domingo, 16 junio 2024

Cómo hacer unos scones de queso que harán las delicias de todos

Preparar scones de queso es una excelente manera de sorprender a familiares y amigos con un delicioso y sencillo aperitivo. Son perfectos para cualquier ocasión, ya sea un brunch, una merienda o como acompañamiento de una comida. Con una preparación rápida y pocos ingredientes, estos scones de queso se convertirán en una de tus recetas favoritas.

Para comenzar, es esencial reunir todos los ingredientes necesarios. Vas a necesitar 1 taza de harina leudante, 2 cucharadas de aceite de oliva, 1 huevo, 4 cucharadas de leche, 70 gramos de queso rallado semiduro y orégano al gusto. La harina leudante, que ya contiene agentes leudantes, ayudará a que los scones queden esponjosos y bien levantados. El aceite de oliva aportará un toque de humedad y un sabor suave, mientras que el queso semiduro será el protagonista, brindando una textura y sabor irresistibles.

Receta de los scones de queso

Receta de los scones de queso

El primer paso en la preparación de estos scones de queso es mezclar todos los ingredientes en un bol grande. Comienza por tamizar la harina leudante para evitar grumos. Añade el aceite de oliva y mezcla hasta que la harina lo absorba por completo. Incorpora el huevo y la leche, mezclando bien hasta obtener una masa homogénea. Finalmente, agrega el queso rallado y el orégano, integrándolos bien en la masa. El orégano le dará un toque aromático que complementará perfectamente el sabor del queso.

Una vez que la masa esté bien integrada, es momento de amasarla ligeramente. No es necesario amasar en exceso; basta con lograr una consistencia uniforme. Luego, estira la masa sobre una superficie enharinada hasta que tenga aproximadamente 1 centímetro de grosor. Usando un cuchillo o un cortador de pizza, corta la masa en formas de triángulo. Esta forma tradicional de los scones de queso es fácil de lograr y práctica para servir.

Cocción de 15 a 20 minutos

Cocción de 15 a 20 minutos

El siguiente paso es la cocción. Precalienta el horno a temperatura moderada, alrededor de 180°C (350°F). Coloca los scones en una bandeja para hornear previamente engrasada o cubierta con papel para hornear. Hornea durante aproximadamente 15-20 minutos o hasta que los scones de queso estén dorados. La clave es que se vean dorados y crujientes por fuera, pero mantengan una textura suave y esponjosa por dentro.

Una vez fuera del horno, deja enfriar los scones de queso sobre una rejilla durante unos minutos antes de servir. Son ideales para comerlos tibios, acompañados de un poco de mantequilla o solos. Su sabor a queso, combinado con el toque de orégano, los hace irresistibles. Perfectos para compartir en una reunión, estos scones de queso serán sin duda un éxito entre todos tus invitados. ¡Disfruta de esta receta simple y deliciosa!