El calcio es un mineral crucial para la salud ósea, y aunque los lácteos son la fuente principal, otros alimentos también ofrecen una cantidad significativa. La incorporación de una variedad de estos alimentos en la dieta diaria es fundamental para mantener la densidad ósea y prevenir enfermedades como la osteoporosis. Sin embargo, no basta con solo consumir alimentos ricos en este mineral; es igualmente importante evitar aquellos factores que puedan obstaculizar su absorción eficiente en el organismo.
Entender qué comer y qué evitar para una salud ósea óptima es esencial para garantizar una adecuada absorción y utilización del calcio, promoviendo así la salud y la fortaleza de los huesos a lo largo de la vida. Mediante una combinación equilibrada de nutrientes y la eliminación de factores perjudiciales, se puede optimizar la salud ósea y prevenir posibles complicaciones asociadas con su deficiencia.
Qué comer para obtener calcio para tus huesos

Además de los lácteos, hay una amplia gama de alimentos que son ricos en calcio y que pueden incorporarse fácilmente a la dieta diaria. Por ejemplo, las semillas de sésamo, especialmente cuando se tuestan ligeramente y se trituran, son una excelente fuente de este mineral que se puede agregar a diversas comidas, desde ensaladas hasta salsas.
Asimismo, el consumo regular de alimentos como las legumbres, los frutos secos y los pescados azules proporciona una dosis adicional de calcio, junto con otros nutrientes beneficiosos para la salud ósea, como la vitamina D y los ácidos grasos omega-3. Incorporar una variedad de estos alimentos en la dieta puede ayudar a mantener unos huesos fuertes y saludables a lo largo de la vida.
Alimentos que debes evitar

Para mantener una salud ósea óptima, es importante tener en cuenta qué alimentos evitar, ya que algunos pueden interferir con la absorción adecuada. Por ejemplo, el consumo excesivo de proteínas, especialmente las de origen animal, puede aumentar la excreción de calcio a través de la orina, lo que podría afectar negativamente la salud de los huesos. Asimismo, el exceso de fósforo, que se encuentra comúnmente en productos procesados y refrescos gaseosos, puede desequilibrar la relación entre calcio y fósforo en el cuerpo, lo que podría afectar la absorción de calcio y comprometer la salud ósea.
Además, una ingesta excesiva de fibra, especialmente de fitatos y oxalatos presentes en alimentos como cereales integrales, espinacas y acelgas, puede limitar la absorción de calcio. Estos compuestos pueden formar complejos insolubles con el calcio en el intestino, reduciendo así su disponibilidad para su absorción. Por último, el consumo elevado de sal también puede afectar la salud ósea al aumentar la excreción de calcio a través de la orina. Reducir el consumo de alimentos procesados y controlar la ingesta de sal son medidas clave para mantener unos huesos fuertes y saludables.