El movimiento de apoyo a los familiares de presos de ETA, Sare (Red, en castellano), cumple 10 años de vida este 2024 y quiere aprovechar la desinflamación del conflicto vasco para conseguir que los reos ligados a la banda terrorista salgan de la cárcel.
Esta red liderada por Joseba Azkarraga, exconsejero de Justicia del Gobierno vasco por Eusko Alkartasuna, ha convocado una masiva manifestación para este sábado 13 de enero por las calles de Bilbao.
Sare ha recabado el apoyo para el acto del sábado de Carles Puigdemont, Clara Ponsati y Toni Comín (Junts Per Europa), Ana Miranda (BNG), Diana Riba i Giner y Jordi Solé (ERC), Idoia Villanueva y Eugenia Rodríguez Palop (Unidas Podemos) o Miguel Urban (Anticapitalistas).
APOYOS DEL ENTORNO DE ETA EN JUNTS Y PODEMOS
También en este movimiento radicado en Euskadi y Navarra han logrado la solidaridad de varios eurodiputados extranjeros: Chris MacManus, Clare Daly, François Alfonsi, Mick Wallace, y Nikolaj Villumsem y Dimitrios Papadimoulis.
«Queremos subrayar la importancia del trabajo político en favor de este fin y valoramos, por lo tanto, de manera muy positiva el apoyo de eurodiputados que representan distintas sensibilidades en diversos países», señalan.
Sare presentó el mes pasado la movilización callejera y anunció que ha adoptado el símbolo de la llave para abrir las cárceles vascas. «Las llaves nos sirven para abrir y cerrar puertas. Para avanzar debemos cerrar algunas puertas y abrir otras. Las llaves son herramientas imprescindibles que utilizamos a diario y, en otras ocasiones, también en otros ámbitos de la vida, las propias personas somos sujetos indispensables para desempeñar esa importante función de llave. Nosotras y nosotros podemos ser quienes posibilitemos este proceso de avance de la sociedad», señalan.
LLAVES Y SUS CONTACTOS CON LOS SOCIOS DEL PSOE
Y afirman que pese a que no han ese «vivido el conflicto armado que se ha prolongado durante tantos años en nuestro país, muchas y muchos jóvenes sí conocemos las consecuencias del mismo y muchas de nosotras las sufrimos todavía. De hecho, en la actualidad, los y las presas vascas continúan sufriendo una situación injusta, contraria a los derechos humanos, derivada del conflicto».
«En los últimos años se han dado avances importantes en el reconocimiento de los derechos de las y los presos vascos. Entre ellos, la pasada primavera se puso fin a una de las medidas de excepción más dramáticas que durante más de tres décadas ha conocido la sociedad vasca. Gracias al trabajo y a la fuerza de la sociedad vasca y, en ese contexto, también de las y los jóvenes, cerramos la puerta de la dispersión», añaden los familiares de los presos de ETA.
SARE RECONOCE AVANCES
Sin embargo, denuncian, «otras medidas de excepción que vulneran los derechos de las y los presos vascos siguen aún en vigor y creemos que es imprescindible acabar con esta situación para avanzar en la resolución del conflicto».
Quieren perpetuar las consecuencias del conflicto y hacer imposible la resolución
Según el movimiento, «no tiene sentido alguno que, 12 años después de que ETA cesara en su actividad y 5 años después de su disolución, se apliquen a los presos penas de por vida, en base a una legislación excepcional creada expresamente para incrementar las penas de las y los presos vascos, bajo el pretexto del terrorismo; tampoco que se mantenga en prisión a los presos enfermos; o que no se tengan en cuenta los años de reclusión en el Estado francés, obligándoles a cumplir una doble condena».
También afirman que «las decisiones judiciales que impiden a los presos vascos avanzar en su proceso penitenciario, cumpliendo con los requisitos establecidos por la legislación, no tienen ningún tipo de encaje en el contexto actual. Tanto estas decisiones judiciales, como los posicionamientos de otros sectores políticos, muestran una clara intención por mantener a la sociedad vasca en el pasado. Quieren perpetuar las consecuencias del conflicto y hacer imposible la resolución».
LOS PRESOS DE ETA, MATERIAL SENSIBLE
El acercamiento de los presos de ETA a cárceles del norte, tal y como exigían desde Europa, ha sido uno de los logros obtenidos durante el último lustro por Euskal Herria Bildu a cambio de apoyar a Pedro Sánchez.
El PSOE, consciente de que el procés desviaba la atención del conflicto vasco, apostó por el acercamiento de reos sin que la amnistía parezca estar siquiera sobre la mesa.