Yolanda Díaz quiere dar por cerrada su derrota de la reforma del subsidio de desempleo a manos de Podemos. Según ha explicado su compañero de filas, Ernest Urtasun, corresponde al Ministerio de Trabajo negociar con Podemos y con los agentes sociales. La maniobra de Félix Bolaños, el superministro que quiere llevar las riendas de todo lo que se pacte con el Gobierno, esta vez no ha funcionado. En la agenda de la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo no está solo negociar con Podemos la reforma del subsidio y con los agentes sociales, sino que pretende recuperar su iniciativa y dar el pistoletazo de salida a la reducción de la jornada laboral, una de las medidas estrellas del programa electoral de Sumar del pasado 23J.
Díaz, una vez superado el contratiempo de su fallida reforma del subsidio sobre la que el propio Pedro Sánchez le ha dicho que queda tiempo suficiente para negociarla y sacarla adelante sin que afecta al cobro de los 10.000 millones de euros de los fondos europeos, quiere avanzar en sus proyectos para esta legislatura. A comienzos de esta semana ha anunciado que su siguiente paso será negociar la reducción de la jornada laboral.
Para emprender esta reforma ya ha adelantado que abrirá una mesa de diálogo social, con empresarios y sindicatos, sin cuyo consenso sería imposible implantar una nueva jornada laboral en las empresas españolas. La ministra recuerda que la jornada laboral en España «lleva 40 años congelada», y el objetivo es modificar el artículo 34 del Estatuto de los Trabajadores para que luego se debata en el Congreso de los Diputados. Precisamente, fue el 29 de junio de 1983 cuando quedó fijada en las 40 horas semanales y en aquella época fue un gran logro para los trabajadores.
YOLANDA DÍAZ ESPERA QUE EN 2024 LA JORNADA LABORAL SE REDUZCA A 38,5 HORAS Y EN 2025 A 37,5 HORAS
Díaz insiste, lo mismo que durante toda la campaña electoral, que «es una norma muy importante que va a mejorar la vida de la gente». En este sentido, la base de esta reforma se sustenta el acuerdo alcanzado entre PSOE y Sumar para la investidura de Pedro Sánchez. En dicho acuerdo se contemplaba la reducción de la jornada laboral de 40 horas semanales a 38,5 horas en 2024, para que al año siguiente, en 2025, la jornada laboral quede situada en las 37,5 horas semanales.
Para Díaz, este recorte de dos horas y media semanales significa «una de las grandes reformas de nuestro país». La ministra de Trabajo está dispuesta como sea a cumplir su promesa, y la recuerda: «dijimos que una de las medidas claves de esta legislatura iba a ser la reducción de la jornada laboral sin reducción salarial, que iba a ser la legislatura del tiempo de vida y del tiempo de trabajo. Pues bien, este es el siguiente paso que vamos a dar», ha reiterado la vicepresidenta segunda.
Precisamente, la reducción de la jornada laboral fue una de las causas que demoró el acuerdo de investidura de Sánchez porque, como la propia ministra reconoce, «no le gustaba nada al PSOE». Otras medidas, como la mejora de la productividad ante el diferencial negativo que España tiene con la Unión Europea, fue uno de los estímulos para que finalmente los socialistas cerraran el acuerdo, ya que Sumar argumentó que «una de las herramientas para mejorar esta situación de baja productividad también tiene que ver con tener mejores jornadas laborales».
YOLANDA DÍAZ PRETENDE SEGUIR LA ESTELA DE PAÍSES COMO ITALIA, IRLANDA, ALEMANIA O NORUEGA
La reducción de la jornada laboral no es nueva en el continente europeo. Ya existen bastantes países que han recortado su jornada laboral. Así por ejemplo encontramos que Italia e Irlanda cuentan con una jornada laboral de 35 horas semanales. Por debajo, incluso, se encuentra Alemania, con 34,6 horas. También Noruega cuenta con 34,1 horas semanales y el país donde la jornada laboral es la más reducida es Austria con 33,7 horas semanales.
Traducidas estas jornadas en horas anuales de trabajo, el cómputo total de horas trabajadas en España alcanza las 1.577 horas mientras que en Alemania los empleados trabajan 1.332 horas al año; en Dinamarca, 1.346 horas y en Reino Unido, 1.367 horas anuales.
A todas luces España queda muy por encima de las horas anuales trabajadas y se pone de manifiesto que no por trabajar más horas se mejora la productividad. Lo cierto, también, es que en la baja productividad influye que en España se invierte poco en tecnología y menos en organización de trabajo, según aseguran los expertos.
Incluso las encuestas muestran que los trabajadores españoles son de los más insatisfechos de la Unión Europea, al menos en el análisis de Eurostat sobre el Mercado de Trabajo (EURES, 2023) se desprende que 1 de cada 4 trabajadores españoles dice estar insatisfecho con su trabajo, casi el 25% frente al 13,8% de media de los trabajadores europeos insatisfechos.
LA REDUCCIÓN DE LA JORNADA LABORAL EN NÚMEROS
De llevarse a cabo la reforma de la jornada laboral, no todos los trabajadores se podrían beneficiar de ella. Los cálculos de Trabajo es que afectaría a unos 12 millones de trabajadores (la última EPA arrojó que España cuenta con más de 21 millones de población activa).
De hecho, en la actualidad el mercado de trabajo muestra una desigualdad significativa dentro de los trabajadores también por lo que respecta a la jornada laboral. Por un lado, hay un 14% de trabajadores del sector privado que tiene una jornada pactada por convenio de 37,5 horas semanales, a los que se sumarían en torno a los 3 millones de funcionarios. Pero el resto de los empleados trabajan más horas. Por ejemplo, entre los sectores con más horas de trabajo se encuentra el financiero.
Entre los sectores que tienen la jornada más reducida (con una jornada incluso inferior a las 37,5 horas) se encuentra el 61% de los trabajadores de la educación privada; el 52% de las actividades artísticas; el 48% de los trabajadores del sector energético y el 44% de los empleados de los servicios de agua y gestión de residuos.
Ni que decir tiene que los sindicatos están a favor de la reducción de la jornada laboral. Con motivo de la negociación de la subida del salario mínimo (SMI) la pasada semana ya plantearon que es necesario comenzar cuanto antes a negociar la reducción de la jornada laboral. El propio secretario general de UGT, Pepe Álvarez, urge a esta negociación, ya que si no se pacta de forma inmediata este recorte no se llegaría a tiempo para implantarla en 2024.
La ministra de Trabajo encontrará la principal oposición a su medida estrella en la CEOE, cuyo presidente, Antonio Garamendi ya ha empezado a advertir que con la reducción de la jornada laboral se producirá «otra subida implícita del salario mínimo», lo que supone «engañar a las empresas». El presidente de la patronal considera que la reducción de la jornada laboral se debería haber abordado cuando se negoció la subida del salario mínimo.
