Hacer una focaccia sin gluten puede parecer un desafío insuperable para aquellos que buscan evitar el trigo en su dieta. Sin embargo, con la creciente disponibilidad de alternativas a la harina de trigo ahora es posible recrear esta delicia del clásico pan italiano sin comprometer su sabor o textura característica.
Estas tres harinas ofrecen un abanico de posibilidades para aquellos que desean adaptar recetas tradicionales a sus necesidades dietéticas, proporcionando una base versátil y sabrosa para una focaccia sin gluten que rivaliza con su homóloga de trigo. A continuación, te mostraré cómo preparar esta exquisita focaccia sin gluten utilizando las tres harinas alternativas: harina de arroz, de trigo sarraceno y de garbanzo.
Ingredientes para preparar la focaccia sin gluten

Para preparar esta deliciosa focaccia sin gluten, es esencial tener en cuenta la variedad de ingredientes y sus cantidades precisas. La combinación de 350g de almidón de maíz (maicena), 100g de fécula de mandioca, y un toque de 20g de harina de arroz, 20g de harina de trigo sarraceno y 10g de harina de garbanzo, proporciona la base perfecta para una textura esponjosa y un sabor auténtico. Además, la adición de 15g de goma xántica ayuda a mejorar la consistencia de la masa, mientras que 15g de psyllium contribuyen a su estructura.
Durante la preparación, es fundamental seguir algunos consejos clave para garantizar el éxito de la receta. Añadir el agua gradualmente asegura que la masa alcance la consistencia adecuada, ni demasiado pegajosa ni demasiado seca. El proceso de leudado es crucial para desarrollar el volumen y la esponjosidad de la focaccia, por lo que se recomienda dejar reposar la masa durante 40 minutos en un lugar cálido cerca del horno, cubriéndola con film o una bolsa para evitar que se seque.
Cómo es el proceso de cocción
Una vez que la masa ha crecido adecuadamente, se procede a la cocción en el horno precalentado. Inicialmente, se hornea a 250°C durante 10 minutos para garantizar un inicio rápido del proceso de horneado y una formación adecuada de la corteza. Luego, se reduce la temperatura a 220°C y se continúa horneando durante otros 30 minutos a 170°C para asegurar que la focaccia se cocine uniformemente por dentro y por fuera. Estos pasos garantizan que cada bocado de esta focaccia sin gluten sea una verdadera delicia para el paladar.
Además, es importante tener en cuenta que la focaccia alcanzará su punto óptimo de cocción cuando adquiera un color dorado y una textura ligeramente crujiente en la parte exterior, mientras que permanece suave y esponjosa en el interior. Este proceso de cocción cuidadosamente controlado garantiza que cada porción de focaccia esté perfectamente cocida y lista para ser disfrutada sola o acompañada de tus ingredientes favoritos, como aceitunas, romero fresco o tomates cherry.