“Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación. La comunidad participará en las plusvalías que genere la acción urbanística de los entes públicos”. Esto es el artículo 47 del Capítulo Tercero del Título I (‘De los derechos y deberes fundamentales’) de la Constitución Española.
Se convertía así nuestra Carta Magna una de las pocas constituciones que habla de la vivienda como derecho. El gran precedente, inmediato en el contexto de la Transición española, es la Constitución portuguesa de 1976 nacida de las nuevas circunstancias políticas del país luso dos años después de la Revolución de los Claveles que acabó con las cuatro décadas de dictadura social. «Todos tendrán derecho para sí o para su familia, a una vivienda de dimensión adecuada, en condiciones de higiene y comodidad, y que preserve la identidad personal y familiar», se puede leer en el artículo 65 de la ley de leyes del país vecino. Un principio que se mantuvo en la reforma constitucional de 1989.

El precedente portugués sirvió como ejemplo para otros países europeos. Así, Bélgica que enfrentó un proceso de reforma de la Constitución en 1994 decidió incluir la vivienda como derecho social, aunque de manera mucho más escueta que España y Portugal. En los países del Este, miembros de la antigua Unión Soviética si suelen incluir el derecho en sus constituciones. Así mismo, se incluye en la Constitución de la Federación Rusa, aprobada en 1993 tras a la caída de la URRSS, en su artículo 40.
Con respecto a España, cuando se redactó la Constitución el asunto de la vivienda ya contaba con una tradición social en la manera de afrontar esa realidad. De hecho, el inmediato precedente legal es el artículo 31 del Fuero de los Españoles: «El Estado facilitará a todos los españoles el acceso al hogar familiar. El Estado asume la tarea de multiplicar y hacer asequibles a todos los españoles las formas de propiedad ligadas vitalmente a la persona humana: el hogar familiar«.
LA VIVIENDA Y FRANCO
La materia de Vivienda pasó a ser uno de los ministerios sociales que siempre fueron ‘patrimonio’ de Falange. Trabajo, Secretaría General del Movimiento y Vivienda eran las carteras que siempre ocupaban los ministros azueles. En muchas ocasiones con fuertes enfrentamientos con los ministros tecnócratas del Opus Dei que ocupaban las carteras como Economía, Hacienda o Energía.

El primer ministro de Vivienda fue José Luir Arrese (1957-1960). Con el cambio de Gabinete de febrero del 57, la dictadura de Franco emprendió un cambio importante en las directrices económicas. Fue el desembarco de los llamados tecnócratas en el Ejecutivo y el inicio del desarrollismo.
Ya entonces la vivienda era un problema que preocupaba a los españoles como muestran películas como El inquilino de José Antonio Nieves Conde o El pisito de Marco Ferreri.
LA VIVIENDA Y LAS DECISIONES DE PEDRO SÁNCHEZ
El ministerio, con su política de construcción de vivienda pública, se mantuvo hasta el inicio de la democracia en 1977. Fue Rodríguez Zapatero quien, en 2007, treinta años después recuperó esta cartera histórica para afrontar políticas públicas sobre un asunto que ya amenazaba con ser un problema

Se suprimió de nuevo en 2010, para ser recuperado hace un año en 2023 por Pedro Sánchez en la figura de Isabel Rodríguez. El asunto de la vivienda, como siempre, es uno de los que más preocupan hoy en día a los ciudadanos. Las esperanzas de muchos votantes del PSOE era que el ejecutivo de Sánchez llevara a cabo alguna medida. Por el momento ha anunciado desde el XLIX Congreso del PSOE en Sevilla la creación de una empresa pública de vivienda. Un asunto que recuerda a las medidas que tomó la parte más social de Falange. Sin embargo, ninguna ley orgánica ha conseguido desarrollar un punto de encuentro entre lo la Carta Magna considera un derecho social y el bien de mercado que es la vivienda.