Albaida y Vinaroz, municipios de Valencia y Castellón respectivamente, han sido en los últimos días testigos directos de la nueva estrategia del Partido Popular (PP), que consiste en aliarse con tránsfugas o ediles de Vox para quitar poder a la izquierda, al PSOE.
El caso de Albaida, localidad con aproximadamente 6.000 habitantes, es especialmente curioso, ya que se ha convertido en una de las primeras localidades que han celebrado un pleno en 2024, concretamente el pasado 2 de enero, para aprobar la moción de censura presentada por el PP con el aval de dos ediles del Partido Socialista del País Valenciano (PSPV) que han presentado su renuncia al partido de Pedro Sánchez, con el fin de quitarle el bastón de mando a Compromís.
EL PP, APOYADO POR DOS TRÁNSFUGAS DEL PSOE
Hasta ese momento, el Gobierno municipal de Albadia lo formaban los cuatro concejales electos de Compromís, el alcalde Alejandro Quilis, junto a María Ángeles Salom, José Manuel Juan Jordá, y Joan Antonio Soler Costa, además de los socialistas David Palací Donat, que tenía la cartera de Urbanismo, Cristina Vila Descals, delegada de Educación y Pau Sempere Teresí, al mando de Juventud y Deportes. En la oposición estaban los seis ediles populares: Juan Carlos Roses, Xavier Palop de la Vega, María José López Ruiz, Roberto López Vañó, Susana Carbonell, Ramiro Coll Castellano.
Pero el 15 de diciembre se registró una moción de censura avalada por ocho concejales, los seis del PP y dos de los socialistas, Pau Sempere y Cristina Vila. La moción salió adelante el 2 de enero con 7 votos a favor (el de los seis del PP y el ex socialista Pau Sempere), 4 en contra (tres de los ediles de Compromís -ya que María Ángeles Salom no acudió por estar de viaje- y el del socialista David Palací) y 1 abstención, la de la ex socialista Cristina Vila, que a pesar de haber estado de acuerdo en registrar la moción de censura no votó a favor de ella.
De esta manera, el nuevo alcalde es el popular Juan Carlos Roses, cuyo partido va a gobernar en minoría, sin el apoyo de los socialistas, grupo donde se ha abierto una profunda herida. Según los dos tránsfugas, la moción de censura se decidió en la ejecutiva local del PSPV ante «la crisis institucional del Ayuntamiento que ha desencadenado una crisis económica». El otro socialista, Palací, niega a sus compañeros y dice que la decisión de los tránsfugas ha sido unilateral.
según los tránfugas, la crisis institucional ha desencadenado una crisis económica
Alejandro Quilis, el ya ex alcalde con Compromís, defendió que la deuda municipal se ha bajado de 20 a 7 millones y que «el Ayuntamiento no se ha parado nunca», alertando que puede ser a partir de ahora cuando se paralicen los proyectos de la localidad.
Quilis reprochó el pacto entre populares y ex socialistas para «sacar fuera a las políticas de progreso» y al edil del grupo socialista le echó en cara tener dos concejales «díscolos» en su grupo, en venganza a cuando Palací se lo llamó a una de las concejalas de Compromís, lo que demuestra que las relaciones no eran muy buenas entre los miembros de la coalición gobernante. De hecho, Palací le culpó a Quilis del fracaso de la coalición asegurando que el PSPV iniciará un nuevo proyecto como «verdadera alternativa» al PP.
PP Y VOX DAN EL BASTÓN A PVI
En Vinaroz se llevó a cabo la última moción de censura del año 2023. La presentaron el 14 de diciembre y la sesión plenaria extraordinaria se celebró el viernes 29 de diciembre. Curiosamente, la nueva alcaldesa elegida pertenece al Partido de Vinaroz Independiente (PVI) que solo tiene dos concejales en la corporación, pero ha recibido el apoyo del PP y Vox para arrebatarle el Gobierno municipal a la coalición de PSPV y Compromís.
Hasta esa fecha, el equipo de Gobierno de Vinaroz estaba formado por nueve ediles, ocho del Partido Socialista de País Valenciano: el alcalde Guillem Alsina Gilabert, Marc Albella, Carmen Morella, Jordi Catalá, Eva Bibián, Juan José Borrás, Lara Guadix y Eduardo Barberá, y la novena era Paula Cerdá, edil de Compromís, que además era delegada de Cultura, Comercio, Bienestar Animal y Promoción del Valenciano. Es decir, gobernaban en minoría por un acuerdo de investidura.
En la oposición estaban 11 concejales, los siete ediles del PP: Juan Amat Sesé, Lluis Adell Pla, Mercedes García Baila, Víctor Manuel García, Carla Miralles, Luis Gandía Querol y Agustín Molinero Roure, además de las dos concejalas del Partido de Vinarós Independiente (PVI): María Dolores Miralles y Marcela Barbé, y los dos concejales de Vox: Josué Brito y Juan Francisco Calvo.
Pues con la moción de censura, el bastón de mando ha pasado de las manos del socialista Guillém Alsina a las de María Dolores Miralles (PVI), gracias a apoyo de los 11 concejales de la oposición, que ahora sí se han puesto de acuerdo ante «la incapacidad del actual Gobierno municipal de izquierdas de aprobar un presupuesto» para 2023 ni para 2024.
OTRAS DOS MOCIONES DE CENSURA
En la Comunidad Valenciana también han sido aprobadas mociones de censura en Vilafamez (Castellón) y en Montserrat (Valencia). En el primer municipio se produjo en septiembre. PSPV y Compromís, que suman 5 concejales, llegaron a un acuerdo y le arrebataron el bastón de mando al PP de Marisa Ortolá. La nueva alcaldesa es Ana Andrada (Compromís).
En Montserrat la moción fue el 1 de diciembre. El popular Sergio Vilar se hizo con la Alcaldía gracias al apoyo de Vox y la Agrupación Independiente de General de Urbanizaciones y Asociaciones (AIGUA) arrebatándosela al socialista Josep María Mas, que gobernaba en coalición con AIGUA.
