La viruela del mono (mpox) representa un desafío sanitario a nivel global, y España no es la excepción. La llegada de migrantes en cayucos a las Islas Canarias ha incrementado la preocupación por la posible propagación del virus, especialmente entre los agentes de la Guardia Civil que trabajan en primera línea. Ante esta situación, surge la pregunta crucial: ¿están estos profesionales recibiendo la protección necesaria para realizar su labor de forma segura?
La Necesidad Urgente de un Protocolo Claro y Equipos de Protección
La Asociación Profesional Justicia para la Guardia Civil (Jucil) ha denunciado la falta de un protocolo claro y específico que guíe la actuación de los guardias civiles en casos de posible exposición al virus. Esta situación es especialmente preocupante en Canarias, donde el flujo migratorio es constante. A pesar de la gravedad de la situación y del riesgo evidente, los agentes aún no cuentan con instrucciones precisas sobre cómo actuar en caso de contacto con personas contagiadas.
La falta de un protocolo no solo pone en peligro la salud de los propios guardias civiles, sino también la de sus familias y la de la población en general. Ante la incertidumbre y el temor al contagio, Jucil exige al Ministerio del Interior y al Ministerio de Sanidad que tomen cartas en el asunto de manera inmediata.
Garantizar la Seguridad de Quienes Nos Protegen: Una Prioridad Sanitaria
La protección de los agentes de la Guardia Civil debe ser una prioridad absoluta para las autoridades sanitarias. La provisión de equipos de protección individual (EPIs) adecuados es fundamental para minimizar el riesgo de contagio. Además de los EPIs, es crucial implementar programas de formación específicos que capaciten a los agentes en la identificación de posibles casos y en el manejo seguro de situaciones de riesgo sanitario.
La implementación de medidas de higiene y desinfección rigurosas en vehículos, equipamientos y zonas de trabajo también es esencial para evitar la propagación del virus. La seguridad de quienes trabajan incansablemente para protegernos debe ser una prioridad. Es responsabilidad del gobierno garantizar que los guardias civiles cuenten con las herramientas y la preparación necesarias para realizar su labor de manera segura y eficaz.