Ten cuidado: esto es lo que le pasa a tu cerebro cuando escuchas reguetón

La música es un arte que  tiene la capacidad de conmover nuestras emociones, evocar recuerdos y, en ocasiones, incluso obsesionarnos. ¿Qué pasa en nuestro cerebro cuando escuchamos una de esas canciones tan pegajosas, como las de reguetón, que se quedan en nuestra cabeza durante horas y a veces días? Es un fenómeno al que los expertos han querido dar explicación.

Según la ciencia, cuando disfrutamos de una canción con ritmo (ni siquiera nos tiene que gustar especialmente), se activa en el cerebro la red de recompensa. Esta red está formada por un conjunto de estructuras neuronales donde se encuentras dos áreas muy específicas: el tegmental ventral y el núcleo accumbens. Estas regiones se encargar de liberar dopamina, que es un neurotransmisor relacionado con la recompensa y las sensaciones de placer. 

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ESTRUCTURA REPETITIVA

Este tipo de canciones pegadizas, como el reguetón, suelen tener una estructura muy sencilla, repetitiva y fácil de recordar, que se aprovechan de la capacidad del cerebro para reconocer patrones. La repetición de estribillos y una melodía predecible facilitan su almacenamiento en la memoria a largo plazo. Por eso son tan reconocibles y tienen tanto éxito, como es el caso de las míticas canciones del verano. 

En este contexto, una investigación de 2017 liderada por la investigadora Kelly Jakubowski, de la Universidad de Durham (Reino Unido), encontró que las canciones pegadizas comparten características comunes, como melodías simples y ritmos consistentes, lo que facilita su memorización y reproducción.

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