Pablo Iglesias pone a un candidato de Sumar como administrador de su bar

Pablo Iglesias se ha aliado con Carlos Ávila para abrir su negocio de restauración. Taberna Garibaldi es el nombre escogido por el exvicepresidente del Gobierno y sus dos socios para tratar de mantener a flote el negocio en una ubicación muy podemita, como Lavapiés, el barrio que le respaldó durante el nacimiento de Podemos y que se erige como el reducto de la izquierda en el interior de la capital.

El líder en la sombra de los ‘morados‘ ha escogido como acompañante en este proyecto a Carlos Ávila, presentado como poeta y cantautor, pero también fue número cuatro por Toledo en las listas electorales del pasado 23-J. En aquellos comicios, Sumar obtuvo cero representantes en la provincia, con 31.620 votos que se tradujeron en el 8,2% del total de las papeletas.

Ávila aparece como el administrador único de la sociedad, constituida con un capital social de 3.001 euros, uno más respecto al mínimo requerido para constituir una sociedad limitada, según los registros oficiales consultados MONCLOA. La sociedad dio inicio a sus operaciones el pasado 22 de febrero, pero el mandamás de la empresa lo es desde el pasado 16 de febrero, según los registros públicos. La diferencia temporal puede deberse a la burocracia tradicional en la Administración Pública.

El bar sustituye a una antigua peluquería de la zona, con una fachada de loza típica y antigua. Asimismo, la calle es estrecha, como en casi todas y cerca del metro de Antón Martín, a unos 15 minutos de Atocha andando.

PABLO IGLESIAS EXHIBE SU FERVOR A LENIN

Asimismo, Pablo Iglesias también se ha aliado con el poeta Sebastián Fiorilli, según publica La Vanguardia, quien no tiene ningún reparo en mostrar en redes sociales el retrato de Vladimir Lenin, a quien define como «camarada». Fiorilli fue uno de los miembros de Podemos prácticamente desde sus inicios, pero no ha dado nunca el paso para presentarse como candidato en las listas.

Eso sí, tiene un estrecho vínculo con Pablo Iglesias, más cuando trabaja en Canal Red, el medio de comunicación que dio la exclusiva del resultado del referéndum para apoyar finalmente la candidatura de Pedro Sánchez a la Presidencia del Gobierno apenas unas horas antes del inicio de la sesión de investidura. El hecho en sí resulta sorprendente para propios y extraños al ser la primera vez que un medio adelanta un resultado interno sin que lo conozcan antes los votantes.

El exvicepresidente del Gobierno y exlíder de Podemos Pablo Iglesias, con la camiseta de la serie favorita de Pedro Sánchez
El exvicepresidente del Gobierno y exlíder de Podemos Pablo Iglesias, con la camiseta de la serie favorita de Pedro Sánchez

La taberna cuenta con su web y perfiles en las redes sociales, donde sus primeras cuentas seguidas son las de Pablo Iglesias y Fiorilli, dando una mayor privacidad a su administrador único, Carlos Ávila. Además, sigue también a Gabriel Rufián, portavoz de ERC en el Congreso; a la abogada Carla Vall i Duran, a la corresponsal del Punt Avui Alba Sidera, especializada en informar sobre los movimientos de la extrema derecha italiana; y otras cuentas del círculo de Podemos en Navarra.

PABLO IGLESIAS, CINCO MESES PARA ABRIR UN BAR

El proyecto se anunció hace cinco meses, a finales de noviembre. La intención era crear un lugar de encuentro «para rojos», de la cuerda de Lenin, y no apto para la fachosfera o socialistas moderados. Las composiciones de ambos líricos van en esa misma dirección. No obstante, en un inicio el concepto era abrir un «bar-restaurante», un sitio para «ir a tomar cervezas», una «cosa viejuna, donde podamos hacer los guisos que nosotros nos gustan», aseguró a preguntas de su propio canal.

Tras cinco meses de discusión, el nombre escogido será Garibaldi, que tiene un pasado histórico por varias vertientes. Primero por el personaje en sí, militar y denominado como el libertador de Italia, pero también por la Brigada Internacional, conocida también como la Brigada Garibaldi al albergar a más de un millar de italianos que lucharon en el bando republicano durante la Guerra Civil -viejuna cosa-, tal y como apuntó el propio Pablo Iglesias hace tan solo cinco meses. Este homenaje del ex número uno de Podemos, Ávila y Fiorelli dando el nombre de esta brigada a su nuevo bar muestra aún que el ‘podemita’ continúa rememorando hechos sucedidos hace más de 80 años

El exvicepresidente del Gobierno y líder en la sombra de Podemos ha encontrado su ubicación en Lavapiés, uno de los barrios que más apoyó al nacimiento de los ‘morados’ tras el 15-M. «Las tabernas son el último bastión de la libertad del proletariado’, Kautsky, el renegado», apunta la frase del perfil del nuevo bar, donde se celebrarán actuaciones en directo.

EL ‘MOMENTUM’ DE PABLO IGLESIAS, CLAVE PARA LA TABERNA

El local servirá de punto de encuentro de los seguidores de Pablo Iglesias, en una zona donde es bien recibido, así como sus socios. De hecho, podría ser el escenario para presentaciones de libros, conciertos y un rincón para la poesía. Asimismo, los socios han apostado por cervezas autóctonas de Málaga, Valencia, Barcelona y Bilbao, plazas importantes para la izquierda. En la carta se ofrecen pastas, platos veganos, bocadillos, tostas y postres. La comida que les gusta en un «bar para rojos».

El momento escogido por Iglesias, Ávila y Fiorelli para poner su pica en Lavapiés es idóneo, con la esperada llegada del turismo en un barrio muy transitado de Madrid. No obstante, en la misma zona se han visto cierres de bares y teatros emblemáticos tras la pandemia, como han sido los caso del El Pavón Teatro Kamikaze, Casa Patas y El Candela, entre los cientos y cientos que han sucumbido a la falta de turismo. Éste último era un nombre con solera. Por su tablao han pasado artistas de la talla de Camarón de la Isla, Paco de Lucía, María Maya, Enrique Morente, Ray Heredia o Antonio Canales. También Sara Baras o Tomatito hicieron su espectáculo.

Asimismo, aunque sea por curiosidad, Iglesias tiene un aliado natural en la zona de Madrid, como el conocido ‘El Rastro’, un mercadillo que se abre por Lavapiés y al que acuden numerosos madrileños cada domingo.