Los bollitos de leche sin harina representan una alternativa exquisita en el mundo de la repostería, especialmente para aquellos que buscan opciones más saludables o que siguen una dieta libre de gluten. Esta receta se distingue por su simplicidad y la mínima cantidad de ingredientes requeridos que da como resultado unos bollitos esponjosos y llenos de sabor, perfectos para el desayuno, la merienda o cualquier ocasión.
Con una preparación que no requiere habilidades en la cocina avanzadas ni ingredientes difíciles de conseguir, estos bollitos de leche son ideales tanto para principiantes en la cocina como para aquellos que buscan una opción rápida y reconfortante. Además, su versatilidad permite experimentar con diferentes variaciones, añadiendo frutas secas, esencias o incluso adaptando la receta para distintas preferencias dietéticas.
Cómo hacer los bollitos de leche sin harina

Los bollitos de leche sin harina son una opción exquisita para quienes buscan alternativas saludables y deliciosas en su repertorio culinario. Este particular giro a la receta tradicional destaca por su simplicidad y la riqueza de sabores que logra con ingredientes básicos. Comenzamos preparando el horno, asegurándonos de que esté precalentado a 180 °C y disponiendo los moldes de silicona para muffins. En un bol amplio, se mezclan 180 gramos de leche en polvo desnatada, cuatro huevos grandes y siete gramos de polvo para hornear. Esta combinación se bate hasta obtener una mezcla homogénea y sin grumos, asegurándose de integrar bien todos los ingredientes.
El toque distintivo de esta receta lo aportan los 40 gramos de pepitas de chocolate negro, que se añaden a la mezcla y se distribuyen de manera uniforme con movimientos envolventes. Luego, se vierte la mezcla en los moldes preparados, llenándolos hasta aproximadamente tres cuartos de su capacidad para permitir que los bollitos se expandan durante el horneado. Opcionalmente, se pueden espolvorear más pepitas de chocolate negro sobre la superficie de los bollitos antes de colocarlos en el horno.
Horneado y consejo final

Durante unos 20 minutos, o hasta que los bollitos de leche se doren ligeramente y estén esponjosos al tacto, se hornean a 180 °C. Una vez listos, se retiran del horno y se dejan enfriar en los moldes durante unos minutos antes de desmoldarlos con cuidado. Este tiempo de reposo permite que los sabores se asienten y que los bollitos adquieran la textura ideal.
Para disfrutar al máximo de estos bollitos de leche sin harina, se recomienda servirlos recién hechos o calentarlos brevemente en el microondas antes de consumirlos. Este detalle asegura que los sabores del chocolate y la leche en polvo estén en su punto más delicioso al momento de disfrutarlos. Con esta receta simple y efectiva, puedes deleitarte con bollitos que no solo son sabrosos, sino también una opción más saludable y libre de harina y azúcar para disfrutar en cualquier momento del día.