Los funcionarios de prisiones exigen inhibidores en las oposiciones

Los sindicatos más representativos de los funcionarios de prisiones, CSIF, ACAIP y UGT, ya se han reunido con la Administración Penitenciaria para aclarar lo ocurrido en los exámenes de las pruebas selectivas del cuerpo de ayudantes de la OEP 2023 que tuvo lugar en la Facultad de Informática de la Universidad Complutense de Madrid el pasado 13 de febrero, donde se encontraron 2 pinganillos y 10 móviles no apagados.

INHIBIDORES, ARCOS, DIFERENTES EXÁMENES

Uno de los principales problemas que hubo en la prueba de la oposición, aparte del retraso en la organización e inicio del examen, fue el uso de medios electrónicos para cantar las respuestas, de ahí que una de las principales medidas solicitadas por los sindicatos ha sido la utilización de inhibidores de frecuencia que imposibiliten el uso pinganillos, móviles, relojes inteligentes e incluso el uso de arcos detectores de metales para evitar que el alumnado pueda acceder al aula con esos dispositivos.

Pero no son las únicas medidas que pueden permitir clarificar las pruebas, dotarlas de una mayor seguridad y evitar situaciones absolutamente indeseadas. Otra de sus propuestas claves es que, como ocurre en otros procesos, se hagan varias versiones del examen que impida copiar o cantar las respuestas.

Es decir, colocar 120 preguntas en orden distinto y las respuestas también en orden diferente, identificándose cada modelo (A, B, C…) en el propio código de barras. Esta propuesta, según los sindicatos, fue bien acogida por la Administración. De hecho, es mucho más económica y sencilla que la instalación de inhibidores o arcos detectores.

QUIEN COPIE EN LOS EXÁMENES NO PODRÁ VOLVER A PRESENTARSE

Además, los sindicatos han propuesto a la Administración, dependiente del ministro de Interior Fernando Grande-Marlaska, que al estilo de lo que ocurre en otros procesos selectivos, aquellos aspirantes que hayan sido descubiertos intentado copiar el examen o utilizando medios fraudulentos para su conformación, no puedan volver a presentarse a estos procesos selectivos, bien en un periodo de tiempo a determinar, bien de forma indefinida.

Además, teniendo en cuenta el número de procesos selectivos que se realizan anualmente en la Institución (Ayudantes, Especial, Técnicos, Enfermeros o Facultativos), así como las diferentes opciones (libre o promoción interna), se debería valorar la creación de una Comisión Permanente de Selección similar o del estilo de la que existe en el seno del INAP para los cuerpos generales de la Administración General del Estado.

Por su parte, el subdirector general de Recursos Humanos y la jefa de Ordenación, la presidenta y secretaria del Tribunal, aclararon a los sindicatos algunos detalles de lo que sucedió en la prueba polémica, donde estaban convocados exactamente 10.182 aspirantes, de los cuales 527 hicieron la prueba en Canarias. en Madrid se utilizaron 127 aulas y 11 en la sede de Las palmas, con 380 y 35 colaboradores respectivamente, además de 34 personas de apoyo del Tribunal.

Un pinganillo como éste, que retiró la Guardia Civil en un examen para obtener el permiso de conducir, es similar al que se utilizó en la oposición a funcionario de prisiones.
Un pinganillo como éste, que retiró la Guardia Civil en un examen para obtener el permiso de conducir, es similar al que se utilizó en la oposición a funcionario de prisiones.

LA VERSIÓN DE LA ADMINISTRACIÓN

Según la Administración, a las 8.30 horas se abrieron las puertas de las facultadas y a las 9 horas se procedió a realizar el llamamiento, aunque el primer ejercicio no comienza hasta las 10.05 horas, una vez que los aspirantes ya están ubicados y con el material necesario. El incidente polémico ocurrió sobre las 11 horas en el aula 16 de Informática, cuando captan a una aspirante con un pinganillo y es expulsada del aula. «Además se encuentran cuatro móviles, 3 apagados y uno conectado», cuya persona que lo posee también es expulsada.

Tras ocho minutos de desconcierto por parte del Tribunal, se solicita a los colaboradores una especial atención que da muchos frutos, nada más y nada menos que el descubrimiento de otros 9 móviles no apagados, por lo que se procede a expulsar a los aspirantes correspondientes.

Tras estas circunstancias el examen continúa para los no tramposos «sin mayores incidentes», finalizando entre las 11.57 y 12 horas en todas las aulas. Tres cuartos de hora después comenzó la identificación en todas las aulas para la realización del segundo ejercicio, que comenzó a las 13.25 horas una vez entregados los cuadernillos a los encargados.

La ‘redada’ continúa ya que a las 13.55 horas se informa desde la Facultad de Ciencias de la Información, en el aula 411, que se ha localizado otro pinganillo, abandonando el aula el aspirante afectado.

Pese a todo este revuelo, y la evidente falta de concentración que supone a las personas que acuden nerviosas de por sí a una prueba en la que se juegan su futuro, la Administración defiende que «no existe ninguna queja de aspirantes en la jornada del examen ni en las actas de las aulas, ni por escrito al Tribunal». Aunque no hubiera quejas registradas formalmente, cuando los aspirantes se relajaron, sí contaron sus protestas en las redes sociales, fue así como se hicieron eco de la problemática múltiples sindicatos.

Además, los expulsados tampoco ofrecieron mucha resistencia cuando les pillaron infraganti, prueba de ello es que no se tuvo que personar ningún miembro de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad en el campus de la Complutense.