jesús Montero, ministra de Hacienda y una de las principales dirigentes del PSOE, aún no tiene los apoyos necesarios para dar la definitiva luz verde a las cuentas públicas, mientras el Partido Popular tratará de ajustar las mismas en el Senado, evitando así el continuo despilfarro del Gobierno de coalición.
EL PSOE EVITA LOS NECESARIOS RECORTES
Si la ley de Presupuestos se devuelve con un rechazo desde el Senado, el Gobierno tiene un mes para reformular las cuentas y volver a iniciar el proceso. Por el momento, los ‘populares’ no están por la labor de permitir que el Gobierno continúe dando rienda suelta a la máquina de la deuda, más cuando viene cargada de impuestos que atentan directamente a las familias y especialmente a los autónomos.
El principal objetivo del Gobierno del PSOE y Sumar es elevar la presión fiscal al 38,6%, en línea con el resto de países de la Eurozona, pero ni los salarios ni los precios pueden compararse. Y es que, desde el estallido de la pandemia, la inflación ha volado en España, con ascensos acumulados muy superiores a los del resto del Viejo Continente y sin subidas de salario acordes en el sector privado.
Lejos de preparar los exigidos recortes desde Bruselas, como el recorte de gastos, el Gobierno se empeña en aumentar los ingresos por la vía de los impuestos, con el fin de contentar a la Comisión Europea en 2025, año en el que el déficit tendría que situarse por debajo del 3% y la deuda en el 60%, 46 puntos menos que los niveles actuales de endeudamiento. El encargado de cumplir con Bruselas es Carlos Cuerpo, sustituto de Nadia Calviño en el Ministerio de Economía, , cuando era secretario general del Tesoro.
EL PSOE SUBE EL IVA EN PLENA ESCALADA DE PRECIOS
Con todo, el Gobierno aprobó los nuevos cambios con la reforma de las pensiones, así como retirar ayudas, reducciones o deducciones fiscales. Asimismo, sube el IVA en productos básicos de la cesta de la compra, la luz y el gas, mientras la banca y energéticas continuarán pagando los impuestos especiales.
Así las cosas, los trabajadores y empresas aportarán una décima más a la cotización, con un total de 181 euros, a razón de 31 a cuenta del empleado y otros 150 por la sociedad. Todo con el fin de elevar las pensiones futuras, pero tampoco es garantía de ello ya que ese dinero se destina a las actuales nóminas de los jubilados.
La subida de impuestos, además, afectará a los salarios más elevados, quienes pagarán el próximo ejercicio la denominada cuota de solidaridad, siempre y cuando coticen por encima de la base máxima.
El Gobierno del PSOE y Sumar subirá el IVA para las frutas, verduras, hortalizas, huevos, harina, leche y cereales, entre otros, al 4%, mientras subirá en un 100% el IVA de pastas y aceites, en un momento en el que su precio alcanza máximos, a partir de junio. El ascenso repercute negativamente en los bolsillos de los consumidores y se hace ante el peligro de una vuelta de la presión inflacionista, un escenario que contempla EE UU y al que Europa quita hierro. Desde el estallido de la pandemia, los precios de la cesta de la compra registran subidas de triple dígito y aún no se ha frenado.
Asimismo, el IVA de la luz se dispara un 100%, al pasar del 5% al 10%, un nuevo hachazo para los consumidores, mientras que próximamente este IVA ascenderá de nuevo al 21%, el tipo máximo para un bien tan básico. En el caso del gas, el IVA pasará también al 10% a partir de abril, y al 21% para julio.
CASTIGO PARA LAS ELÉCTRICAS Y BANCA
Para las eléctricas, el primer castigo llegará en este primer trimestre del año, al abonar el 2,5%, con una subida del 3,8% durante el segundo período del año. Así, recuperará el mismo rango que antes de la aplicación del escudo social por las consecuencias de la invasión de Rusia a Ucrania. En cuanto a la producción de la energía, el tipo se situará en el 3,5% hasta marzo, y alcanzará el 5,25% en junio. En el segundo semestre, este gravamen alcanzará niveles anteriores, con el 7%.
Para los autónomos habrá un severo revés. Las cuotas mensuales a la Seguridad Social pasarán desde los 225 a los 530 euros, todo ello según los ingresos. Por este motivo, el Ejecutivo ha implantado la obligatoriedad de realizar la Declaración de la Renta 2023 para todos ellos, incluyendo los casos que estaban exentos.
LOS AUTÓNOMOS, LA MONEDA DE CAMBIO DEL PSOE
Este es el primer paso de la reforma que se inició este pasado año y que culminará en 2032, con nuevos incrementos anuales. Para ello, los trabajadores por cuenta ajena tendrán 15 tramos para conocer la cuota correspondiente. Quienes menos ingresen verán reducir esta aportación, pero ascenderá hasta los 590 euros mensuales para quienes facturen más.
Los autónomos pueden ajustar su cuota tan solo una vez cada dos meses, con un total de seis cambios, y adaptarse así a sus propias previsiones de ingresos. En definitiva, declararán como una empresa, pero sin acceso a ventajas fiscales de éstas. En este sentido, tendrán que deducir los gastos producidos por su actividad, mientras aportarán los ingresos brutos.
Sobre esa cantidad, se aplicará adicionalmente una deducción por gastos genéricos del 7% para los autónomos, mientras que los societarios disfrutarán de solo el 3%. Este resultado final será el que determine su cuota.
Al final del ejercicio fiscal y una vez conocidos los rendimientos netos anuales, se regularizarán las cotizaciones, devolviéndose o reclamándose cuotas en caso de que el tramo de rendimientos netos definitivos esté por debajo o por encima del indicado por las previsiones durante el año. De este modo, y debido al nuevo sistema de cotización, todas aquellas personas que hayan estado dados de alta en 2023 como autónomos, aunque sólo sea un día, tendrán que hacer a partir de 2024 de manera obligatoria la declaración de la Renta.
LOS NUEVOS TRAMOS Y EL IRPF PARA LOS AUTÓNOMOS
Hasta ahora, solo estaban obligados a realizar la Declaración de la Renta los autónomos con ingresos de más de 1.000 euros. Con el nuevo sistema de cotización, uno de cada dos autónomos tendrá una cuota más baja que la actual, mientras que un 25% cotizará más y un 25% cotizará menos, según las propias estimaciones de la Seguridad Social. En el cómputo, se espera que el ente público aumente sus ingresos para abonar la abultada nómina de las pensiones, que alcanza los 12.100 millones mensuales.
En 2024, la cuota para un autónomo con rendimientos netos (ingresos menos gastos) iguales o inferiores al salario mínimo interprofesional será de 225 euros, frente a los 230 euros de 2023.
Para aquellos con rendimientos netos superiores a 1.300 euros e inferiores o iguales a 1.500 euros, y por encima de 1.500 euros e inferiores o iguales a 1.700 euros, la cuota será de 294 euros, la misma que en 2023 y 2025.
Mientras que en los tramos de rendimientos más bajos la cuota decrece en el periodo 2023-2025, a partir de rendimientos netos superiores a 1.700 euros la cuota se va incrementando a lo largo de esos tres años.
Así, un autónomo que presente un rendimiento neto por encima de los 3.620 euros y hasta 4.050 euros, pagará 400 euros en 2024, diez euros más que en 2023, pero 90 euros menos de lo que pagará en 2025. En el último tramo, el decimoquinto, se encuentran todos los autónomos con rendimientos netos superiores a los 6.000 euros. Su cuota para este 2024 será de 530 euros, lo que supone 30 euros más que en 2023 pero 60 euros menos de lo que abonarán en 2025.