Rosario de Velasco, una pintora figurativa española cuyo talento permaneció en el olvido durante décadas, vuelve a la luz gracias a una exposición en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza. Esta muestra, que presenta una selección de sus obras, es el resultado de un esfuerzo familiar que ha recuperado su legado artístico, brindándole a la artista el reconocimiento que merece.
La exposición, comisariada por la sobrina nieta de Rosario de Velasco, Toya Viudes de Velasco, y Miguel Lusarreta, reúne una treintena de pinturas cedidas por particulares. Estas obras, que datan de los años veinte, treinta y cuarenta, representan una ventana al estilo y evolución artística de la pintora. Entre las piezas destacadas se encuentra el óleo «Eva y Adán», que originalmente se titulaba «Adán y Eva» y cuyo nombre fue modificado según la voluntad de la propia artista.
Un Legado Desenterrado: El Viaje de las Obras de Rosario de Velasco
La recuperación de la obra de Rosario de Velasco ha sido un proceso extraordinario. Muchas de sus obras se encontraban en colecciones privadas y su paradero era desconocido. Sin embargo, gracias a la iniciativa de Viudes de Velasco, que comenzó a difundir su proyecto en redes sociales como Twitter (X) y Facebook, se logró conectar con coleccionistas y aficionados al arte que tenían en sus manos piezas de la pintora.
Este movimiento online desató una oleada de entusiasmo por recuperar el legado de Rosario de Velasco. Se recibieron mensajes y fotografías de cuadros, y se establecieron contactos con los propietarios, logrando reunir una cantidad significativa de obras. Actualmente se ha localizado más de 300 obras de la artista, y se siguen buscando dos piezas importantes: «Baño» y «Circo».
Una Artista Más Allá de la Historia: Rosario de Velasco y la Falange
Rosario de Velasco fue una mujer que vivió en un momento histórico complejo, marcado por la Guerra Civil Española y el régimen franquista. Si bien es cierto que la pintora fue miembro de la Sección Femenina de la Falange antes de la guerra, su militancia no la convirtió en una artista silenciada.
Los comisarios de la exposición, Lusarreta y Viudes de Velasco, han recalcado que Rosario de Velasco no fue marginada por sus ideales políticos. Su «desaparición» del panorama artístico se debió a que, para ella, la pintura era una forma de enriquecimiento personal y un escape del turbulento contexto político. Tras la guerra, Rosario de Velasco se centró en su familia y en su propia vida, dejando de lado la pintura como medio de expresión pública.
La exposición del Museo Thyssen-Bornemisza ofrece una oportunidad única de conocer la obra de Rosario de Velasco y de valorar su talento como artista. Sus pinturas, con su estilo figurativo y su sensibilidad por la realidad social, son un testimonio de su visión del mundo y de su capacidad para capturar la esencia de su tiempo.