En la mayoría de los hogares españoles, hay un rincón que, por tradición o comodidad mal entendida, se ha convertido en el depositario de nuestros remedios farmacológicos: el cuarto de baño. Sin embargo, esta costumbre tan arraigada, casi un automatismo heredado de generación en generación, podría estar convirtiendo nuestros medicamentos en un riesgo silencioso, tal y como la OMS (Organización Mundial de la Salud) lleva tiempo advirtiendo con creciente preocupación. Ese pequeño armario sobre el lavabo o la estantería junto a la ducha es, en realidad, uno de los peores lugares para conservar la integridad y eficacia de los fármacos.
La aparente inocuidad de este gesto cotidiano esconde una verdad incómoda: las condiciones ambientales propias de un cuarto de baño son el enemigo número uno de la estabilidad de muchos compuestos químicos presentes en las medicinas. Lejos de ser un lugar seguro, las fluctuaciones de temperatura y, sobre todo, la elevada y constante humedad ambiental, pueden desencadenar procesos de degradación que no solo merman la potencia del medicamento, sino que, en algunos casos, podrían incluso generar subproductos tóxicos, una realidad que la OMS se esfuerza por comunicar.
5EL REFUGIO SEGURO PARA TUS MEDICAMENTOS: SIGUIENDO LAS DIRECTRICES DE LA OMS

Entonces, ¿cuál es el lugar idóneo para guardar nuestros medicamentos en casa, siguiendo las pautas de la OMS y el sentido común? La respuesta es sencilla: un lugar fresco, seco, oscuro y, fundamentalmente, fuera del alcance de los niños y las mascotas. Un cajón en el dormitorio, un armario en el pasillo o una caja específica en una estantería alta de la sala de estar son opciones mucho más seguras y adecuadas que el omnipresente botiquín del baño. Es crucial leer siempre el prospecto, ya que algunos fármacos pueden requerir condiciones especiales de conservación, como la refrigeración.
Adoptar este simple cambio de hábito, trasladar el botiquín del baño a un entorno más propicio, es un gesto pequeño con un gran impacto en nuestra salud y en la eficacia de los tratamientos que seguimos. La OMS nos recuerda que la responsabilidad sobre el uso adecuado de los medicamentos incluye también su correcta conservación, un eslabón fundamental en la cadena terapéutica que no debemos descuidar bajo ningún concepto. Almacenar bien es cuidar bien de nuestra salud y la de nuestra familia.