Matthew Miller y la defensa a carcajadas de la doble moral de EE UU con Israel

El portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Matthew Miller, lleva poco más de un año desempeñando el cargo de portavoz de la Casa Blanca, pero no ha sido hasta el estallido del atentado de Hamás y posterior respuesta de Israel cuando ha cobrado un mayor protagonismo. Miller, designado en abril del pasado año, ha justificado el papel de policía del mundo en EE UU en cada una de las ocasiones que ha tenido.

«Estamos haciendo ‘stand-up’», afirmó el funcionario de la Casa Blanca entre carcajadas cuando un periodista, en un tono muy irónico, apostilló una de las respuestas. «EE UU no dicta a ningún país qué debe hacer», señaló hace unas semanas sobre la postura de la primera nación de Occidente con Israel. El reportero añadió: «Excepto que EE UU invada dicho país».

EE UU no dicta a ningún país qué debe hacer

La genial respuesta y la postura de Miller dejó claro que el país hará lo imposible por mantener seguros todos sus intereses, sin importar la acción a ejercer. En Irak no tuvieron contemplaciones en la década de los 90, como tampoco en Afganistán. Pero estas guerras no se libran únicamente en Oriente Próximo o Medio, también en África, Latinoamérica y Asia, con especial atención a la isla de Taiwán.

MILLER, PRESO DE LA IRONÍA

Miller sirve de escudo del senil Joe Biden, cuya capacidad a la hora de liderar a EE UU está más que en entredicho. El informe médico muestra a una persona consumida por su edad y el estrés, con actitudes impropias de un máximo de la primera potencia del mundo. Biden, quien no puede sostenerse a sí mismo, se encuentra en plena carrera electoral contra Donald Trump con una clara desventaja frente al millonario magnate y expresidente de EE UU.

Joe Biden, presidente senil de EE UU
Joe Biden, presidente senil de EE UU

Ante la caída de Biden, con pérdida del apoyo de la comunidad musulmana por su alianza con Israel, la Casa Blanca ha activado su campaña para ganarse a los aliados en la zona, especialmente tras la muerte del presidente de Irán en accidente de helicóptero.

BIDEN SE JUEGA EL APOYO DE LOS MUSULMANES

Mientras, Biden retrocede ante Trump y pierde cada vez más apoyos en la comunidad musulmana, la misma que le encumbró hace cuatro años a la Casa Blanca. En el terreno interno, el debate en EE UU se centra en el estado de salud de Biden, que podría sufrir una demencia senil, pero no ha dudado a la hora de brindar su ayuda a Israel para derribar misiles iraníes por su «larga relación» en materia de seguridad, mientras Zelenski está ahora contra las cuerdas tras dos años y tres meses de invasión. Las críticas del presidente ucraniano no tienen la misma repercusión que la acusación del fiscal del Tribunal Penal Internacional sobre Netanyahu, sobre quien podría pesar una orden de arresto.

EE UU AYUDA SEGÚN REQUIERAN SUS INTERESES

El presidente de Israel, lejos de amedrentarse, ha pedido un respaldo público de sus socios en la ONU. El primero en salir a la palestra, como no podía ser de otra forma, es EE UU, al indicar que no se inmiscuirá en los asuntos de un país, como Israel, a excepción de si hay que invadir el mismo.

«Es importante señalar el contexto en el que tenemos una relación totalmente diferente con Ucrania e Israel. Llevamos décadas colaborando con Israel en materia de seguridad, proporcionándole ayuda militar directa, no sólo durante los dos últimos años de conflicto, sino durante décadas, y manteniendo una larga y estrecha comunicación entre nuestro Ejército y el israelí», ha declarado Miller.

Cabe señalar que Israel no pertenece a la OTAN y por tanto no está bajo el cobijo de la misma, mientras que Ucrania ha dado los pasos no solo para entrar en la UE sino también en la OTAN, cortando así el paso a Vladimir Putin. EE UU afirma que ha ayudado a Ucrania, pero es insuficiente contra un ejército como el ruso.

«Lo que sí hemos hecho desde que estalló el conflicto es proporcionarles el equipamiento que necesitan para defenderse, (…) y gran parte de la razón por la que han sido capaces de defenderse con éxito de una andanada tras otra de ataques rusos se debe a esos sistemas de defensa aérea que les hemos proporcionado», afirmó Miller.

NETANYAHU Y EL INTERÉS DE BIDEN DE LLEVARLE ANTE EL TRIBUNAL PENAL INTERNACIONAL

De hecho, EE UU no entra físicamente en Ucrania debido a la escalada del conflicto, pero no tiene reparos en hacerlo en Yemen, Líbano o cualquier otra nación que suponga un peligro para sus propios intereses. «Yo esperaría que el presidente de cualquier país que está bajo tales ataques fulminantes buscase cualquier forma posible de defender a su pueblo. Lo entiendo perfectamente», afirmó Miller. Pero Ucrania no es Israel.

EE UU, además, tratará de parar los pies al Tribunal Penal Internacional, que ha acusado a Benjamin Netanyahu por cometer presuntamente «crímenes de guerra». Si la acusación es cierta y verídica, el presidente de Israel debería ser conducido a la corte, pero EE UU sí ha entrado en el asunto y estudia todas las opciones, como aplicar sanciones contra el propio Tribunal y que su «dirección asuma las consecuencias si sigue adelante», ha afirmado el presidente de la Cámara de Representantes. Toda una amenaza de la primera potencia mundial, que se toma seriamente cualquier sanción que afecte a Israel.

Para los republicanos, Biden estaría fomentando esta investigación dado que necesita sí o sí el apoyo de la comunidad musulmana en estas elecciones. Con Netanyahu ante el Tribunal Penal, los ánimos se calmarían, pese a ser una decisión política.