Hay algo más desagradable que abrir la puerta de la lavadora y que el temido olor a humedad invada toda la casa. Para quienes creen que basta con pulsar el botón de inicio y olvidarse, la palabra clave es lavadora, un electrodoméstico que requiere bastante más mimo del que se suele pensar. En realidad, esos gases malolientes no aparecen de la nada, tienen detrás descuidos habituales que, con el tiempo, convierten la colada en un tormento para el olfato y para la ropa.
Quienes ignoran estos mantenimientos básicos suelen sufrir las consecuencias en silencio, resignados a convivir con prendas recién lavadas que no huelen a limpio. La suciedad, los restos de detergente, y el moho encuentran un hogar perfecto en las zonas menos visibles de la lavadora, especialmente cuando no se cuida el filtro, el cajetín y el interior del tambor. Al final, todo suma para que esa fragancia desagradable acabe apoderándose hasta del cuarto de baño más impecable.
6TRUCOS INFALIBLES PARA DESPEDIRTE DEL OLOR A LAVADORA SUCIA
Además del vinagre y el bicarbonato, se pueden usar otros remedios caseros para mantener a raya los olores. Poner un vaso pequeño de vinagre blanco en el espacio del suavizante durante un ciclo regular ayuda a desinfectar las cañerías internas y deja la lavadora impecable. Hay quien añade unas gotas de aceite esencial de árbol de té, siempre con precaución para no saturar la ropa de aroma, obteniendo una frescura mucho más natural.
No hay que olvidar revisar el tubo de entrada de agua, que también acumula sedimentos y puede ser el responsable de que la lavadora huela a podrido. Si se desenrosca de vez en cuando y se limpia el filtro interno, el resultado se nota nada más abrir la puerta del tambor, pues se elimina ese aroma penetrante que tantos quebraderos de cabeza da. Al final, con estos sencillos trucos y algo de constancia, la lavadora puede volver a ser el electrodoméstico eficiente y confiable que siempre debería ser.
