La compra por parte del Gobierno de Canarias de 12,2 millones de euros en mascarillas a Soluciones de Gestión y Apoyo a Empresas, controlada por Juan Carlos Cueto (presunto cerebro de la trama que es investigada dentro del ‘caso Koldo), se hizo a instancias de José Luis Ábalos, tal y como asegura el diario canario La Provincia.
Fuentes del actual Gobierno canario recuerdan el papel clave que Ábalos tuvo en la negociación de investidura del hoy ministro Ángel Víctor Torres, que en 2019 se hizo con la presidencia a pesar de que tras las elecciones comenzó a fraguarse una investidura que iba a mantener el poder en manos del centro-derecha canario.
En aquel 2019 Ábalos ejercía, en palabras e Iván Redondo en el «interior derecha» del Gobierno por su facilidad de acercarse a públicos ideológicos templados. El valenciano, orgulloso de ser español, hijo de torero y nieto de Guardia Civil, ejercía de defensor del Gobierno ante sus mayores críticos.
ÁBALOS, INTERIOR DERECHA
Hace menos de cinco años Ábalos había sido clave en el triunfo de Pedro Sánchez en las primarias de 2017, comía en La Moncloa con el látigo gubernamental Federico Jiménez Losantos, o se sentaba en la primera fila en actos protagonizados por el antisanchista Felipe González.
El habilidoso ‘señor lobo’ de Sánchez lo mismo se veía en Barajas con la número 2 del presidente venezolano Nicolás Maduro que tenía que viajar a La Gomera para convencer al exsocialista Casimiro Curbelo de que el Gobierno de Canarias que más le interesaba a su pequeño partido insularista era uno liderado por Ángel Víctor Torres, en vez de hacerlo por alguien de Coalición Canaria o el Partido Popular.
ÁBALOS EN CANARIAS
Ábalos había sido columnista de un diario tan poco proclive al socialismo como ABC y supo siempre nadar y guardar la ropa en las mil batallas que planteó dentro del PSPV, ya que no le tembló el pulso para convertirse en el número 2 de Joan Ignaci Pla después de que éste le ganase por la mínima las primarias del año 2000.
Pedro Sánchez tenía devoción por Ábalos, coordinador de las cinco elecciones que el PSOE ganó en 2019 (dos generales, europeas, autonómicas y municipales) y sufridor de excesos de la ultraderecha, desde la publicación de fotografías en su vivienda privada a la de medias verdades repletas de porquería periodística.
Uno de las exhibiciones de músculo de Ábalos se produjo en inicios del verano de 2019. Por aquel entonces la prensa canaria barruntaba que Coalición Canaria a pesar de haber sido segunda opción gracias al apoyo de PP, Ciudadanos y la Agrupación Socialista Gomera que fundó Casimiro Curbelo, líder del PSOE en la isla y senador por el mismo partido hasta que protagonizó un incidente en una sauna cuando se encontraba junto a su hijo y varias prostitutas.
Ferraz le pidió el acta de diputado y Curbelo montó su propio partido, convertido en bisagra desde que nació en 2011.Su primeera intención era era que Fernando Clavijo (Coalición Canaria) se mantuviese en el poder.
El problema fue que Ciudadanos vetó a Clavijo (imputado entonces por el Caso Grúas), y los nacionalistas aceptaban que el PP (tercera opción) se hiciese con la presidencia a cambio de que su líder, Asier Antona, renunciase en favor de otra ‘popular’, Australia Navarro.
Ábalos fue clave en la conformación en 2019 de un cuatripartito progresista en Canarias liderado por el hoy ministro Ángel Víctor Torres
Aquella marejada negociadora sembró dudas en Curbelo, lo cual facilitó que diese su brazo a torcer a José Luis Ábalos, que desde el Ministerio de Transportes prometía cuantiosas inversiones en La Gomera a cambio de conformarse un cuatripartito progresista liderado por el PSOE.
Los socialistas recuperaron Canarias 26 años tras contar con el apoyo de Curbelo, Nueva Canarias y la marca de Podemos en las islas. «Han sido días de mucha zozobra, de mucha expectación y de muchas cábalas, pero con el acuerdo de hoy se pone punto definitivo a todo ello. Estoy muy agradecido a Agrupación Socialista Gomera, Nueva Canarias y Podemos por hacer esta mayoría para los próximos cuatro año», decía Torres.
Teodoro García Egea, número 2 del PP de entonces, había viajado a Canarias para intentar salvar el acuerdo inicial, pero Curbelo le explicó los pormenores de la negociación y esto le llevó a enfrentarse en público a su compañero Asier Antona, que fue decapitado como líder de los ‘populares’ canarios y fue relegado al Senado.
García Egea lamentó que Curbelo apoyo a sus ‘enemigos’ del PSOE porque no percibió «con claridad que el PP, Coalición Canaria y Ciudadanos conformaran un bloque unido en torno a un mismo proyecto y por eso es por lo que acabo firmando con el otro bloque».
LA LUCHA DE PODER EN CANARIAS
«El PP no mostró la solidez ni las garantías que el señor Curbelo necesitaba. En algún momento, él cambió de opinión al tener la percepción de que la solidez del pacto flaqueaba. La responsabilidad no la puedo achacar a quienes hicimos todo lo posible por cerrar el acuerdo, sino que la achaco a los que en última instancia cambiaron de posición, como es el caso de Curbelo. Sus razones tendría», señaló en declaraciones a El Día de Tenerife.
España se teñía de rojo en 2019 y la mano derecha de Pablo Casado lo lamentaba: «Se nos ha escapado la Presidencia del Gobierno de Canarias y nos ha llevado a que el PP no está presente en muchas instituciones donde se supone que podríamos estar. Ya van para muchos años los que el PP está fuera del Gobierno regional y de las principales instituciones y necesitamos abrir una nueva estrategia, nuevas líneas de actuación y volver a ser ese referente que siempre hemos sido en Canarias. Es hora de marcar un nuevo rumbo».
