A pesar de no ubicarse ya en el Valle de los Caídos, la tumba del dictador Francisco Franco sigue costando dinero a todos los españoles. El Gobierno admitió que el coste de mantenimiento del nuevo mausoleo donde está enterrado el dictador, en el cementerio de El Pardo-Mingorrubio, supone un gasto de 829,46 euros mensuales, es decir, casi 10.000 euros al año.
Tras su exhumación del Valle de Cuelgamuros, hace ya cuatro años, en octubre de 2019, los restos mortales de Franco y de su esposa, Carmen Polo, descansan en un cementerio del que es dueño el Ayuntamiento de Madrid. A su vez, panteón en que se encuentra el matrimonio forma parte del Patrimonio del Estado y, por tanto, es la Administración quien debe sufragar cada mes con las facturas de mantenimiento.
El traslado del cuerpo, que se llevó a cabo el 24 de octubre de 2019, costó a los españoles la friolera cifra de 125.920 euros, un precio que incluye las obras en la cripta nueva. La extracción del cuerpo se hizo por 16.467 euros, mientras que el gasto para acondicionar el mauseolo de Mingorrubio y vigilarla durante su proceso se elevó a 75.382,84 euros.
EL COSTE DE MANTENIMIENTO DE LA TUMBA DE FRANCO HA IDO SUBIENDO DESDE 2019
Desde el hito que marcó un antes y un después en la carrera política de Pedro Sánchez con la exhumación de Franco. El coste de mantenimiento de su nuevo lugar de descanso ha ido elevándose cada año más, se desconoce si por culpa de la crisis económica que ha ido azotando al país.
En este año, el precio ha aumentado más de 220 euros al año con respecto a las cifras que se manejaban en el año 2021, cuando el Gobierno cifró la factura en cerca de 9.000 euros anuales. La mayor parte del gasto anual corresponde a la seguridad, que supone un gasto de 8.569,44 euros al año para las arcas públicas. Por su parte, la gestión y la administración del mausoleo rondan los 18,54 euros al mes y los correspondientes gastos de limpieza oscilan los 430 euros anuales, es decir, 35,83 euros mensuales.
Por otro lado, el Gobierno de Sánchez también ha tenido que hacer frente a los gastos de la exhumación de los restos mortales del fundador de la Falange, José Antonio Primo de Rivera, que ha costado a las arcas públicas 8.360 euros.
La TUMBA DE FRANCO ES LA UNICA QUE ADMINISTRA EL ESTADO EN EL CEMENTERIO DE EL PARDO-MINGORRUBIO
Carles Mulet
La actual tumba de Franco en el panteón de El Pardo fue excavada justo detrás de la de su esposa, en la zona central de la cripta de Mingorrubio. La lápida que cubre los restos del dictador lleva únicamente su nombre, Francisco Franco. En la tumba de su esposa, en su momento, se inscribió: Excma. señora Da. Carmen Polo Martínez Valdés. Vda. de Francisco Franco. Señora de Meirás. 11-VI-1901. 6-II-1988. RIP.
La familia de Franco ha recibido la indicación de que deben notificar a los encargados del cementerio, a la policía y a Patrimonio cuando deseen visitar la tumba. Tanto la exhumación de Franco como la de Primo de Rivera se llevaron a cabo en conformidad con las leyes de memoria histórica y memoria democrática.
EL EXSENADOR MULET SOLICITÓ EN SU DÍA QUE LA TUMBA DE FRANCO NO LA SUFRAGASE EL ESTADO
El exsenador de Compromís, Carles Mulet, cuyo trabajo parlamentario se centró en gran medida en supervisar la aplicación de las leyes de memoria, planteó una pregunta relacionada con el costo que implica para la Dirección General de Patrimonio del Estado mantener la «unidad de enterramiento» (el nombre oficial de la tumba es PA71 ACAPIL1 A 421429-8), donde descansa Franco, quien llegó al poder tras la Guerra Civil iniciada en 1936 con su golpe de Estado contra la Segunda República. Según Mulet, esta es la única tumba que el Estado administra en ese cementerio.
Como resultado de esta situación, Mulet aconsejó al Gobierno a considerar la posibilidad de trasladar los restos del dictador desde dicho panteón a «unidades de enterramiento de la familia y no del Estado». Esta medida buscaba cambiar la gestión de la tumba de Franco de una responsabilidad estatal a una responsabilidad de la familia del fallecido.
Este planteamiento se inscribe en el contexto de las discusiones sobre la memoria histórica y la revisión de la presencia de símbolos y homenajes relacionados con la dictadura franquista en España.
La pregunta y la propuesta del senador Mulet forman parte de un debate más amplio sobre cómo abordar y conmemorar el pasado histórico de España de manera adecuada y de acuerdo con las leyes y principios democráticos actuales.