Los funcionarios de prisiones, indignados en la oposición

Los funcionarios de prisiones vuelven a sufrir un revés, esta vez no por las agresiones que sufren los empleados en las cárceles, y casi con impunidad, como reprochan al Gobierno de Pedro Sánchez para que les apruebe su condición de agente de la autoridad y endurezca las normas al respecto. Sino por las acciones poco éticas que están denunciando los opositores que con gran sacrificio intentan optar legalmente a una plaza fija.

Los diferentes sindicatos que representan a este colectivo, CSIF, ACAIP, UGT, CIG y TAMPM, ya han salido en defensa de los opositores pues no se puede tomar a broma la celebración de dichas pruebas, solicitando un control más férreo, con mayor número de controladores, mejor formados y de una manera más anticipada, en definitiva, una investigación seria y rigurosa de todo lo acontecido y que se depuren responsabilidades.

Por ello solicitan la convocatoria urgente de la Mesa Delegada de Instituciones Penitenciarias (II.PP.) para que se faciliten las explicaciones adecuadas por parte de Secretario General de Instituciones Penitencias y la presidenta del Tribunal del Proceso Selectivo.

EL EXAMEN EMPEZÓ TARDE

Las quejas que se han producido, muchas de ellas en las redes sociales, cuentan lo ocurrido el pasado 4 de febrero, cuando se realizó el primer ejercicio del proceso selectivo del Cuerpo de Ayudantes de Instituciones Penitenciarias (convocado por Resolución del 17 de noviembre de 2023) para unos 8.000 opositores aproximadamente, pruebas que se llevaron a cabo en el Campus de la Universidad Complutense, en Madrid, y Las Palmas, con irregularidades como utilización de medios electrónicos durante el examen, incumplimiento de horarios, etc.

Según han denunciado los opositores en redes, hubo diversas protestas de todo tipo y una mala organización por el retraso importante que hubo en el horario de inicio de las pruebas, sin un comienzo unísono de las mismas en todas las aulas y por tanto, con desfase en el descanso entre la primera y la segunda prueba, llegando a durar todo el proceso más del doble del previsto legalmente. «Ya que vamos nerviosos de por sí por lo que nos jugamos, nos tienen hora y media esperando sin decir nada. Los familiares esperando afuera y no nos dejaban salir a avisarles que el examen se retrasaría un total de 3 horas para que estuviesen tranquilos», informa uno de los opositores en redes.

Un pinganillo como éste, que retiró la Guardia Civil en un examen para obtener el permiso de conducir, es similar al que se utilizó en la oposición a funcionario de prisiones.
Un pinganillo como éste, que retiró la Guardia Civil en un examen para obtener el permiso de conducir, es similar al que se utilizó en la oposición a funcionario de prisiones.

USO DE MÓVILES Y PINGANILLOS

El sindicato de prisiones Tu Abandono me Puede Matar (TAMPM) explica que había aulas donde no se podía portar el móvil y otras donde sí lo dejaban con la condición de ponerlo en modo avión. Además, había aulas en las que pudieron hacer uso del mismo en el descanso entre las pruebas así como poder comer algo para reponer fuerzas y otras en que no, y ello a pesar de la duración del proceso muy por encima de las 6 horas, lo cual obviamente provocó evidentes desigualdades. «No se podían sacar el móvil pero dejaban salir con los abrigos y bolsos donde estaban los móviles», relata el opositor.

Aunque una de las cuestiones más graves es que también se detectó algún intento de copia por parte de alguno de ellos a través de dispositivos técnicos, los famosos pinganillos o auriculares. Ésta fue la situación más tensa que se vivió, ya que sucedió en el aula 16 de la Facultad de Informática, cuando transcurría la mitad del primer examen, cuando de repente se conectó el altavoz del móvil de una de las opositoras escuchándose en el aula como alguien al otro lado cantaba las respuestas a las preguntas del mismo, ha informado TAMPM.

«se escuchaba en alto las respuestas, mínimo 6 ó 7, en un test donde 3 ó 4 preguntas te decanta aprobar»

«Lo peor del pinganillo es que hubo mucha gente sentada cerca de donde se escuchaba en alto las respuestas, mínimo 6 ó 7 respuestas se escucharon en alto que pudieron copiar unas cuantas personas, no solo quien tenía el pinganillo, en un test donde 3 ó 4 preguntas te decanta aprobar», informa el usuario en redes sociales.

UN PROCESO SELECTIVO MÁS SEGURO

Los sindicatos indicaron que su expulsión provocó un absoluto revuelo, paralización de la prueba y continuación posterior, provocando en los allí presentes desconcentración, pérdida de motivación, llegando a dudar sobre seguir o no haciendo el examen, así como desconfianza en la limpieza del proceso e incertidumbre al no saber nunca, cuántos de ellos habrán conseguido superar la prueba de esta manera, por lo que ponen en tela de juicio los principios de igualdad, mérito, capacidad, transparencia y seguridad jurídica, principios que deben presidir todos los procesos selectivos.

Un hecho que se podría haber evitado si se adoptaran medidas como establecer como requisito recogerse el pelo para que los cuidadores del examen puedan detectar con facilidad la presencia de pinganillos o de cualquier otro medio técnico, así como la unificación de criterios para todos, que hubiese incluido la retirada de efectos personales, entre los que debería encontrarse obviamente, el teléfono móvil.

Por si fuera poco, TAMPM apunta que hay «ciertas suspicacias y malos pensamientos por el hecho de que quien hasta hace nada era todo un Subdirector General de Instituciones Penitenciarias ha sido presidente del tribunal selectivo varios años, incluido el pasado, y ahora imparte clases en una academia de preparación de la oposición a funcionarios de prisiones con fuertes vínculos sindicales».