El visionario Elon Musk no cesa en su empeño por revolucionar cada sector que toca, y su última gran apuesta con la plataforma X, la antigua Twitter, promete sacudir los cimientos del sistema financiero tal y como lo conocemos. Detrás de lo que muchos interpretaron como un simple cambio de marca y una serie de polémicas decisiones editoriales, subyace una estrategia mucho más profunda y ambiciosa: transformar la red social en una superaplicación omnipotente, una suerte de navaja suiza digital donde los servicios bancarios y de pago ocuparán un lugar central, un proyecto que ya empieza a generar nerviosismo en las altas esferas.
Esta audaz jugada, que busca replicar el modelo de éxito de gigantes asiáticos como WeChat, implicaría que los usuarios pudieran gestionar su dinero, realizar pagos entre particulares, e incluso acceder a productos financieros más complejos, todo sin salir de la aplicación. La idea de concentrar tal poder financiero y de datos en manos de una sola entidad, dirigida por una figura tan influyente como Elon Musk, no solo plantea un desafío monumental para la banca tradicional, sino que también enciende las alarmas sobre la privacidad, la seguridad de los fondos y la posible creación de un monopolio con un alcance sin precedentes, alimentando un debate que apenas comienza a vislumbrarse en el horizonte.
3X MONEY A LA VISTA: LOS PRIMEROS PASOS HACIA LA BANCA DIGITAL GLOBAL

La confirmación por parte de Linda Yaccarino, la directora ejecutiva de X, de que X Money verá la luz a lo largo de 2025, ha supuesto el pistoletazo de salida oficial a esta nueva aventura financiera. Entre los servicios que se esperan, destacan la posibilidad de vincular tarjetas de débito para realizar pagos entre usuarios (P2P) de forma instantánea y la capacidad de transferir fondos directamente a cuentas bancarias tradicionales. Estos primeros movimientos, aunque aparentemente sencillos, son la base sobre la que se construirá un ecosistema financiero mucho más complejo y ambicioso, que podría incluir desde la concesión de créditos hasta la inversión en criptomonedas.
El propio Elon Musk ha reconocido que X Money ya se encuentra en una fase beta, aunque con un acceso muy restringido, lo que indica que el desarrollo está más avanzado de lo que podría parecer. La alianza estratégica con un gigante de los pagos como Visa, a través de su servicio Visa Direct, proporciona la infraestructura necesaria para garantizar transferencias de dinero rápidas y seguras, un factor crucial para generar confianza entre los futuros usuarios de la plataforma. Una vez los usuarios conecten sus tarjetas, podrán cargar saldo en su cartera de X Money, realizar pagos o mover su dinero con una facilidad que antes solo era posible en aplicaciones especializadas.