Desde los áridos desiertos de Marruecos hasta los animados mercados de Túnez, el cuscús es un platillo versátil que ha conquistado paladares alrededor del mundo. Este grano de sémola de trigo es como un lienzo en blanco para los cocineros, listo para absorber los aromas y sabores de las especias y caldos en los que se cocina.
Pero, lo que realmente transforma al cuscús es la creatividad con la que se fusiona con otros ingredientes, resultando en experiencias culinarias que trasladan al comensal a exóticos destinos con cada bocado.
3LA VERSIÓN VEGETARIANA, UN FESTÍN DE SABORES
Para aquellos que buscan opciones sin carne, el cuscús ofrece un sinfín de posibilidades. Una versión vegetariana puede estar llena de colores y sabores gracias a la inclusión de una variedad de verduras de temporada. Pimientos de colores, berenjenas, tomates, calabacines y cebollas, todos ellos pueden formar parte del festival de sabores que es un cuscús vegetariano.
Este plato puede enriquecerse con frutas secas como dátiles o albaricoques, lo que aporta un agradable toque dulce que contrasta magníficamente con las especias. Además, la adición de frutos secos como nueces o piñones agrega textura y un valor nutricional añadido a la mezcla. Para los que disfrutan de un poco más de proteína, se pueden incorporar garbanzos o lentejas, que hacen del cuscús vegetariano una comida completa y realmente reconfortante.
En resumen, el cuscús es más que un simple grano; es una experiencia culinaria que invita a explorar y disfrutar de una diversidad de sabores. Con cada versión que se prepara, desde los platos más tradicionales hasta las adaptaciones más modernas, el cuscús se confirma como un plato que tiene la capacidad de llevar a los comensales de viaje culinario, sin moverse de casa.
