El defecto de Arón Piper que siempre lo mete en problemas

El estrellato le llegó a Arón Piper en el 2018 con la serie de Netflix «Élite», donde interpretó a Ander Muñoz, un estudiante adinerado que se ve envuelto en un mundo de misterio y suspenso. Conquistó al público con su talento, carisma y estilo distintivo. Su trayectoria, es relativamente breve, pero está marcada por papeles protagónicos y aclamados por la crítica.

Piper posee un estilo único que lo diferencia del resto de actores de su generación. Su manera de interpretar es natural, carismática y con un toque de rebeldía. Cuenta con una mirada muy profunda y una interesante expresividad facial que le permiten transmitir una gran variedad de emociones con intensidad. Sus interpretaciones son creíbles y conmovedoras, conectando con el público de forma inmediata.

El mayor defecto de Arón Piper

Pero, no todo puede ser perfecto para el nacido en Alemania. En una entrevista, el intérprete se sinceró sobre algunos aspectos de su vida de los cuáles no está muy orgulloso. Cuándo le preguntaron cuál era su mayor defecto, el actor respondió con sinceridad que era muy impuntual.

«Muchos, no sé. La impuntualidad, por ejemplo. Gestiono mal el tiempo, vaya. Quiero hacer más cosas de la que puedo», confesó Arón Piper entre risas. Además de su desempeño con las horas, también reveló que le costó encontrar qué hacer en la vida. Pasó por una crisis existencial en la que casi no puede salir.

Arón Piper y una juventud marcada por una crisis existencial

Arón Piper y una juventud marcada por una crisis existencial
Arón Piper y una juventud marcada por una crisis existencial

«Mis primeros años en Madrid fueron horribles, venía de una depresión y de una crisis de identidad. Venía de ser un chico duro, un malote. Creía que yo era así. Luego vine a Madrid y con esa crisis personal, me invadió la ansiedad por todos lados. No era capaz de subirme en el metro, por ejemplo, tenía que bajar. La pasé fatal», contó el intérprete en un diálogo a corazón abierto con El País.

Pese a que fueron momentos oscuros, Arón Piper contó con la ayuda de sus padres para que no dejara de lado sus sueños de ser actor. «Ellos evitaron que dejara la interpretación. Estuve a punto de abandonarlo y me dijeron: ‘Te vas a Madrid, luchas por lo tuyo, y, si no, te quedas fuera», recordó, confirmando después que a sus 15 años estaba tomando malas decisiones, como la de juntarse con un grupo de personas que lo sumergieron en un mundo peligroso y de vicios. Afortunadamente salió de allí y hoy es la estrella que conocemos.