domingo, 27 julio 2025

El silencio de PP y Vox sobre los crímenes de Israel inquieta a la Iglesia española

La matanza indiscriminada perpetrada por el Gobierno de Israel en Gaza reavivado un conflicto diplomático y político de largo alcance. En España, los posicionamientos de los principales partidos de la derecha, Partido Popular y Vox, han generado preocupación en diversos sectores sociales, incluidos algunos dentro de la Iglesia católica.

Publicidad

Mientras desde el episcopado se ha criticado con contundencia la actuación israelí, PP y Vox se han mantenido en el silencio o han defendido abiertamente las acciones del Estado hebreo. Una de las intervenciones más destacadas provino de Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, quien justificó los ataques israelíes sobre la Franja de Gaza afirmando que Israel «se defiende del terrorismo de Hamás».

La líder madrileña ha reiterado su postura en varias ocasiones, negando que exista un genocidio en Gaza. «El genocidio es el exterminio o eliminación sistemática de un grupo humano por motivos de raza, etnia, religión, política o nacionalidad» señaló Ayuso, en clara referencia a las acusaciones internacionales que apuntan a una posible limpieza étnica por parte del Estado israelí.

Las declaraciones de Ayuso han provocado fuertes reacciones, especialmente por parte de dirigentes de la izquierda, como la portavoz de Más Madrid en la Asamblea, Manuela Bergerot, quien la acusó de ser «cómplice» del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.

Por su parte, el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha evitado condenar de forma directa los ataques israelíes. En declaraciones públicas, defendió que «Netanyahu no es un genocida, el pueblo israelí no es genocida», y denunció el tratamiento mediático que, según él, carga injustamente contra Israel.

A diferencia de estas posturas, la Conferencia Episcopal Española ha adoptado un lenguaje mucho más crítico. En varios comunicados, los obispos han hablado de un «asedio por parte de Israel», del «ataque a los hospitales», de «los bombardeos a la población civil» y de «actos de ocupación equivalentes a una limpieza étnica». Además, reclaman sanciones «contra quienes no respetan el derecho internacional humanitario» y abogan por un «embargo militar integral».

La disparidad de enfoques ha generado inquietud entre sectores de la Iglesia española, que no entienden el silencio o las justificaciones de PP y Vox ante lo que consideran una violación sistemática de los derechos humanos. Las declaraciones de la jerarquía eclesiástica contrastan fuertemente con la falta de crítica por parte de la derecha política, algo que ha sido interpretado como una alineación con las posiciones más intransigentes del Gobierno israelí.

Publicidad

EUROVISIÓN Y ETA

La controversia ha crecido también a raíz de la participación de Israel en el Festival de Eurovisión 2024. Ayuso mostró su enfado en redes sociales por el posicionamiento de RTVE contra su participación. «Ya nos gustaría ver a los del numerito de #EurovisionRTVE con Israel decir algo del terrorismo, o de la ejecución o encarcelación a homosexuales en países musulmanes».

Su intervención se produjo en respuesta al posicionamiento de RTVE, que había cuestionado la participación de Israel en el festival, alegando que no se puede permitir la presencia de un país acusado de perpetrar más de 60.000 asesinatos en menos de dos años. Mientras tanto, Vox ha reafirmado su apoyo sin fisuras a Israel.

Su líder, Santiago Abascal, ha apostado por culpar exclusivamente a Hamás de la situación en Gaza. «Yo tengo muy claro quién es el culpable de esas imágenes: Hamás», declaró durante una entrevista televisiva. En el Congreso de los Diputados, insistió: «Las imágenes son terroríficas, pero el culpable es Hamás y todos los que han apoyado y legitimado a Hamás premiando y después recibiendo los aplausos de Hamás, como el presidente del Gobierno».

Abascal Moncloa
Santiago Abascal. Foto: Europa Press.

Estas palabras de Abascal muestran una línea argumental que el partido ha mantenido desde el inicio de asedio. A pesar de las evidencias de ataques masivos contra civiles, Vox se niega a calificar las acciones de Israel como crímenes de guerra. Un enfoque que contrasta con la contundencia con la que han condenado las acciones de ETA en el pasado, algo que ha sido señalado por críticos como una doble vara de medir.

La diferencia entre la postura de la Iglesia y la actitud del PP y Vox ha abierto una grieta en el discurso de los sectores tradicionalmente unidos por valores conservadores. Mientras los obispos reclaman justicia y un alto el fuego en Gaza, los partidos de derecha evitan condenas al Estado israelí o, directamente, lo defienden.

Silencios que, para muchos dentro de la Iglesia, resultan difíciles de justificar.

Publicidad
Publicidad