También dos sabemos que tomar agua es vital para el cuerpo, pero pocos imaginan que no hidratarse lo suficiente puede generar flacidez en los músculos. Aunque es común escuchar que no tomar suficiente agua puede generar diversas consecuencias para la salud, poco se habla de los daños puntuales y específicos que se pueden derivar de la falta de este líquido indispensable para el ser humano.
Según las recomendaciones de los especialistas, una buena ingesta de agua debe ir desde los dos a los 3 litros por día, dependiendo de las características de cada persona. Sin embargo, es muy común ver personas que no alcanzan ni el mínimo necesario para mantener a los órganos saludables y esto puede generar diferentes consecuencias.
Por qué los músculos se vuelven flácidos al no tomar agua
Cuando no hay una buena hidratación, los músculos tienen una pérdida de tono y volumen. Esto se debe a que las células musculares requieren agua para mantenerse turgentes y llenas, por lo que la deshidratación provoca que las células se encojan. Además, esto provoca una disminución en la fuerza y la resistencia debido a que no hay una suficiente lubricación en las articulaciones. En este sentido, el ejercicio no solo no será efectivo, sino que hay j. gran riesgo de lesiones.
Ahora bien, los músculos no son los únicos afectados por tomar poca agua. Una mala hidratación puede generar fatiga y dolores de cabeza intensos, debido a que la falta de agua en el cerebro dificulta el funcionamiento óptimo, por lo que hay dificultad para concentrarse y agotamiento. Igualmente, el sistema digestivo puede experimentar una lentitud en el tránsito intestinal, de modo que se desarrolla estreñimiento, dolor estomacal, gases y otros problemas gastrointestinales.
Además de las consecuencias en los músculos, estómago y cerebro, la deshidratación es peligrosa

La deshidratación no solo afecta a los músculos, estómago y al aparato digestivo. Una baja ingesta de agua incrementa las posibilidades de desarrollar una infección urinaria grave. Esto ocurre porque el agua ayuda a diluir todas las toxinas que se acumulan en la orina, lo cual ayuda a eliminar las bacterias. Una baja cantidad de agua favorece la proliferación de bacterias.
Estas infecciones pueden ser muy peligrosas, ya que pueden subir hacia los riñones y generar problemas de salud que pongan en riesgo la vida. En este sentido, es indispensable tener una buena ingesta de agua y contabilizar la cantidad de líquido que se ingiere por día, de esta manera nos aseguramos que todo funcione de forma perfecta y no haya riesgos para la salud.