Venezuela exige justicia por Orlando Figuera, un joven que murió tras ser quemado vivo en el contexto de unas protestas en 2017. El presidente Nicolás Maduro acusa a España de «silencio cómplice» al no entregar a los presuntos responsables, que según afirma, residen en territorio español.
Maduro exige respuestas y acusa a España de complicidad
En una nueva escalada de tensión diplomática, Nicolás Maduro ha vuelto a poner el foco en el caso Orlando Figuera, un joven venezolano que falleció en 2017 tras un ataque incendiario durante unas protestas contra su gobierno. En su programa semanal ‘Con Maduro+’, el mandatario venezolano acusó directamente a España de proteger a los responsables, afirmando que el rey Felipe VI, el gobierno español y el poder judicial mantienen un «silencio cómplice» ante este crimen.
Maduro, visiblemente indignado, cuestionó la pasividad de las autoridades españolas ante un caso tan grave. «¿No les interesa la vida?», espetó, insinuando una posible connivencia con la violencia política. El presidente venezolano reiteró su exigencia de extradición de los presuntos asesinos, a quienes acusa de vivir impunemente en España.
Este nuevo llamamiento a la justicia por parte de Maduro reabre una herida que parecía cerrada en falso. El caso Figuera tensó las relaciones entre España y Venezuela en 2020, cuando la Audiencia Nacional española denegó la extradición del opositor Enzo Franchini, acusado de participar en el homicidio. La justicia española argumentó entonces que existían «temores fundados» de que los derechos de Franchini pudieran ser vulnerados en Venezuela.
Un caso que sigue dividiendo a la opinión pública
El caso Figuera sigue siendo un tema controvertido que divide a la opinión pública. Mientras que el gobierno venezolano lo considera un claro ejemplo de «terrorismo» instigado por la oposición, sus detractores lo enmarcan en un contexto de alta conflictividad social y represión por parte del Estado.
La muerte de Orlando Figuera no solo puso de manifiesto la polarización política que vive Venezuela, sino que también evidenció la complejidad de las relaciones internacionales, donde la justicia a menudo se ve atrapada en medio de intereses geopolíticos.
La negativa de España a extraditar a Franchini en 2020, alegando dudas sobre la independencia judicial en Venezuela, tensó aún más las relaciones bilaterales.
A día de hoy, la familia de Orlando Figuera sigue clamando por justicia, mientras que las acusaciones de Maduro añaden más leña al fuego de la tensión diplomática entre España y Venezuela.
El caso Figuera se convierte así en un nuevo episodio de la compleja relación entre ambos países, marcada por desencuentros políticos y acusaciones cruzadas. Queda por ver si la presión ejercida por Maduro tendrá algún efecto sobre la justicia española y si, finalmente, se podrá arrojar luz sobre este oscuro suceso.
