Los internos del CIE Aluche denuncian agresiones policiales

Si hace unas semanas eran los inmigrantes del Centro de Acogida, Emergencia y Derivación instalado en el acuartelamiento Primo de Rivera de Alcalá, dependiente del Ministerio de Inclusión Seguridad Social y Migraciones que lidera Elma Saiz, los que se quejaban de estar peor que en una cárcel, «mal alimentados, con la misma ropa y sin médicos», e incluso con números marcados en la piel, hechos que fueron desmentidos por ACCEM, la ONG que los atiende, ahora son los internos del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Aluche los que han escrito una carta donde se quejan de agresiones policiales.

Tan sólo dos meses y tres días después de la reapertura del centro de internamiento de extranjeros de Madrid -donde el Ministerio de Interior trasladó bajo custodia policial a algunos de los inmigrantes que pedían asilo en el aeropuerto de Barajas aunque carecía de los medios necesarios para ellos, según defendieron los sindicatos policiales-, medio centenar de personas internas han firmado una carta escrita de puño y letra donde relatan haber sufrido agresiones por parte de varios agentes de la Policía Nacional que presuntamente estaban bajo los efectos del alcohol.

AGRESIONES EN LA NOCHE DE SAN VALENTÍN

Según la versión de los inmigrantes, que recoge la organización CIES No Madrid, la cual aboga por el cierre de los CIE y el fin de las deportaciones, el pasado 14 de febrero por la noche, entre las 23.00 y 24.00 los agentes propinaron varios golpes en forma de porrazos, patadas en la cabeza y puñetazos a varios compañeros y profirieron insultos en su contra.

Según hacen constar en el escrito, un compañero que perdió la consciencia a causa de los golpes y sangraba mucho, «desapareció del centro y no se sabe dónde se encuentra desde entonces ya que la familia de este interno tampoco ha conseguido localizarle, a pesar de haberse puesto en contacto con varios hospitales de la capital».

golpes en forma de porrazos, patadas en la cabeza y puñetazos

Asimismo, las personas internas afirman que los partes de lesiones emitidos por el servicio sanitario del CIE no reflejan adecuadamente las consecuencias físicas de las presuntas agresiones policiales, aportando a dicha plataforma varias imágenes que muestran las lesiones.

En el escrito también refieren que se han producido otros episodios de violencia policial en los últimos días, entre los que destaca «el presunto estrangulamiento de una mujer en su celda hasta quedar inconsciente».

Por último, explican que que existen otras deficiencias en el funcionamiento del centro como la escasez de comida o de mantas (indican que solo les dan una finita) y hacen alusión a otras cuestiones que quisieran denunciar directamente en persona si pudieran tener una entrevista con el juez o alguna ONG, por temor a sufrir represalias. Otra cuestión de la que se quejan es de que los agentes también realizan cacheos en las habitaciones sin la presencia de los que allí viven. En definitiva, se quejan de «ser tratados peores que los animales».

LAS AGRESIONES TERMINAN ARCHIVÁNDOSE

Algunas personas internas y las entidades sociales que están acreditadas para la realización de visitas en el CIE han puesto estos hechos en conocimiento del juzgado de control y del Defensor del Pueblo a fin de que se investiguen y esclarezca lo sucedido, de que se depuren responsabilidades pertinentes y de que se proceda a adoptar medidas urgentes para garantizar la protección de los derechos de las personas internas.

Por ello, desde CIES No Madrid exigen que la justicia actúe en busca de la verdad, que puede ser la versión de los inmigrantes u otra, ya que la propia organización se queja de que «es inconcebible que, cada vez que el CIE está en funcionamiento, en distintos momentos, todos los años diferentes personas internas denuncien una y otra vez hechos muy similares y que jamás se deriven consecuencias jurídicas de dichas denuncias, porque siempre terminan por archivarse», y si se archivan es porque la Justicia considera que no ha habido tales delitos.

No obstante, y pese a que el CIE de Aluche es conocido por los casos de motines e intentos de fugas, CIES No Madrid insiste que «no hay que ignorar las vulneraciones de derechos que comete el propio Estado. Basta de opacidad, basta de impunidad».

Policía Nacional ha desarticulado una organización que trajo a migrantes que colapsaron Barajas./Defensor del Pueblo.
Policía Nacional ha desarticulado una organización que trajo a migrantes que colapsaron Barajas./Defensor del Pueblo.

CAE UNA BANDA CRIMINAL QUE COLAPSÓ BARAJAS

La denuncia de estos inmigrantes se ha producido coincidiendo casi con la operación policial en la que se ha desarticulado una red internacional que introducía a través del aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas a migrantes de origen senegalés que se hacían pasar por menores para solicitar asilo a su llegada a territorio español.

Esta red de inmigración clandestina había ideado una sofisticada ruta aérea para introducir de manera ilícita en Europa a personas de origen senegalés. Además, contaba con un manual en el que se explicaba pormenorizadamente los pasos a seguir para solicitar asilo en nuestro país. Una vez superado el primer escoyo, consistente en llegar desde Senegal hasta la ciudad de Casablanca (Marruecos), los migrantes, siguiendo las instrucciones de la organización, adquirían un billete de avión con destino a diferentes países de Sudamérica.

Estos vuelos tenían como requisito necesario que realizaran un tránsito por el aeropuerto madrileño, aprovechando así nuestro país como puerta de entrada en la Unión Europea. En realidad no querían llegar a su destino final, sino que, aprovechando la ausencia del requisito de visado en tránsito, una vez llegaban a nuestro país desistían de continuar su viaje.

Según ha informado la Policía Nacional, tras embarcar en Casablanca con su pasaporte original, y ya dentro de la aeronave, rompían su pasaporte. A su llegada a España se dirigían a las autoridades policiales manifestando carecer de documentación, ser menores de edad y originarios de países en conflicto como Mali o Etiopía. Tras solicitar asilo, estas personas de origen senegalés y supuestamente menores, no eran retenidas en el aeropuerto mientras se estudiaba su solicitud de asilo, sino que eran trasladadas hasta los centros de primera acogida de la Comunidad de Madrid a efectos de protección.

Estos centros de primera acogida gozan de un régimen abierto, por lo que una vez ingresaban en ellos lo abandonaban sin formalizar su solicitud de asilo. La organización contaba con toda una red de recogida y traslado de estas personas a su salida del centro, donde acudían diferentes personas en vehículo para trasladarlos, a cambio de una cantidad económica, a diferentes estaciones de autobuses, aeropuertos, o incluso directamente hasta Francia, Alemania o Bélgica.

El hecho de que las víctimas de esta red de inmigración clandestina pudieran ser menores de edad alertó a la Fiscalía de Menores de Madrid, quien encomendó unas primeras gestiones de investigación a la Brigada de Extranjería y Fronteras de Madrid y a la Brigada Provincial de Información de Madrid, los cuales demostraron que en ningún caso se tratarían de menores de edad.

En la operación, que ha permitido desarticular la organización criminal, han sido detenidas un total de doce personas en distintos puntos de la Comunidad de Madrid y Alcoy, entre ellas el cabecilla de la red a nivel europeo. La investigación continúa abierta y no se descartan más detenciones. Lo que sí ha trascendido es que esta organización fue una de las que ha propiciado que las salas de asilo del aeropuerto de Barajas estuvieran colapsadas.