Pedro Sánchez ha tardado tan solo 53 días en descubrir la debilidad de su Gobierno. El presidente del Ejecutivo apuntaba a un Gobierno de fuerza, con coalición y grandes pactos con los independentistas, pero los votos en democracia cuentan más que el papel y las buenas intenciones. El jefe del Gobierno no puede aprobar leyes y ha escogido el camino de los decretos para poder mantenerse a toda costa en La Moncloa. El problema de vivir a golpe de Boletín Oficial del Estado, sin tener en cuenta la voz de los socios, es que estos pueden rebelarse y mostrar la desnudez del emperador.
El PSOE ha tratado por todos los medios convencer a Junts para votar los tres decretos, pero los de Carles Puigdemont se niegan a aceptar un cambio vital para la amnistía. Y es que, a finales de diciembre, el Ejecutivo modificó el artículo 43 bis de la ley de Enjuiciamiento Civil, una fórmula que permite valorar la concesión del perdón al prófugo de la justicia y residente en Waterloo. De esta forma, los jueces podrían revisar caso por caso, sin una aplicación generalista de la nueva norma. Además, podrían preguntar al Tribunal Constitucional y al TJUE sobre las dudas que arroja la legislación presente.
EL VOTO EN CONTRA DE JUNTS Y PODEMOS DEJA EN FUERA DE JUEGO AL PSOE
Con esta fórmula, Junts se ha negado a dar siquiera la abstención. «Será un no gigante», afirmó Jordi Turull (Junts). Las advertencias se han sucedido durante la Navidad y Fin de Año, pero el PSOE solo ha movido ficha para desencallar la situación en la víspera de Reyes. Así las cosas, Junts no da su brazo a torcer y mantiene inamovible su postura a poco más de día y medio para la convalidación de los últimos tres decretos.
En la misma postura se han mostrado tanto el PP de Alberto Núñez Feijóo, quien no va a salvar a Pedro Sánchez de sus tensiones con los socios, así como Podemos, el último invitado a esta particular fiesta. Además, está por ver aún qué hará el PNV, ya que algunos de los decretos invaden directamente competencias.
El PSOE, huérfano de portavoz y con un Santos Cerdán cada vez más omnipresente, no ha explicado ni la modificación que afecta directamente a la justicia ni tampoco su decreto ómnibus, donde se ha incluido todo tipo de medidas, algunas de ellas inconexas, violentando así el espíritu para el que se creó esta fórmula extraordinaria de Gobierno.
EL PSOE SUFRIRÁ UNA SEVERA DERROTA SI NO CONVALIDA DECRETOS
La convalidación de estos decretos es crucial para un Gobierno que apenas ha aprobado leyes y supera el récord de decretos, una muestra de debilidad y de incapacidad de poner de acuerdo a sus socios. Y es que, no es fácil eliminar la ideología a la hora de aprobar medidas, más cuando no se han explicado debidamente. Poner de acuerdo a la derecha independentista catalana y vasca con sus homólogos de izquierdas es cada vez más difícil ante la cercanía de las elecciones autonómicas, especialmente en País Vasco y Cataluña, aún sin fechas fijadas.
El PSOE apelará a la responsabilidad e interés común de los ‘populares’, pero Feijóo no va a arreglar la guerra interna entre los socios de Pedro Sánchez
El PP de Alberto Núñez Feijóo no es el de Pablo Casado. El PSOE apelará a la responsabilidad e interés común de los ‘populares’ para mantenerse en La Moncloa, pero tampoco encontrará aliados en Génova 13, más después de las graves acusaciones y señalamientos de las últimas semanas, con una deshumanización de los del PP que raya lo indecente.
EL PP DE FEIJÓO NO SALVARÁ A PEDRO SÁNCHEZ
«Vamos a poner soluciones, pero no a arreglar los problemas internos del desgobierno», ha asegurado Feijóo este mismo lunes, mostrando así un rechazo a cada uno de los tres decretos. «Sánchez sostiene el Gobierno sobre él mismo, sobre los objetivos del independentismo y la nada para el resto de los españoles.
Eso se hace insostenible para cuatro años», ha remarcado el líder del PP ante el «salto al vacío» de Pedro Sánchez. De esta forma, Génova 13 se conjura para ser la casa del constitucionalismo, pero con redes de seguridad amarradas desde las Comunidades Autónomas donde gobierna. Todo ello, para «hacer de contrapeso de sentido común» frente a los «desmanes» del PSOE.
Así, Pedro Sánchez tan solo tiene la escapatoria de los decretos, un abuso y una intervención del propio poder legislativo. Y es que, los decretos se crearon para poder realizar medidas de urgencia y una acción extraordinaria para evitar el largo camino de la tramitación de las leyes. El PSOE, en cambio, los utiliza para poder evitar el debate parlamentario y tener que dar explicaciones sobre los mismos escritos. Una fórmula que ya está agotada y que desespera cada vez más a sus propios votantes.
LA AMNISTÍA Y LA NECESIDAD DE JUNTS ANTE UN PSOE PERDIDO
Ejemplo de ello es la propia amnistía a los líderes del ‘procés’, que se tramita como decreto y no como ley a la que poder incluir enmiendas. El motivo principal se centra en mantener contentos a Junts y ERC, pero ha provocado también el rechazo del PNV al rechazar las formas y el fondo.
Asimismo, Núñez Feijóo también ha mostrado la incongruencia del PSOE y Sumar a la hora de redactar los decretos. Y es que, el Gobierno pondría en marcha medidas para atajar la crisis económica y social, pero al mismo tiempo niega esta situación económica.
Podemos, además, aplicará la propia medicina al ser excluido del Ejecutivo. El PSOE mostró preocupación por la actuación de la líder de Sumar, Yolanda Díaz, al imponer a Pedro Sánchez los nombres de sus ministros, pero los ‘morados’ hicieron valer sus cinco diputados y se marcharon al grupo mixto. La falta de convicción de Díaz deja ahora a Sánchez sin cinco valiosos apoyos, que venderán muy alto su precio a la hora de negociar.
PODEMOS SE SUMA A LA DERROTA DEL PSOE
Muestra de la enorme brecha que separa a los de Pablo Iglesias e Irene Montero de los de Díaz es también la preferencia por votar antes al BNG que a la coalición que lidera Marta Lois de cara a las elecciones gallegas del próximo 18 de febrero.
Pedro Sánchez afronta así su primera derrota parlamentaria, un revés que no solo supone un varapalo al presidente del Gobierno, sino también al PSOE, ya que había puesto todo el eje de la legislatura en estos tres decretos. Asimismo, en Junts aún se regodean de su no y se muestran más desafiantes a la hora de negociar. «Hay que cumplir lo pactado», recuerdan los irredentos de Puigdemont.
El PSOE tratará de imponer un relato convincente para poner al PP frente al espejo, pero los ‘populares’ se muestran esta vez inflexibles. De hecho, se culpará a Feijóo y los suyos de la pérdida de otros 10.000 millones de euros en fondos europeos. Pero la realidad es que el PSOE no ha negocado nada con los ‘populares’ como tampoco ha tratado de incluir las propuestas.
Los socialistas han decidido hacer su guerra en solitario sin contar con nadie, con la esperanza de que todos los grupos le favorecieran, al menos sus propios socios. De esta forma, el muro levantado contra la «extrema derecha» comienza a desmoronarse, más cuando ha lanzado un mensaje de ayuda a la oposición.
SÁNCHEZ, SIN MANUAL DE RESISTENCIA PARA SALVAR LA SITUACIÓN
Feijóo exigió entre otras medidas deflactar el IRPF para quienes cobren menos de 40.000 euros anuales, también incluir la rebaja del IVA a la carne y pescado, así como las conservas, y evitar la subida del IVA a la luz y gas, que se disparan con la llega de Año Nuevo.
Cabe destacar que el PSOE firmó con el PNV una cláusula para que el decreto ley fuera únicamente para casos excepcionales y urgentes, mientras que el contenido debía ser conocido y explicado.
Y es que, como apunta Iván Redondo, el asesor de cabecera de Pedro Sánchez durante la pasada legislatura, el Gobierno tiene que iniciar el camino de la «dicdáctica política» que tanto utilizó José Luis Rodríguez Zapatero para explicar la composición del país y el por qué real de los pactos. Pero los razonamientos ya no son válidos tras señalar que los pactos con los independentistas tan solo eran para poder mantenerse en La Moncloa. «Hacer de la necesidad virtud», afirmó Sánchez en la sesión de investidura.
El PSOE no cerró bien su argumentario, un hecho impropio de un partido que domina la comunicación y los medios, a los que dará 440 millones de euros en publicidad institucional.
