El peligro oculto de desayunar inmediatamente al despertar

Muchas personas afirman que desayunar es una de las acciones más saludables que podemos tener para cuidar el organismo, sin embargo esto va a depender de diferentes factores. Aunque el desayuno es una oportunidad para brindarle al cuerpo los nutrientes que necesita para iniciar el día, resulta indispensable evaluar el tiempo que transcurre entre la hora de despertar y el primer bocado, además de la calidad de los alimentos.

Durante los últimos años se han popularizado diversas tendencias de alimentación que cuestionan la importancia del desayuno y aunque esto puede generar un amplio debate, lo más importante es evaluar cada caso individual para seleccionar un método adecuado para comer. Ahora bien, lo que sí debemos evitar es ingerir alimentos inmediatamente después de despertar.

¿Por qué no debemos desayunar justo después de despertar?

¿Por qué no debemos desayunar justo después de despertar?

Cuando dormimos, el cuerpo realiza diversas funciones que son necesarias para mantener al organismo en equilibrio. Durante este periodo, nos encontramos en un ayuno nocturno que se caracteriza por procesos que buscan la eliminación de toxinas, reparación de los tejidos y otros, de modo que al despertar estos procesos se deben detener lentamente y desayunar inmediatamente puede generar una interrupción abrupta que no resulta saludable, además de obligar al organismo a iniciar otros procesos para los que no está listo.

En este mismo sentido, el cuerpo no está preparado para digerir alimentos pesados justo después de despertar y esto se debe a que la digestión requiere de un flujo sanguíneo adecuado para el sistema digestivo. Cuando despertamos, la mayor parte de la sangre se encuentra en el cerebro y órganos vitales, de modo que, después de desayunar, la digestión puede dificultarse cuando seleccionamos alimentos que son muy pesados.

¿Cuál es la manera correcta de desayunar?

¿Cuál es la manera correcta de desayunar?

Para tener una alimentación saludable no es necesario realizar un ayuno extenso, por el contrario podemos realizar un desayuno nutritivo que aporte la energía necesaria para arrancar las actividades, pero este debe consumirse unos 30 minutos después de despertar. Además, es crucial elegir alimentos que no sean pesados y no generen picos de insulina, ya que no solo podría dificultar la digestión, sino que generará una ansiedad por comer continua a lo largo del día.

Mientras esperas que sea la hora del desayuno, es recomendable tomar una buena cantidad de agua para que el cuerpo empiece a activarse y la circulación incremente. También es válido tomar algún tipo de infusión sin cafeína como es el agua tibia con limón que no solo hidrata al cuerpo, sino que beneficia al sistema digestivo para que el desayuno sea fácilmente procesado después de una larga jornada de descanso.