Yolanda Díaz quiere dar otra vuelca de tuerca al mercado laboral. La ministra de Trabajo busca limitar el salario de los directivos, una ocurrencia que crea inseguridad jurídica y forma parte de su nueva campaña. Lo dijo mientras firmaba con los líderes sindicales la subida del salario mínimo para 2024, en ausencia de la CEOE-Cepyme, que no firmó el acuerdo. «Sería bueno que hablemos de los salarios que perciben en algún consejo de administración; sobre los elevadísimos salarios de muchos miembros de la dirigente empresarial», dijo la vicepresidenta primera.
Garamendi acusa a Díaz de intervencionismo lo que pone en peligro las inversiones
Esta intromisión ha sido denunciada por el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, quien ha calificado de «populistas» las afirmaciones de Díaz. Ante el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Manzón, aseguró: «que una ministra de España esté hablando de un intervencionsimo tal, de república bananera, pone en peligro las inversiones»
Pero Díaz quiere abrir el debate también entre los miembros del Gobierno, su socio de legislatura. Su objetivo es elevar la contribución de los que calificó de «elevadísimos» salarios de los altos directivos de las grandes empresas y, con ello, «reducir las distancias entre quienes ganan mucho y los que menos ganan».
DÍAZ DICE QUE LA DESIGUALDAD SALARIAL SE HA REDUCIDO UN 20%, PERO LOS CEOs COBRAN 174 MÁS QUE SUS TRABAJADORES
La ministra recuerda que en España cobran el salario mínimo 2,5 millones de trabajadores, en total 1.134 euros mensuales o 15.876 euros anuales en 14 pagas, pero sobre todo destaca que desde 2018 con los gobiernos de coalición de Pedro Sánchez «la desigualdad salarial se ha reducido un 20% en España», precisamente por la subida de más del 54% del SMI.
Sin embargo, Díaz no parece coordinar mucho con el presidente del Gobierno, dado que el mismo día que la ministra hablaba de los sueldos de los altos directivos de las empresas, Pedro Sánchez se encontraba en Davos departiendo amigablemente con algunos de los principales empresarios españoles, como Ana Botín y Héctor Grisi (Banco Santander), Carlos Torres y Onur Genç (BBVA), Franciso Reynés (Naturgy), Josu Jon Imaz (Repsol), Maarten Wetselaar (Cepsa), José Luis Blanco (Nordex), José Manuel Entrecanales (Acciona), Rafael del Pino (Ferrovial) o José María Álvarez-Pallete (Telefónica).
Está por ver si Yolanda Díaz habla este mismo jueves sobre este nuevo debate en la reunión a la que ha convocado a los agentes sociales para empezar a abordar la reducción de la jornada laboral. Su objetivo es reducir de 40 a 37,5 horas semanales la jornada laboral, además de tener un mayor control sobre las más de 7 millones de horas extraordinarias semanales que se hacen en España, sin abonar en la gran mayoría. De ahí también su interés en que la Administración intervenga el registro horario que las empresas están obligadas a tener desde mayo de 2019.
Díaz aún no tiene claro qué va a hacer para intervenir los salarios de los altos directivos de las empresas, pero sí que quiere acotarlos: «más que salarios son retribuciones excesivas», asegura. Y para hacer más evidente esas diferencias salariales, pone sobre la mesa los datos oficiales: los presidentes ejecutivos del Ibex (lo mismo que estuvieron con Sánchez en Davos) cobran 10 millones de euros, lo que supone 174 veces lo que cobran sus trabajadores. Por este motivo, la vicepresidenta del Gobierno afirma que «no debemos poner el foco en los salarios mínimos sino en los máximos» porque en el caso de los directivos, los segundos en el staff de las grandes empresas, sus salarios multiplican por 54 los de sus trabajadores.
DÍAZ PROPONE MÁS PARTICIPACIÓN DE LOS TRABAJADORES EN LOS CONSEJOS DE ADMINISTRACIÓN Y MÁS FISCALIDAD
No obstante, ya ha anticipado por dónde podría ir la propuesta de Trabajo. Díaz cree que se podrían tener en cuenta las diferentes modulaciones de lo que se puede hacer y, en primer lugar, mediante un acuerdo marco sobre retribuciones de directivos con recomendaciones.
Para reforzar sus argumentos, Díaz recuerda que en algunos países hasta se han llegado a hacer referéndums. Este sería el caso de Suiza, o las propuestas presentadas por algunos multimillonarios de Estados Unidos y europeos en el propio foro económico de Davos: «Estos días, grandes directivos muestran que son conscientes de esta obscenidad y quieren contribuir más. Es un asunto de preocupación prioritaria en Estados Unidos y de la Unión Europea», subraya la ministra.
En el proyecto de Díaz para intervenir los salarios también se incluye desarrollar una mayor democracia interna en las empresas. Para lograrlo considera que se debe ampliar la participación de los trabajadores en los órganos de dirección de las compañías e, incluso, formar parte de los consejos de administración. En su opinión, con esta opción «estos salarios excesivos no se producirían», y con ello se acabaría con «una injusticia profunda».
Otro de sus ejes para esta intervención sería la fiscalidad. Díaz considera que en este cambio existen «múltiples posibilidades». En el IRPF existen 25 puntos de diferencia entre los salarios de los trabajadores y los de los grandes directivos, mientras la contribución de los trabajadores cada vez es mayor, pese a la brecha salarial.
