sábado, 7 junio 2025

Tu lavadora huele fatal y no es casualidad: este es el mantenimiento que tu no estás haciendo

Hay algo más desagradable que abrir la puerta de la lavadora y que el temido olor a humedad invada toda la casa. Para quienes creen que basta con pulsar el botón de inicio y olvidarse, la palabra clave es lavadora, un electrodoméstico que requiere bastante más mimo del que se suele pensar. En realidad, esos gases malolientes no aparecen de la nada, tienen detrás descuidos habituales que, con el tiempo, convierten la colada en un tormento para el olfato y para la ropa.

Publicidad

Quienes ignoran estos mantenimientos básicos suelen sufrir las consecuencias en silencio, resignados a convivir con prendas recién lavadas que no huelen a limpio. La suciedad, los restos de detergente, y el moho encuentran un hogar perfecto en las zonas menos visibles de la lavadora, especialmente cuando no se cuida el filtro, el cajetín y el interior del tambor. Al final, todo suma para que esa fragancia desagradable acabe apoderándose hasta del cuarto de baño más impecable.

4
MALOS OLORES: DIAGNÓSTICO Y SOLUCIONES A TU ALCANCE

Fuente: Freepik

Muchos propietarios pasan meses preguntándose de dónde sale ese desagradable aroma, cambiando de detergente sin llegar a atacar el verdadero problema. El secreto está en reconocer que, si la lavadora huele mal, la causa suele estar en el interior y requiere una solución concreta. No sirve de mucho añadir suavizantes o ambientadores, si el origen sigue intacto tras los compartimentos y gomas del aparato.

Por eso, revisar periódicamente la goma de la puerta y los tubos de desagüe es fundamental. En estas zonas se acumula humedad y suciedad que favorecen la proliferación de bacterias causantes del mal olor, sin que apenas se note a simple vista. Un paño humedecido en vinagre blanco ayuda a mantener limpia la goma y, de paso, evita las temidas manchas negras que, además de feas, pueden acabar dañando la ropa lavada.

Publicidad
Publicidad