En medio de una creciente controversia sobre la presidencia de la Comisión de Vigilancia de las Contrataciones, el panorama político en la Asamblea de Madrid ha dado un giro sorprendente. Tras la renuncia de Ana Cuartero, representante de Vox, al puesto, este quedó vacante, desatando una ola de especulaciones sobre presiones políticas y disputas internas.
La polémica se intensificó con las acusaciones de presión por parte del presidente de la Asamblea, Enrique Ossorio, hacia la comisión, sumiendo al órgano en un clima de incertidumbre y desconfianza.
Desde el PSOE-M, el portavoz en la Asamblea de Madrid, Juan Lobato, anunció que su partido también renuncia a asumir la presidencia de la comisión. Lobato declaró que el PSOE-M «no tiene ningún interés» en liderar la mencionada comisión hasta que el Partido Popular les «les traslade los criterios claros con los que va a permitir que pueda funcionar» de manera adecuada y legal.
Con el rechazo tanto del PSOE-M como de Vox a ocupar la presidencia de la comisión, queda por dilucidar cómo se resolverá esta situación y quién asumirá finalmente la responsabilidad de liderar un órgano crucial en la supervisión de las contrataciones públicas en la región. Mientras tanto, la incertidumbre y la desconfianza continúan ensombreciendo el panorama político madrileño.
EL PSOE-M ASEGURA QUE «NO HAY NADA QUE HACER HASTA QUE EL PP CAMBIE DE ACTITUD»
El PSOE-M ha reiterado su postura firme en relación con la presidencia de la Comisión de Vigilancia de las Contrataciones, afirmando que no tomarán ninguna acción hasta que el Partido Popular (PP) modifique su actitud. Esta declaración, emitida por el portavoz y secretario general del partido, Juan Lobato, refleja la creciente tensión política en la región y la falta de consenso sobre el funcionamiento de un órgano clave en la supervisión de las contrataciones públicas.
Lobato subrayó que «no hay nada que hacer hasta que el PP cambie de actitud, hasta que el PP no nos traslade los criterios claros con los que va a permitir que pueda funcionar esa Comisión de Vigilancia». Una postura que refleja la demanda del PSOE-M de una colaboración más transparente y constructiva por parte del partido gobernante.
El portavoz socialista también recordó los requisitos establecidos para la presidencia de la comisión, señalando que siempre debe ser ocupada por un diputado de la oposición. Sin embargo, lamentó que esta condición sea poco relevante si el PP continúa bloqueando cualquier iniciativa que busque investigar los actos de gestión de la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso.
Las declaraciones de Lobato respaldan las afirmaciones previas de Ana Cuartero y Vox sobre las continuas negativas del presidente de la Asamblea, Enrique Ossorio, para admitir a trámite temas que la Comisión de Vigilancia de las Contrataciones podría investigar. «Para qué vamos a estar uno u otro de la oposición en una comisión que no sirve y que no tiene utilidad porque lo bloquea todo el PP con su rodillo y su mayoría», expresó el portavoz del PSOE-M.
Ante este panorama, el PSOE-M demanda una reacción por parte del PP antes de considerar cualquier tipo de colaboración. «No tenemos ningún interés de presidir, no ser vicepresidentes, ni vocales, ni nada en una comisión que no sirve para nada hasta que el PP entienda lo que es la democracia y cómo debe funcionar en Madrid», concluyó Juan Lobato.
LA DIMISIÓN DE ANA CUARTERO (VOX) DESATA LA ÚLTIMA POLÉMICA EN LA COMUNIDAD DE MADRID
La renuncia de Ana Cuartero, diputada de Vox, ha sacudido el panorama político madrileño, generando una nueva controversia en torno a la transparencia y la rendición de cuentas en la Comunidad de Madrid. Cuartero atribuyó su dimisión a las presiones ejercidas por la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, alegando que el Gobierno está obstaculizando la labor de fiscalización de los contratos ejecutados en la región.
No tenemos ningún interés de presidir, no ser vicepresidentes, ni vocales, ni nada en una comisión que no sirve para nada hasta que el PP entienda lo que es la democracia
Juan Lobato, secretario general del PSOE-M
En el comunicado publicado por Vox, Cuartero señaló que «las dificultades que el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso está imponiendo a la labor de fiscalización de los contratos que el Gobierno de Ayuso ejecuta en la Comunidad de Madrid» fueron determinantes en su decisión. Desde la perspectiva de Vox, la Comisión de Vigilancia de las Contrataciones representa el último recurso para supervisar las actuaciones económicas del Gobierno regional, pero esta dimisión se produce en un contexto de tensiones políticas debido a modificaciones legales que han consolidado el control del Ejecutivo sobre entidades como el Consejo de Transparencia y la Cámara de Cuentas.
ENRIQUE OSSORIO EN EL PUNTO DE MIRA
Por otro lado, Cuartero arremetió contra el presidente de la Asamblea, Enrique Ossorio, denunciando que este último está obstruyendo el funcionamiento de la Comisión al inadmitir sistemáticamente las iniciativas presentadas por los distintos grupos parlamentarios. La expresidenta de la comisión, destacó la preocupante falta de acción para abordar las preocupaciones planteadas por su partido, mencionando que todas las iniciativas de Vox se han paralizado desde hace tres meses, lo que ha dificultado significativamente la labor de fiscalización.
«Antes no podíamos tratar los contratos relacionados con los pisos de menas, ahora ya no nos dejan traer nada. Todas las iniciativas de Vox se paralizan desde hace tres meses. Todo son buenas palabras, pero ni una acción, y Vox no está aquí para perder el tiempo ni calentar sillones», puntualizó Cuartero, resaltando la falta de compromiso real por parte de las autoridades para abordar las inquietudes planteadas por su partido.
La renuncia de Ana Cuartero ha puesto de manifiesto las tensiones internas y los desafíos que enfrentan los partidos políticos minoritarios en su intento por ejercer un control efectivo sobre las actividades del Gobierno regional en la Comunidad de Madrid.